Mi linda empleada doméstica de 19 años coge conmigo de 38 y con mi hijo de 18
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Hace 8 meses llego a trabajar a la casa Claudia, la nieta de doña Carmen, la señora que trabajó más de 8 años como nuestra empleada domestica. Claudia es una chamaca de pueblo, tiene 19 años pero ya tiene no uno, sino 2 hijos y apenas pudo terminar la primaria. Mi esposa estaba muy acostumbrada a doña Carmen, pero es una señora grande que ya le cuesta trabajar y quiso que su nieta se quedara en su lugar. Mi esposa no estaba de acuerdo por muchos motivos, principalmente porque era una chamaquita muy joven, con el antecedente de ya ser mamá. Ademas decia que era mala idea meter una chica joven teniendo un hijo casi de la misma edad. Yo le afirme que mi hijo no se fijaria en una chamaca de pueblo teniendo tantas amigas y novias bonitas. Pero finalmente, por las súplicas de doña Carmen, porque la chamaca lo necesitaba, mi esposa termino aceptando. Nosotros fuimos hasta el pueblo de Doña Carmen a recoger a su nieta y llevarla a la casa a trabajar.
No me tomen a mal cómo voy a describir cuando conocimos a Claudia, no somos personas clasistas, pero así son las cosas. En el pueblo de doña Carmen, todos son weros porque descienden de franceses, pero son gente muy humilde y aún hay muchas personas sin nada de educación. Claudia es una chiquilla de cara muy bonita, de ojos cafes y cabello claro, pero estaba completamente descuidada y parecía más joven de lo que es. Ella es chaparrita y delgada, la ropa vieja que usaba era de hombre y le quedaba grande, era una camisa de botones y un pantalón de mezclilla. Aún así, se podía ver que a pesar de ser flaca, es muy tetona y parecía no estar usando brasier. Sus zapatos eran de plástico semi transparente y se podía ver mugre en sus pies y tobillos. Mi esposa no pudo evitar hacer cara de desagrado, pero le dije que se controlara y después de que Claudia se despidió de sus hijos, nos regresamos con ella a la casa.
Llegamos de noche, pero mi esposa le dijo que se metiera a bañar y que al otro dia le diría lo que tenía que hacer, yo sentí que era un poco grosera, pero realmente le hacía mucha falta. Como habíamos pasado a cenar en el camino, ya solo nos acostamos a dormir, pero hasta que mi esposa se aseguró que Claudia saliera de bañarse. En los días siguientes, regresando de su trabajo, mi esposa se fue con ella para comprarle ropa y unos tenis a Claudia, incluyendo algunos brasieres porque le molestaba que no usara. Yo me había mantenido muy al margen de todo porque sentí que era cosa de mujeres. La ropa que mi esposa le regaló, eran un par de pans deportivos de algodón, un pantalón de mezclilla y 3 playeras, todo era poco más grande de lo que sería su talla y eso que lo compró en la sección de jovencitas. Después entendí que mi esposa compró una talla más porque se dio cuenta que Claudia se veía muy bien de cuerpo y debe haber supuesto que asi se veria menos femenina. No se si lo hacía pensando en que mi hijo no se fijara en ella o lo hacia tambien por mi. Digo, yo soy un hombre de 38 años y aunque si he tenido alguna que otra aventura, mi esposa nunca ha tenido motivos para sentirse celosa. Pero la mente de las mujeres casi siempre va dos o tres pasos por delante que nosotros.
Pero aunque mi esposa se esforzaba para que nunca estuviéramos mi hijo o yo solos con Claudia, era imposible. Pero realmente no pasaba nada, si yo estaba en casa solo con Claudia, por lo regular ella estaba haciendo algún quehacer o encerrada en su cuarto. Aun asi, me toco un par de veces ver a claudia salir de su cuarto usando las playeras que mi esposa le prohibió usar por el dia, sin llevar brasier y se le notaban muy ricas sus tetotas y sus pezones. Pero hasta aquí, no era nada más que echar un rapidísimo taco de ojo con la morrita. Pero en el caso de mi hijo, si note que platicaba mucho con Claudia, finalmente son jóvenes y a mi no me importaba siempre que no la fuera a dejar embarazada.
