Un compañero de la escuela me cogió por el culo durante un viaje en autobús
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Durante un viaje de la universidad, ya cuando veníamos de regreso el profesor a cargo del autobús, cambio de lugar a mi novio Elías porque íbamos a los besos y en su lugar puso a uno de mis compañeros que se llama Edwing, ese chico nunca me había caído muy bien y mucho menos gustado pero ni modo, me tocaba aguantarlo todo el camino.
El viaje era de la ciudad de Guanajuato a Cuernavaca donde vivimos, eran mas de 5 horas y media de viaje, seguramente terminaría fastidiada de ir al lado de Edwing y efectivamente la mitad del viaje fue terrible, pero después de la segunda parada que hicimos para descansar, ya estaba un poco oscuro, me acomode para dormir un poco y recargue mi cabeza en la ventana del autobús haciéndome bolita en el asiento, se me había ocurrido llevarme una falda de mezclilla, así que me puse una sudadera para cubrirme las piernas, creo que avanzamos como 15 minutos y yo ya había entrado en sueño, pero sentí que una de las manos de Edwing me rosaba el culo, francamente pude hacer un escandalo o por lo menos ponerlo en su lugar, pero estaba muy cansada y pensé, “pobre pendejo, con eso se conforma”, así que trate de volver a dormir, no había nada de ruido, casi todos ya están durmiendo y no tarde en sentir que estaba entrando en sueño y les juro que me perdí por completo.
Aun no entiendo como paso, pero abrí los ojos y me sentía excitada, no reaccione de inmediato, incluso creo que pensé que era Elías que me estaba acariciando entre mis piernas pero desde atrás, me quede sin moverme por unos segundo y caí en cuenta que Edwing era el que me estaba acariciando, nuevamente pensé en pararlo en seco y hacer un escandalo, el cabrón me caía terriblemente mal, pero la verdad es que había despertado cachonda y sentía muy rico que su mano me frotara mi panocha, aunque fuera sobre mi tanga y lo deje seguir, me hice la dormida pero ya estaba consciente de lo que pasaba y me estaba gustando.
Los minutos pasaron y el cabrón del Edwing ya me tenia bien mojada, estaba super excitada, tanto que no me importaba que fuera el, quien me manoseaba, un par de sus dedos ya me estaban acariciando la piel de mi panocha, podía sentir que recorrían toda mi rajita, creo que en algún momento de forma inconsciente me comencé a mover un poco y lógicamente Edwing se dio cuenta que ya me tenia bien caliente.
Cuando ya no aguantaba mas, de plano me senté mas de frente en el asiento que ya estaba reclinado y abrí mis piernas para dejar que Edwing me masturbara mas fácilmente, aun así me seguí haciendo la dormida, pero creo que era mas que obvio que ya no lo estaba, pues Edwing de plano me estaba metiendo 3 de sus dedos bien adentro en mi panocha y cada vez los movía con mas fuerza y mas rápido, a esas alturas era imposible que no sintiera sus dedeadas.
No se realmente que tiempo me estuvo dedeando, pero ya me había venido una vez y estaba cerca de venirme de nuevo cuando el autobús entro a una zona urbana y las luces alumbraban el interior del autobús, además el profesor se puso de pie para decirnos que teníamos 15 minutos para bajar al baño y que ya no haríamos otra parada mas hasta llegar a Cuernavaca, me acomode un poco la falda y no le dirigí la palabra a Edwing, es mas, ni siquiera lo mire, espere que se detuviera el autobús y baje a estirarme un poco, Elías bajo conmigo y me pregunto como iba mi viaje, le respondí que muy aburrido y que me había dormido todo el camino, en eso estaba cuando Edwing bajo del autobús, el idiota se puso a fumar frente a Elías y yo y se chupo los dedos un par de veces para que yo lo viera justo cuando me besaba con Elías.
Antes de subir de nuevo al autobús, le pregunte al profesor si podía cambiarme de lugar y me dijo que no, que ya faltaba poco, que me durmiera y punto, así que de nuevo me tuve que sentar junto a Edwing, todavía el estúpido me pregunto si quería cambiar lado o me quería ir de nuevo en la ventana, no le dije nada y solo le hice una cara de molestia y aunque la verdad me había gustado venirme cuando me masturbo, no pensaba darle otra oportunidad de volverlo hacer.
Cuando me senté en mi lugar, cruce las piernas y las enrollé con mi sudadera, esta vez pasaron como 10 minutos y Edwing nuevamente rosaba su mano con mi culo, me moví para alejarme unos centímetros mas, pero lo volvió a hacer y ya no podía hacerme mas a la ventana, así que lo ignore, pero sus caricias nuevamente me fueron poniendo cachonda, aunque mucho menos que cuando recién desperté antes, esta vez pensé “pues bueno, se siente rico y si dice algo, nadie le va a creer… pues que lo haga”, pero no me volví a poner derecha, me quede hecha bolita y lo deje que metiera su mano bajo mi falda pero desde atrás.
