Yo buscaba al señor de la tienda para masturbarlo y que me manoseara – por LUCERO
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Hola de nuevo chicos, soy Lucero, ya anteriormente escribí una historia sobre la primera vez que toque una verga. Como les explicaba en mi anterior relato, fui muy precoz en todo lo que se refiere al sexo, actualmente tengo 26 años, sin hijos y soy soltera por convicción. Quiero escribir muchas cosas sexuales que me han pasado, pero sin poner edades para no tener problemas con las políticas de este sitio, así que se queda a su imaginación.
Mi intensión era escribir en esta segunda oportunidad, sobre mi primera relación sexual y pensaba saltarme algunas cositas de mi vida sexual. Pero después de pensarlo un poco, creo que es importante que hable sobre una cosa en particular que paso poco antes de mi primera vez y que mantuve en secreto paralelo a mis primeras cogidas.
Después de lo que me ocurrió en mi historia anterior cuando le agarre la verga en el autobús a un hombre maduro cuando regresaba de la escuela, yo me quede un poco obsesionada. No voy a decir que no sabia como era la verga de un hombre, pero nunca había tocado una hasta que se la agarre al viejo del camión. Pero tenia mucha curiosidad de saber si todos la tenían igual o si se sentían igual y a esa edad ni piensas a quien se la miras, me daba igual, si tenia oportunidad de espiar a algún hombre, pues lo hacia. Y eso incluía a cualquiera, incluso a mi hermano, mi papa, mis tíos, primos, amigos o desconocidos.
No es que quisiera coger con ellos, ni siquiera tocárselas, básicamente era curiosidad y ya. Durante esa etapa tuve algunos manoseos mas con los amigos de mi hermano, me gustaba mucho pero no había muchas oportunidades. Incluso mi primer beso en la boca fue con uno de esos chicos, no fue gran cosa pero nadie me había besado. Pero me había surgido una especie de atracción por los hombres maduros, pues yo pensaba que ellos solo se fijaban en mujeres atractivas y para mi era como un reto conseguir sus miradas.
Por esa época comenzaba a tratar de verme mas grande vistiéndome con ropa que yo consideraba “sexy”, pues me gustaba llamar la atención de los hombres y sentir como me miraban. Mi mamá me regañaba mucho porque no le gustaba como me vestía y a mi hermano tampoco, pero mi papá era mas comprensivo y me defendía.
Había un viejo que tenia una tienda a una cuadra de mi casa, se llamaba Don Jacinto, el señor ya falleció. Cuando me mandaban a comprar cosas y no estaba su esposa, el siempre me decía que era muy guapa y que seguramente tendría muchos novios. No me sentía preocupada, al contrario, me gustaba que el viejo me dijera cosas.
En uno de esos días que pase a comprar, me pregunto que si no me molestaba lo que me decía y le respondí que no tenia nada de malo y que me gustaba saber que pensaba que yo era guapa. Me pregunto si tenia novio y le dije que no, entonces me pregunto como me gustaban los chicos y le dije que me gustaban los hombres mayores. Hasta ese momento yo respondí con toda la inocencia, pero supongo que al viejo le deben haber brillados los ojos.
Su siguiente pregunta cambio muchas cosas, pues me pregunto si ya había tenido relaciones alguna vez y para no quedar como una chamaca inexperta le dije que si. El pregunto si muchas veces y acerté en decirle que únicamente con un novio que había tenido, aunque en realidad nunca había tenido novio. Me pregunto como tenia la verga si grande o chica y le dije que mas o menos y le describí la verga del hombre del camión creo que porque era la única verga que había tocado.
El me pregunto si podía enseñarme la suya para que viera si la tenia mas grande o mas chica que mi supuesto novio y le dije que si. Me dijo que me acercara a la orilla del mostrador, por donde se entraba hacia la parte donde el atendía y me acerque. Ese viejo se saco la verga y la tenia bien dura y para mi era enorme, mucho mas grande que la del hombre del camión. Me pregunto si mi “novio” la tenia así y le estaba respondiendo que no cuando entro una señora y rápidamente me salí de ese rincón y el se guardo la verga.