Entonces un día que llegue de trabajar y mi esposa me avisó que no tardaba, entre a la casa y atrape a Claudia masturbandose en la cocina con una calabacita (no se como las conozcan ustedes, es como un pepino pero más suave, no es la redonda). Ella no se había dado cuenta que había llegado, estaba de pie, con los pies separados y tenía los pands bajados hasta las rodillas. La chamaca se estaba metiendo el vegetal y cuando me vio, lo saco tan rápido como pudo y se subió los pans. No me miro a la cara, pero como es muy blanca, se le notaba que estaba super colorada y solo me dijo “perdón señor, no lo escuche, de verdad perdóneme”. Yo trate de no avergonzarla más, pero si le expliqué que mi esposa estaba por llegar, que cuando quisiera hacer sus cosas las hiciera en su recámara y que por favor, echara cualquier cosa que usara a la basura en lugar de ponerlo donde estaba.
Fua algo tan rápido y tan inesperado, que aunque la vi con los calzones abajo, no tenia ningun detalle de su cuerpo en mi mente. Tampoco fue algo que me excitara en ese momento porque estaba más preocupado que llegara mi esposa y preguntara qué estaba pasando. Claudia se queria ir de la cocina según a seguir limpiando. Pero aunque yo no tenía idea de que decir en un caso asi, le dije que se esperara, que mejor hiciera algo en la cocina para que le explicara algo. Me senté en la sala y puse la televisión, por si llegaba mi esposa no me viera cerca y mucho menos hablando con Claudia. Le dije que no estaba molesto, que entendía perfectamente que tuviera necesidades, pero que cualquiera de la casa la podía haber atrapado. Le deje muy en claro que aunque estábamos contentos con su trabajo, a mi esposa no le parecía que estuviera en la casa. Entonces, si la hubiera atrapado mi esposa, era el pretexto perfecto para correrla. Claudia no respondía nada, hasta que escucho que dije lo de mi esposa y pregunto porque no la queria trabajando ahí.
No pensé mucho mi respuesta, creo que solo dije lo que pensaba, le explique que no era que mi esposa lo hubiera dicho directamente, pero que seguro era porque es demasiado bonita. Y que al haber dos hombres en la casa, cualquiera de nosotros la podía ver de otra forma y no como empleada. Vi que Claudia no pudo ocultar un ligera sonrisa al tiempo que se ponía un poco roja de nuevo. Apenas le estaba explicando que iba a hacer todo lo posible para que se quedara en la casa y que mi esposa no la molestara, cuando se escuchó el coche de mi esposa entrando a la casa. De inmediato me acomode mirando las noticias en la televisión y Claudia siguió en lo suyo.
Por algunos días todo transcurrió como de costumbre, pero francamente, ya tenía metido en la menta a Claudia. Sabía muy poco o casi nada de ella, pero como a su edad ya tenía dos hijos, supuse que no sería la niña buena que aparentaba. Tenía mucha curiosidad de saber un poco más, pero no había tenido la oportunidad de estar a solas con ella. cuando no estaba mi hijo, estaba mi esposa. De hecho, sospechaba que a lo mejor mi hijo ya se la andaba cogiendo, pero no estaba seguro de nada. Todo era más morbo de saber cosas de ella que otra cosa, porque yo estaba conciente que le doblaba la edad, ósea, es apenas un año mayor que mi hijo, aunque se viera mucho más jovencita.
Entonces tuve una plática con mi hijo, mientras íbamos a uno de sus partidos de fútbol. Le pregunté qué le parecía que Claudia estuviera trabajando en la casa y pude notar su emoción al responder. Aunque solo dijo que estaba bien, yo supe que habia algo mas alla de eso. Le dije que me podía confiar lo que fuera, porque yo entendía perfectamente que Claudia era una chica muy, muy bonita y pues de su edad. Entonces se abrió conmigo y me dijo que si le gustaba mucho, pero que sabía que ella pues ya tenía hijos y que él no queria tener problemas. Que además, entendía que no era una chica con la que pudiera tener algo serio, porque apenas y sabía leer y escribir, mientras él está empezando su carrera. Pero sobre todo, que quiere mucho a su novia y bla, bla, bla. Prácticamente estaba escuchando palabras de su mamá en la boca de mi hijo, pero finalmente era bueno que entendiera esas cosas. Entonces fui más directo y le pregunte si ya habia pasado algo entre él y Claudia, él se volteo hacia la ventana del coche y me dijo que “pues… algunas cosas”. Cuando le pregunté si ya se la había cogido, me respondió que algunas veces. Lo primero que le dije es que, aunque yo no me espantaba, que no la fuera a cagar dejándola embarazada y sobre todo que no se fuera a dar cuenta su mamá.
