Tomando el lugar del pendejo de mi cuñado en la cama de mi hermana

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Mi nombre es Nacho y soy un hombre de 41 años del Estado de México, Esta historia la hago publica porque me parece lo mas cachondo que me ha pasado en mi vida. Yo actualmente estoy casado con la que ya es mi segunda esposa, siempre fui un poco mujeriego y tuve experiencias cogiendo con hermanas de mis parejas y hasta con una de mis suegras. Pero hace casi un mes viví el alucine total con una de las pocas mujeres que nunca pensé cogerme y no porque fuera fea, sino porque fue mi propia hermana.

Ella se llama Flor, tiene 37 años y también es casada, pero mi cuñado es un pendejo huevon que no sabe como tratar a su familia. Yo al menos siempre fui responsable con mis parejas y mucho mas con mis hijos a pesar de que me gusta la peda y las viejas. Pero el pendejo de mi cuñado ni siquiera dura en los trabajos y deja a mi hermana y mis sobrinos sin tragar por irse de pedo y con putas.

Mi historia comenzó hace como dos meses cuando mi cuñado agarro el pedo y mi hermana estaba preocupada porque no llego en algunos días. Yo les lleve una despensa porque le culero ni dinero les dejo para comer y mi hermana gana muy poco en su trabajo. Ese día ella no aguanto mas y se soltó a llorar mientras me platicaba que ya no aguantaba al estúpido de su esposo.

Mis sobrinos ya estaban durmiendo y Flor y yo nos quedamos en la cocina tomando una copa mientras me platicaba sus problemas. Nos dieron como las 2 de la mañana tomando y platicando, no me preocupaba porque vivo a 3 calles de su casa y muchas veces he dejado el coche ahí. Pero ya era hora de irme y dejarla descansar, además yo entraba a trabajar en unas cuantas horas, así que le dije que ya me tenia que ir.

Me acompaño hasta la puerta donde nos abrazamos y como siempre le dije que no se preocuparan porque yo siempre estaría ahí para cuidarlos y le sugerí que mejor lo dejara. También le dije que se buscara otro hombre que pudiera ayudarla en lugar de estorbarle, pues siempre ha sido una mujer muy guapa y no le faltan oportunidades que no quiere tomar. Al mismo tiempo le acariciaba su cabello y me sentía sumamente mareado.

Sin dejar de abrazarnos, ella me dijo que no entendía como no se encontró un hombre como yo y cuando me miro a la cara sin pensarlo nos besamos en la boca. Ambos disfrutamos el beso, ninguno se retiro para evitarlo, pero aun borracho en mi mente me preguntaba ¿Qué madres estoy haciendo besando a Flor? y me decía a mi mismo que eso estaba mal porque es mi hermana, pero no hice nada por evitar el beso y me estaba gustando.

Cuando sentí que la verga se me ponía dura, me separe suavemente de ella y le dije que ya me iba, Flor solo me dijo que me fuera con cuidado y me fui. En el camino mi cabeza me daba vueltas y no podía dejar de pensar en lo rico que fue besar a mi hermana pero no era algo bueno. Había sido el primer beso en la boca que nos habíamos dado en nuestras vidas, ni siquiera nunca tuvimos alguna clase de juegos cachondos ni nada parecido.

Ese día llegue a mi casa directamente a dormir un rato para poder ir a trabajar y ya por la tarde llame a Flor para saber como estaba y si había llegado su marido. Ella me dijo que si, que por fin apareció hacia un par de horas y que después me platicaba los detalles, me alegre y eso fue todo.

Días después nos vimos nuevamente en su casa y platicamos un poco pero yo me enfoque en regañar a mi cuñado por sus pendejadas de perderse por días enteros. Unas semanas pasaron sin novedades hasta que nuevamente paso lo mismo y fui a ver que necesitaban. Hicimos unas comparas en el super y me quede con Flor hasta que mis sobrinos se durmieron.

Ya estando a solas, ninguno queria tocar el tema del beso que nos dimos unas semanas antes, además no estábamos tomando esa noche, así que faltaba el valor que da el licor. Pero en algún momento tenia que surgir y en unos minutos donde nos quedamos sin decir nada, Flor me pregunto si había pensado en lo que paso esa noche que estuvimos tomando.