Le di las gracias y me salí corriendo, aunque dudo que la pobre señora hubiera visto algo porque estaba mas preocupada por la bolsa del mandado que cargaba, pero nos espanto a los dos. La verdad es que el viejo don Jacinto estaba horrible pero me gusto ver su verga cuando la tenia bien dura. Días después fui varias veces a su tienda pero siempre tenia gente o estaba su esposa y no hablamos nada mas que para saber lo que queria comprar. Pero no me podía sacar de la cabeza la imagen de su vergota y hacia comparaciones con la verga del hombre del camión. Incluso tuve fantasías donde yo se la agarraba y el me acariciaba la pucha como me había hecho el del camión. Pero de verdad les prometo que era feo el tipo hasta mas no poder, mas gordo que el hombre del camión, muy moreno, con barba china (ósea con pelos aquí chi, aquí no, aquí chi), es mas, a su lado el hombre que me manoseo en el camión era una belleza. Pero igual me ponía cachonda pensar en su verga y que me manoseara.
Entonces un día que regresaba de la escuela pase a comprar no se que cosas y estaba solo. No perdió el tiempo y me pregunto si me acordaba como era su verga y que si en verdad la tenia mas grande que mi “novio”. Le respondí que no la vi bien pero que si la tenia mas grande. Me pregunto si queria volver a verla y le dije que si, me hice de nuevo a un costado de su mostrados y el se acerco mientras se la sacaba.
Esta vez no la tenia dura como la vez anterior y la vi mas pequeña, me dijo que si queria tocarla y puse mi mano sobre ella. De inmediato se paro y nuevamente vi que si la tenia muy grande. A lo mejor ahora si se la agarrara no la sentiría tan enorme como esa vez, pero yo miraba mi manita y apenas la podía abarcar con ella.
Paso algo chistoso que aun me da risa, resulta que don Jacinto me dijo “Jalamela” y pues yo no sabia como, el hombre del camión uso su mano para mover la mía y pues yo no había hecho nada. Cuando don Jacinto me dijo que se la jalara, pues yo se la jale pero sin dejar de jalar. Me debo haber visto como estúpida, pero en verdad no entendí como queria que lo hiciera. El no se rio ni se quejo, pero me dijo tranquilamente, “No mija, así” y me enseño como se hacia.
Se la jale por un par de minutos y un repartidor se estaciono enfrente, esta vez con calma el se guardo la verga y yo me salí de ese rincón. Cuando el repartidor entro, yo me despedí y me fui a mi casa toda emocionada. Mi curiosidad me hizo hacer otra cosa que considero muy tonta, pues cuando me metí al bañó olí mi mano antes de lavármelas, pero no olía a nada, realmente no se que esperaba oler si apenas se la jale unos minutos.
Por esas fechas un chico de mi escuela me pidió que fuera su novia y por primera vez tenia un novio. Yo era mucho mas despierta que el y pensaba que seria una oportunidad para experimentar. Me imaginaba que estaríamos desnudos muchas veces y que nos acariciaríamos por todos los rincones posibles. Pero nada de eso paso con ese chico, nunca pasamos de darnos besos en la boca, pero fue mi forma de practicar mis besos.
Mientras ese chico era mi novio, yo no dejaba de visitar la tienda de don Jacinto, me gustaba agarrar su verga y aunque solo estábamos solos por cosa de minutos, para mi era excitante agarrar la verga de un hombre maduro y dejar que me acariciara. Lógicamente el me dijo muchas veces que si queria coger con el, pero siempre le dije que no poniendo cualquier pretexto, aunque supongo que el sabia que era porque en realidad nunca lo había hecho.
Para esto, se me olvidaba algo importante, como a la cuarta o quinta vez que estuvimos solos, el tenia un DVD portátil que guardaba en su mostrador y me comenzó a enseñar películas porno. Aunque a mi mas que excitarme me daba mucha curiosidad ver todo lo que hacían y como esas chicas aguantaban todo, fueron las primeras escenas de sexo que veía en mi vida.. No las podía ver por mucho tiempo y el siempre quitaba el volumen por si alguien entraba, pero donde si me excitaba era en mi cuarto cuando me acordaba de las escenas que había visto y me imaginaba que algún día yo haría lo mismo.