El me respondió de inmediato que no me preocupara, que Claudia le platico que cuando nació su segundo hijo, sus papás hicieron que la operaran para que ya no tuviera más hijos. Era información que yo no sabía, pero de igual forma le dije que usara protección porque no sabía nada de ella y no le fuera a pegar algo. A partir de ahi, queria platicar con Claudia para que no se fuera hacer muchas ilusiones con mi hijo, mas que nada para que no fuera a salir lastimada porque el tenia su novia. Pero pasaron unos días sin que tuviera un momento a solas con ella. Hasta que finalmente un día llegue antes y pude platicar un buen rato con ella.
Cuando le dije que dejara de hacer lo que estaba haciendo porque queria platicar con ella, Claudia me miró con esa carita tierna llena de preocupación. Pensó que le diría que ya no iba a trabajar con nosotros, pero le aclaré que era muy personal y que esperaba que no me lo tomara mal. Le solté lo que sabía sin darle muchas vueltas y le explique lo que pensaba respecto a no salir lastimada, pero también que entendía que eran jóvenes. Igualmente le dije que por mi no había ningún problema, le expliqué que yo era mucho más abierto que mi esposa pero que debían tener mucho cuidado de que ella no se diera cuenta. Ya como en tono de broma y para que se relajara, le dije que lo bueno era que ya no necesitaría llevarse cosas de la cocina, obviamente refiriéndome a cuando la atrape masturbandose.
Yo no lo sabía, pero esa platica iba a cambiar mi vida en muchas más formas de las que yo pude haber imaginado. Claudia me dijo que no me preocupara, que a ella le gustaban los hombres mayores, que nunca había tenido novios de su edad porque no le gustaban. Que con mi hijo aceptó tener relaciones porque le caía muy bien y porque él le insistió mucho. Que además, como no le quitaba nada complacerlo, pues que por eso lo hizo. Pero me dejó en claro que aunque es guapo, no era el tipo de hombre que le atraía. Lo primero que pensé, fue “pinche chamaca pendeja, ya quisiera encontrar un chico bien, como mi hijo para algo serio”. Pero no le di mucha importancia y aprovechando que aún tardaría mi esposa seguí platicando con ella. Le pregunté sobre el papá de sus hijos y me dijo que del primero era un albañil que trabaja con su abuelo (el esposo de doña Carmen) y que el papá del segundo era un vecino de sus abuelos que era campesino. El albañil era un hombre de según Claudia, de 35 años y el campesino era un hombre de casi 50 años.
Estaba impactado, yo sabía que en algunos pueblos aún hay costumbres de que se casan bien jovencitas con hombres mayores, pero era demasiada diferencia de edad. Además tenía dos hijos de papás diferentes y eso también era algo que no esperaba. Le seguí preguntando y me platico que vivió un tiempo con el albañil pero que tomaba mucho y que le llegó a pegar algunas veces. Con el otro, nunca convivió porque el señor tenía familia y era abuelo de una de sus mejores amigas. Ambos le ayudan con lo que pueden para sus hijos, pero les dan $500 pesos al mes y eso a veces. Me dijo que su familia sabía perfectamente quienes eran los papás de sus hijos, pero que eso no les importaba demasiado, incluso el abuelo se llevaba muy bien con ellos. En este punto me sentía apenado por su situación, que supongo existirá en muchas otras chicas en los pueblos, pero uno en las ciudades ni se lo imagina.