Fui sincero al decirle que pensé que no estaba bien lo que había pasado y que el alcohol nos hizo perder el sentido de la realidad, pero que había sido algo bonito para mi sentir su cariño de esa forma. Flor me dijo que le paso igual, que había estado pensando mucho eso porque creía lo mismo, que el alcohol nos hizo perder la conciencia de que eso estaba mal. Curiosamente escuchar que pensaba eso me dio una sensación de tranquilidad que no entendía porque era, pero fue como pensar que no había peligro de que sobre todo yo cayera en esa tentación.

Pero las horas pasaron y nuestra platica nos llevo al tema de que Flor tenia que decidirse a dejar a su marido, yo le daba ánimos de que fácilmente conseguiría un buen hombre que la aceptara con mis sobrinos y la quisiera de verdad. Y no solo era por animarla, sinceramente siempre ha sido muy guapa y a pesar de que nunca ha hecho ejercicio y de sus dos embarazos, tiene una figura que muchas chicas jóvenes quisieran tener. Antes de casarse un chingo de mis amigos querían con ella y aun después de que se caso, me siguen preguntando por ella. Pero Flor se fue a quedar con el pendejo de su esposo porque según era el tipo muy carita que muchas muchachas pendejas querían con el sin imaginar en el parasito que se volvió.

El autoestima de Flor estaba por los suelos y decía que no podría rehacer su vida tan fácilmente, por lo que le dije que no tenia que ser inmediatamente. Que igual le hacia bien tomarse un tiempo sola y que contaba conmigo para todo lo que necesitara ella y mis sobrinos. Nuevamente nos abrazamos y esta vez ninguno decía nada, solo nos sentíamos cerca uno al otro mientras Flor lloraba.

El problema vino cuando la mire a la cara y vi sus hermosos ojos cafés con lagrimas cayendo por su lindo rostro. Ella me miraba a los ojos y mi mente se quedo en blanco. Nuevamente nos besamos, pero esta vez ninguno estaba tomado y aun así nos dejamos llevar por el beso. La boca de mi hermana se sentía tan suave, tan cálida y el beso era mas bien tierno, pero no pude evitar sentirme excitado.

Después de besarnos por unos minutos, Flor se recargo en mi pecho y me pregunto directamente si estaba excitado y solo pude responderle con la verdad. Ella me dijo que también estaba excitada y que le daba miedo lo que estaba sintiendo. Levante su rostro y le dije que no tenia porque tener miedo, pero que no estaba bien y que si algo mas pasaba, ambos debíamos estar seguros de hacerlo.

Como respuesta me volvió a besar en la boca y fue como cambiar un swich porque esta vez ya no pude contenerme y solo podía pensar en disfrutar de su cuerpo. Flor y yo nos besamos mientras caminamos a su recamara y después de cerrar la puerta con seguro, nos comenzamos a desvestir sin dejar de besarnos.

Lo primero que hice fue pegarme a los grandes pechos de mi hermana y comenzar a chuparlos y mientras lo hacia, escuchaba ligeros gemidos de Flor. Ya estando cachondo no podía ver y sentir a Flor como hermana, mas bien la sentía como una mujer llena de deseos y al mismo tiempo frustraciones por la relación con su marido. Cuando ella me besaba el pecho, yo acariciaba su cabello y sentía su lengua recorriendo mi piel. La verga se me lleno de sangre caliente, queria meterla en ella pero al mismo tiempo sentía ternura por mi hermana.

Nos acostamos en su cama y me puse sobre ella, quede en medio de sus piernas y mi verga rosaba su pachita húmeda y cálida. El cuerpo de Flor se sentía mucho mejor que el cuerpo de mi esposa, sin marcas de sus embarazos, sin la panzota que tiene mi mujer y su olor era riquísimo. Clave mi cara en el cuello de Flor y la besaba suavemente, podía sentir el olor delicioso de su cabello y de su piel mientras mi verga se restregaba contra su pucha.

No hablábamos nada, creo que no queríamos echar a perder el momento tan rico que estábamos viviendo. Mi verga encontró el camino y comenzó a entrar en la puchita de Flor y poco a poco se metió completa. Poco a poco ambos fuimos aumentando nuestros movimientos y la cogida se fue poniendo mas intensa.