Don Jacinto también me manoseaba y me decía que le enseñara mi pucha, la verdad me gustaba hacerlo, dejaba que me tocara donde quisiera mientras yo se la jalaba (pero ya bien jaja). De hecho yo creo que perdí la virginidad con el, porque varias veces me terminaba metiendo uno o dos dedos y si recuerdo que la primera vez que metió uno de sus dedos me dolió mucho y supongo que así perdí, pero yo ni enterada.
Otra cosa en la que el viejo tuvo la suerte de ser el primero fue en que su semen fue el primero que vi y toque. Lógicamente en varias ocasiones cuando no nos interrumpían, el se alcanzaba a venir y casi siempre lo hacia en mi mano. Obviamente el viejo siempre me pidió que le chupara la verga, pero paso mucho tiempo para que se la chupara. Ese honor de ser el primero al que le mamara la verga lo tuvo el chico que fue mi segundo novio y que era amigo de mi hermano (sobre el escribiré en mi próxima historia) y hasta varios meses después se la chupe por primera vez a don Jacinto.
Aunque yo ya andaba con mi segundo novio y tiempo después con el tuve relaciones sexuales por primera vez, nunca deje de pasar cada que podía a ver a don Jacinto, aunque rara vez lo encontraba solo y podíamos hacer algo. Nunca se canso de pedirme que cogiéramos, pero nunca acepte, solo me gustaba que me manoseara y jalar su verga. Creo que lo hacia porque el viejo sabia como ponerme bien cachonda y tenia platicas de sexo que no tenia con nadie mas y además me ponía sus películas porno que en mi casa ni de broma podía mirar.
Creo que fueron mas de dos años los que ocasionalmente pasaba a recibir unas buenas manoseadas del señor y masturbarlo. Cachondear con el fue mi secreto mas grande de esa época y hubo temporadas que yo pasaba a cada rato a ver si lo encontraba solo, tuviera o no novio en esos momentos a mi me daba igual porque era algo diferente. Pero poco a poco ya no me alcanzaba el tiempo para estar con mis novios y deje de pasar a buscar a don Jacinto.
Como dije antes, el viejo era muy feo y obviamente no era tan buena persona o no hubiera hecho lo que hacia conmigo. Pero le agradezco que a pesar de todo, de sus manoseadas, de ponerme pornografía, de hacer que lo masturbara o se la chupara, de hablarme de sus experiencias que pienso eran solo sus fantasías, me respeto siempre que le dije “NO”. Algún otro en su lugar, teniendo a una mocosa cachonda que lo buscaba para calentarlo, me hubiera violado en algún momento y nunca hizo algo que yo no le permitiera.
Don Jacinto falleció hace algunos años y prefiero recordarlo solo como un hombre que se topo con la oportunidad de cachondear con una chamaca en la edad de la calentura. Creo que si alguna vez nos hubieran atrapado y lógicamente se lo hubieran llevado preso, yo me hubiera sentido terrible porque en realidad no era su culpa. Yo era la que lo buscaba y el pobre ni siquiera salía de su tienda, que bueno que eso no paso.
Creo que sobre esta segunda experiencia sexual en mi vida es todo lo importante. Al igual que en mi anterior relato, aun no había tenido sexo pero es algo que siempre estará conmigo y para mi era importante compartirlo con ustedes. Yo se que prometí ser mas explicita pero ahora si, a partir de mi primera vez, que será mi próxima historia que voy a escribir, todo en mi vida fue coger, coger y seguir cogiendo.
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Que rico yo tambien tengo una tienda y me llegan nenas de cualquier edad apenas manosee a una de sexto grado vien rico
Hola. Enviame email para que me cuentes [email protected]
Hola nosotros somos matrimonio dela cdmx
Ami esposa le gustaría ser manoseada en una verdulero
Donde estas ubicado?
Nuestro # 5538648499