Cuando le pregunte si habia andado por su voluntad con ellos, me dijo que sí, que había estado muy enamorada del albañil. Me platicó que él había sido el primero en su vida y que hacía todo lo que él le pidiera para tenerlo feliz. En sus palabras “Estaba bien loco, me pedía cosas bien raras, pero me encantaba ese hombre, no es muy alto, pero es musculoso, peludo, barbón y yo siempre lo obedecía”. Le pregunte que cosas le pedía hacer y ella se sonrojo y solo me dijo “pues cosas”. Conforme me contaba más, cambie de sentir pena por ella, a sentir que estaba platicando con una chica con más experiencia de la que pudieras imaginar. Al mismo tiempo la miraba con solo una cosa en la mente, “¿como será en la cama?”.
Francamente aunque la plática iba por un sentido muy sobre sus experiencias sexuales, Claudia parecía platicarme despreocupada, como quien cuenta una simple anécdota. Cuando me describió al albañil que fue su pareja, sentí que definitivamente yo no encajaba en lo que para ella era atractivo, únicamente en la edad del tipo, que era más o menos de la mía. Luego me platico del campesino y de que lo trataba mucho porque era abuelo de una de sus amigas. Me dijo que le gustaba mucho que era un señor bien directo, que siempre le decía que le gustaba mucho incluso frente a su esposa, hijos o nietos. También le gustaba que era muy mandón en su casa, que todos le tenían miedo por su carácter fuerte. Que cuando iba con su amiga, el hombre la abrazaba y le daba besos en los cachetes frente a todos diciendo que ella era perfecta. Hasta que un día él estaba trabajando en su finca y ella pasó sola, el señor la llamó y le dijo que se fuera con él a las matas crecidas donde se la cogio. Desde ahi comenzo a verlo todos los días hasta que salió embarazada otra vez y ya no la dejaban salir sola.
Estaba realmente sorprendido de escuchar a Claudia, queria seguir platicando con ella, pero llego mi hijo y tuvimos que dejar la plática hasta ahí. Pero los días que pasaron desde esa plática hasta que tuvimos la oportunidad de nuevamente estar solos, yo no podía dejar de pensar en Claudia y en lo que me había contado. Incluso cuando cogia con mi esposa, tenía en la mente a Claudia, pero extrañamente, me la imaginaba cogiendo con esos hombres y no conmigo. Cuando la miraba trabajando en los quehaceres de la casa, con su ropa grande y su carita bonita y angelical, no podía comprender, cómo una chica asi de linda, terminó con dos hijos de dos hombres tan mayores.
En la siguiente ocasión que tuvimos tiempo a solas, le dije que tenía mucha curiosidad de lo que la ponía a hacer el albañil. Esta vez Claudia no se sonrojo, pero no queria decirme. Solo me decía, “ay señor, pues cosas, cosas que hacen las parejas… supongo”. Yo ya le había dicho que cuando estuviéramos solos podía decirme Fer (Me llamo Fernando) y se lo reclame. Le insistí que me platicara sobre lo que hacía y solo me dijo que le daba pena contarme, pero que a lo mejor después me decía. La verdad, aunque sabía que mi hijo ya se la había cogido algunas veces, ya no me la podía sacar de la mente y queria ver si había chance de algo más. No queria platicar con ella otra cosa que no fuera de sexo, así que me avente a preguntarle si aun seguía llevándose cosas de la cocina o le bastaba con quitarse las ganas de vez en cuando con mi hijo. Esperaba que me dijera que ya no tomaba nada, pero que si, que necesitaba algo mas, eso seria como mi puerta de entrada con ella. Pero me dijo que sí, que seguía llevándose cosas porque siempre tenía ganas. ¡Madres! ¿Cual puerta? eso me estaba abriendo una avenida completa.