No tarde en volverme a poner bien caliente, el me frotaba mi panocha que seguía mojada pero también le daba caricias a mi ano, incluso me lo picaba con uno de sus dedos, nunca me había gustado que Elías lo hiciera y no lo dejaba, pero Edwing me había puesto tan caliente que me estaba gustando, de pronto sentí que Edwing se asomaba al pasillo y volteaba hacia atrás, cuando se volví a acomodar, sentí que me frotaba el culo con su verga, eso me puso nerviosa, ya era algo diferente a una simple manoseada, el cabrón me quería coger, estaba casi sobre mi y fue cuando por fin le hable para decirle que no, se me acerco a la cara y trato de besarme pero no lo deje, le dije en voz baja: “no idiota, coger no y menos sin condón”.
El no se guardo la verga y me la siguió frotando en mi ano, mientras con su mano me seguía dedeando la panocha, prácticamente estaba abrazándome mientras yo seguía hecha bolita en el asiento, si me ponía un poco nerviosa que nos vieran nuestros compañeros pero pensé que podía decir que no me di cuenta porque estaba dormida, así que no lo quite y deje que siguiera.
Pero entre sus dedos entrando en mi panocha y su verga que la sentía en mi culito, fui dejando que la empujara poco a poco, yo nunca había tenido sexo anal, un par de veces lo intento Elías pero me había dolido mucho, increíblemente, Edwing si pudo metérmela y sin que me doliera, no se si fue por lo lento que lo hizo, pero no me dolió, solo sentí como ganas de cagar pero a la vez era algo mucho mas rico, se comenzó a mover y yo comencé a empujarme contra el, era riquísimo lo que sentía, ni con Elías me había excitado tanto nunca y con ese estúpido quería que siguiera y no me la sacara, en serio que estuve a nada de que me valiera madres todo y sentarme sobre el para que me la metiera mas duro, pero tuve que aguantarme y seguir haciéndolo discretamente.
No voy a mentir, tuve dos orgasmos mientras Edwing me la estaba metiendo en el culo y dedeaba mi panocha, no estaba consciente si estaba haciendo algún ruido o si en verdad estaba callada como pensaba, pero en esos momentos ya no me importaba, tampoco se si solo se vino una vez o se vino mas veces adentro de mi ano, pero cuando me la saco del culo se alcanzo a escuchar algo que puedo describir como pedos con agua y me asuste de que alguien hubiera escuchado, mire a todos lados pero todos parecían dormidos, me acomode de nuevo en mi asiento acomodando mi falda para cubrir mi culo y nuevamente me tape las piernas.
El trayecto me parecía eterno y a la vez corto, me había gustado que me cogiera Edwing, pero ya no quería seguir arriesgándome a que alguien nos viera, supuse que como ya se había venido se quedaría tranquilo el tiempo que faltara para llegar, pero no tardo en seguirme manoseando, le quite las manos un par de veces de mis tetas, pero era muy insistente y le tuve que decir de nuevo en voz baja: “no, ya no, ya parale que nos van a ver”.
Edwing se acomodo en su asiento pero el cabrán se dejo la verga de fuera y se la estaba jalando junto a mi, se tapaba con una chamarra y un par de veces me tomo la mano para ponerla en su verga, pero yo la quitaba, como dejaba de insistir le dije de nuevo en voz baja: “te ayudo pero ya le paras”, me dijo que si y lo comencé a masturbar con mi mano y la verdad es que tiene una verga bien rica el baboso, la tiene poco mas grande que Elías y se sentía mas cabezona, mientras se la estaba jalando pensaba en como me pudo meter eso sin que me doliera, creo que estar pensando en lo rico que sentí me volvió a excitar, entonces, ya sin que Edwing me lo pidiera, me empine a chupársela, claro que antes eche un vistazo para que nadie nos viera.
No puedo decir que chupar la verga sea algo que me guste demasiado, lo hago porque se que les gusta a los hombres, pero me gusto chupársela a Edwing, se la mame solo como 5 minutos y se quería venir en mi boca, pero eso si no, en cuanto sentí que ya estaba a punto de soltarlos, quite mi cabeza, todos cayeron en su chamarra y me dio gusto que le pasara eso por caliente.
Ya el resto del camino que fueron como 20 minutos mas, ya no hablamos ni nos tocamos, cada uno se mantuvo en su lugar, al llegar Elías me llevo a mi casa en un taxi y quería que fuéramos a coger antes de llegar, pero le dije que no porque me sentía cansada y la verdad es que si, estaba cansada y sentía mi culito raro, no me dolía propiamente, pero se sentía raro, como hinchado, así que me dejo y ya no lo vi hasta el otro día.
Edwing trato de hablarme en la escuela en varias ocasiones y como siempre, pues lo mande a la chingada, me sigue cayendo muy mal, aunque me haya gustado como me cogió, con el tiempo dejo de intentar hablarme, por otra parte, sigo de novia con Elías y no he vuelto a tener sexo anal, ni me interesa intentarlo, creo que prefiero quedarme solo con esta experiencia.
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