Mientras estaba sobre Flor y ella abría sus piernas para mi, sentía como me abrazaba y no podía dejar de besarla. Después de varios minutos cogiendo, nos fuimos soltando mas y dejamos salir algunas palabras sin dejar de disfrutar la cogida.
Flor – ¿Qué estamos haciendo Nacho? ¿Te das cuenta? esto es incesto.
Yo – Lo se, lo se, ¿Quieres que dejemos de hacerlo?
Flor – No, sigue, ya no importa, ya lo hicimos y me gusta mucho aunque a lo mejor después me arrepiento. No quiero que cambie nada entre nosotros.
Yo – No tiene que cambiar nada, siempre serás mi hermanita a la que amo, a la que nunca permitiría que lastimaran y menos lo haría yo. Es solo que no puedo evitar que me gustes tanto, no puedo evitar mirarte y sentirte como una hermosa mujer que merece algo mucho mejor que lo que tiene.

Nos dimos un nuevo beso pero detuvimos un poco la velocidad de la cogida, en su lugar, empuje con fuerza mi verga dentro de Flor y me mantuve lo mas profundo mientras nos besamos. Después del beso volví aumentar la velocidad de la cogida y ella me rasguñaba la espalda mientras me decía que no me detuviera.

Casi como si estuviéramos sincronizados sentí que ella llegaba a un orgasmo y al mismo tiempo sentí que me venia. Cuando mi semen estaba por salir de nuevo metí mi verga con fuerza hasta lo mas profundo de ella y deja salir todo mientras ella se retorcía con un gemido delicioso.

He cogido con muchas mujeres, pero coger con mi hermana fue lo mas delicioso en mi vida y no creo que tenga que ver con el hecho de ser hermanos aunque no puedo negar que si me excitaba solo de pensar que estaba dentro de Flor. Después de que terminamos de coger nos quedamos desnudos abrazados y platicamos un poco antes de quedarnos dormidos.

Flor decía que si nuestros padres estuvieran vivos se morirían de nuevo si supieran lo que hicimos. Pero a mi modo de ver, deberían estar orgullosos de que sus hijos se amen incondicionalmente y se protejan. Nada, ni siquiera que digan que el incesto es pecado, es peor que una mujer como Flor tenga que aguantar a un hombre como su esposo.

Esa misma noche o mas bien madrugada me despertó una llamada de mi esposa para saber si iba a llegar o me quedaría en la casa de Flor. Le confirme que me iba a quedar con ella y hasta le mando saludos a mi hermana sin saber que la tenia a mi lado desnuda. Flor me dijo que no queria lastimar a mi esposa o dañar mi matrimonio, aunque ella sabe que bien, bien no la llevamos. Prometimos que lo que paso no tenia que afectarnos en nuestra relación de hermanos y menos en nuestra vida diaria. Curiosamente ninguno de los dos menciono nada de que no volviera a pasar y creo que es porque los dos queríamos que pasara de nuevo.

Esa mañana mientras estábamos desayunando con mis sobrinos, llego el pendejo de mi cuñado aun borracho y por primera vez me opuse a que entrara a la casa. Le dije que no lo queria volver a ver cerca de mi hermana o mis sobrinos y que regresara por sus cosas cuando estuviera en juicio. Se puso un poco agresivo pero por respeto a mis sobrinos no le rompí la madre al pendejo y mejor llamamos una patrulla.

Unos días después acompañe a mi hermana a ver a un abogado que nos ayudara con su divorcio y comenzamos el tramite. Yo me estoy haciendo cargo desde entonces de los gastos y me gusta ver feliz a Flor y mucho mas tranquilos a mis sobrinos. Flor y yo no volvimos a coger hasta hace una semana porque había muchas cosas que arreglar, pero fue igual o mas rico esa segunda vez. Y hace un par de días hubo la tercera y mas reciente cogida entre ella y yo.

No quiero ni puedo verla como una amante mas porque a Flor la amo como hermana aunque la deseo como mujer. Quedamos que nunca vamos a arriesgar a que alguien se entere de lo que pasa entre nosotros y se que lo vamos a cumplir. Creo que lo único malo es que cuando ella decida rehacer su vida con alguien mas, me va a doler de una forma diferente a cuando se caso con el pendejo de su marido. Pero entiendo que ella y yo nunca podríamos pasar de tener nuestros momentos íntimos por mucho que nos guste.

Esta es mi historia y aunque apenas esta empezando esta nueva forma de ver a mi hermana, se que será algo que nos acompañara durante el resto de nuestras vidas.

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