Me sentí como adolescente, todo nervioso, con la adrenalina hasta el tope, pero no queria cagarla y hacer algo que ella pudiera reclamar y terminar metido en problemas. Entonces le dije que si queria, podia conseguirle un consolador y que solo tenía que esconderlo muy bien en su cuarto, pero ella preguntó qué era eso. No podía creer que en esta época, hubiera alguien que no supiera lo que era un consolador. Le explique lo que eran y me dijo, que si eran caros, mejor no, que de todas formas estaba acostumbrada a las verduras. Mi siguiente pregunta fue sobre ¿desde cuando se masturbaba? y ¿con qué lo hacía? Claudia me dijo que se comenzó a masturbar con cosas desde que empezó a tener relaciones y que en su pueblo sus amigas tambien se masturbaban con verduras. Cuando le pregunte cada cuanto se masturbaba, me dijo que todos los días. Se me ocurrió preguntarle, que si solo lo hacia ahora que no estaba en el pueblo o si tambien se masturbaba cuando estaba juntada. Me respondió que era lo mismo, que cuando su marido (así se refería ella al albañil) no estaba, ella se pasaba mucho tiempo masturbandose. Ahora si, yo ya estaba a punto de brincarle, estaba bien cachondo, pero aún había algo que me detenía, creo que era el saber que cogia con mi hijo.
Mi siguiente pregunta fue que si prefería masturbarse o coger con alguien y con voz tímida me dijo “Ay don Fer, pos claro que coger con alguien, pero pos no siempre hay con quien”. Ya, era demaciado, ya no podia mas, le pregunte “¿Y si lo hubiera?” entonces, como si supiera mis intenciones, me respondió “ha pos me gustaría más”. Yo me levanté de la silla donde estaba y me acerque a ella, la tome de la cintura y le plante un beso delicioso que ella respondió. Por muy cachondo que estuviera, me sentí raro, hasta un poco mal porque ella es pequeña, su cabeza apenas llega a mi barbilla y sus tetas a mi estómago, su boca también se siente pequeña, pero besa muy sabroso. La cosa es que Claudia no es una chica que espere a que tu hagas todo, mientras nos besamos comenzó a acariciar mi verga por arriba del pantalón y me la puso mas dura aun. Sin que le dijera nada, saco mi verga del pantalón y mientras nos besabamos me la jalaba muy rico.
Igualmente por ella misma se arrodillo y me comenzo a chupar la verga, podía sentir su pequeña boca recorriendo toda y tratando de metersela lo más posible. Yo sabía que todavía teníamos tiempo, pero me sentía nervioso, nunca había sido infiel a mi esposa en nuestra propia casa. Le dije que se levantara y la lleve a la sala, la puse de perrito y le baje los pans hasta los tobillos pero sin quitarselos. Ver su cuca y su culito era verdaderamente delicioso, el ano lo tiene bien rosadito y la cuca un poco menos pero igual es rosadita. Le deje ir la verga poco a poco, hasta que se le fue toda y comence a darle una rica cogida.
Mientras me la cogia, le dije que le traía un chingo de ganas y ella me respondió “¿ay don, y porque no me dijo antes?”. Le dije que no sabia si ella queria y su me dijo, “pero, ¿Porque no iba a querer?”. Me sentia hiper excitado, la tenia de perrito cogiendomela con fuerza y ella comenzo a decir que le gustaba mucho y que lo hiciera duro. Ella tenía puesta su playera con brasier puesto, pero sacó sus tetas del brasier y que delicioso le colgaban y se movían. Por un rato no hablamos mucho, solo ella decía que siguiera, después cambiamos de posición, la acosté en el sofá y me puse sobre ella. Entonces me pregunto mientras me la cogia, “¿Que quiere que haga con su hijo?¿Le digo que ya no? o ¿No le molesta que tambien me coja?”. Yo estaba super caliente, esa chamaca es de otro planeta, le dije que como ella quisiera, solo que por nada le fuera a decir lo que estábamos haciendo. Nada más me dijo que si con la cabeza y seguimos cogiendo hasta que me vine dentro ella, confiado en lo que me dijo mi hijo sobre que estaba operada.
Nos comenzamos a acomodar la ropa, aún había unos 40 minutos para estar solos, pero no podía arriesgarme. Le dije que si ahora si me iba a contar lo que hacía con su “marido”, pero seguía respondiendo que le daba pena. Le dije que no había algo que me asustara o que considerara como algo malo, pues los juegos son normales en las parejas. Yo imaginaba que a lo mejor le hacia sexo anal, aunque lo dudaba porque su anito se ve bien cerradito, también imaginaba que a lo mejor ella llamaba raro a que el tipo se viniera en su boca o incluso, que a lo mejor la amarraba o que la vestía de forma sexy, aunque si no tenía ropa decente, menos lencería o algo asi. Claudia comenzó a contarme que a el, le gustaban muchas cosas raras, pero que no era nada malo. Me dijo que cuando comenzaron a verse, el la hacía desnudarse y así la metia a una finca donde la hacía masturbarse con elotes o con las agarraderas de sus herramientas. A el no le gustaba cogérsela en su casa, que siempre se la llevaba sin ropa hasta la finca y tenía que caminar bastante. Un poco después, le dijo que tenía que aprender a usar el culo y la masturbaba por ahí. Comenzaron a tener sexo anal y dice que después el tipo juntaba mazorcas y ella se tenia que meter las que pudiera en sus hoyitos. Mientras ella lo hacía, el se masturbaba mirando hasta que ponia muy caliente y era cuando se la cogia.
No era lo único, dice que como era muy borracho,cuando andaba pedo, se meaba dentro de ella mientras se la cogia. Otras veces dice que nada mas de momento se quitaba, se ponía de pie, le decía que no se moviera y se orinaba sobre ella, terminaba y regresaba a cogérsela. Poco antes de que ella supiera que estaba embarazada, dice que el tipo le decía que le gustaría verla coger con su perro, pero ella le decía que le tenía miedo. Yo le pregunte que si veía eso normal y que si lo había hecho, ella me dijo que no lo llego a hacer, pero que el hombre le decía que era normal, que todas las parejas lo hacían con sus animales pero que no andaban diciendo. Hasta le dijo que por eso algunos tenían perros, caballos, burros o cerdos, le llegó a decir que por eso su abuelo siempre había tenido al menos un animal en su casa. Insinuando que su abuela (doña Carmen también lo había hecho alguna vez). Claudia dice que algunas veces si masturbo al perro mientras el tipo se la cogia y le decía que se dejara coger por el animal, pero ella nunca aceptó porque el perro gruñía y le daba mucho miedo.
No me esperaba nada de lo que me contaba, pero si que era un tipo muy enfermo, dudo que así sean todos en los pueblos. Le pregunté si lo que hacía con su marido le gustaba, Claudia me dijo que al principio no mucho, pero con el tiempo si le comenzo a gustar lo de las mazorcas y las herramientas. Lo de las meadas, dice que le daba igual, ni le gustaba ni le molestaba. Pero que lo del perro le daba mucho miedo, que a lo mejor si no hubiera sido bravo, que a lo mejor si lo hubiera hecho. Yo no sabía si había más en su historia, pero le pregunté si hacían otras cosas y me dijo que sí, que muchas. Yo despues de oir lo que me conto no podía imaginar nada más. Le insistí para que me contara más y nuevamente dijo que le daba pena.
Aquí es donde la cosa se pone bien cabrona, de verdad que no me lo esperaba, ni en mis más torcidos pensamientos. Pues poco después de que ella supo que estaba embarazada, se fue a vivir con el, ya con permiso de su familia. Dice Claudia, que ya viviendo juntos, solo la llevaba de nuevo a coger a la finca cuando el tipo se emborrachaba. Pero un día, comenzó a llevar tipos a la finca y le decía a quien llevara que se esperara metido entre las plantas y llegaban con ella ya desnuda como otras veces. Cuando ya estaban ahí, se encontraban con el amigo del tipo y le decía que cogiera con el. Dice que siempre llevaba a solo uno y que al principio ella no queria, pero que el marido le decía que cogiera con su amigo, que era lo mismo que con las mazorcas, solo que con alguien de verdad. Ella termino haciendolo, cogia con el que hubiera llevado su marido antes de que el se les uniera y se la cogieran entre los dos.
Tenía sentimientos encontrados, por un lado si estaba excitado, pero al mismo tiempo me daba coraje porque eso era un abuso estando ella embarazada. Claudia dice que cada fin de semana el hombre se emborrachaba y llevaba a alguien a cogérsela en la finca. Dice que fueron como 6 o 7 hombres diferentes, pero cada semana uno u otro, entre ellos le llevó a un primo de ella que trabajaba con él y su abuelo. Claudia fue sincera cuando me explicó que al principio le daba miedo, que le costaba excitarse, pero que ya cuando estaba cogiendo, se le pasaba el miedo y que si lo disfrutaba. No sabe cuántos meses tenía de embarazo cuándo le comenzó a decirle al tipo que ya no queria porque después le dolía la panza, pero que ya se le notaba una panza muy grande. La primera vez que le dijo que ya no queria, fue la primera vez que el le golpeó y le dijo que de ahí estaba sacando dinero para el chamaco. Osea que el cabrón la estaba prostituyendo estando embarazada.
Ella se aguanto viviendo con él hasta que nació su hijo, dice que si estaba muy enamorada del hombrecillo y que le dolió mucho pero ya le tenía miedo. Aun así, dice que lo seguía viendo casi todos los días hasta que el se llevo a vivir a otra chamaca que era amiga de Claudia. Estaba por contarme esa parte de la historia cuando escuchamos el coche de mi esposa y los dos corrimos para lados diferentes, estaba tan clavado en la historia que se me olvidó que estaba por llegar mi esposa. Creo que estaba como zombi, mi esposa me estaba platicando no se que cosa, pero yo solo estaba pensando en todo lo que me había contado Claudia. Hasta ese dia, yo había asumido que la pobre chamaca, había tenido solo dos hombres en su vida que eran los papás de sus hijos. Pero hasta la habían prostituido, aunque no fue culpa de ella, pues ni siquiera sabía que el tipo lo hacía para sacar dinero. Pero conforme pasaron las horas y luego un par de días, llegué a pensar, “¿No serán inventos de la chamaca?”, se me hacia todo demasiado fuerte, pero francamente no me había dicho nada que fuera imposible.
Un par de días después de esa primera cogida, mi esposa iba a llegar tarde y mi hijo se había ido con su novia, cuando entre la agarre lavando ropa y sin nada previo, la abrace y la bese bien rico. Ella reaccionó respondiendo el beso y preguntando si la señora no iba a llegar temprano, le dije que no y de inmediato comenzó a tratar de sacarme la verga del pantalón. Se puso nuevamente de rodillas para chuparme la verga bien rico. No la deje mucho tiempo ahi, tenia muchas ganas de cogermela y la lleve a su recamara donde la desnude por completo, me senté en su cama y ella se puso de frente a mi sobre mis piernas. Me pegue a sus enormes tetas y se las chupe delicioso. Ella me decía que le gustaba mucho que le chuparán las tetas y yo las recorría con mi boca. Sus pezones son rosados al igual que su culito, eran una verdadera delicia. Mientras yo estaba metido chupando sus tetas, ella acomodo mi verga en su cuca y se sentó ensartandola toda. Ya no podía seguir chupando tan fácilmente sus tetas, pero las tiene tan grandes que al alzarlas con mis manos, alcanzaba a chupar sus pezones. Claudia se daba sentones deliciosos y al mismo tiempo se frotaba sus tetas. Podrá ser humilde, joven y sin estudios, pero sabe coger delicioso y se pone super cachonda.
Yo no hablaba, realmente queria tener un oído atento por si escuchaba el coche de mi esposa, pero Claudia me decía, que le pidiera cualquier cosa y que ella lo haría. Que un rostro tan lindo e inocente como el de ella, te diga algo asi, es super excitante y en verdad tenia la verga a punto de reventar. Para no venirme tan rapido se la saque y le dije que se pusiera de perrito, ella se empino, me acomode detrás de ella y comence a chupar su culito. Podrá ser muy de rancho, pero su cuca y su culito olían delicioso, yo pasaba mi lengua por cualquier lado que alcanzara. Al principio le estaba abriendo las nalgas, pero luego estire mis manos buscando sus tetas y cuando las alcance, se las masajeaba mientras seguía clavado entre sus nalgas. Ella me decía que estaba bien caliente, que no me detuviera y les juro que cuando vi, le escurría un hilo de beba que salía de su cuca por lo excitada que estaba.
Unos minutos después me levante para ponerle la verga en la cuca, se la meti y le di algunos empujones. Mirando nuevamente su culito y sabiendo que ya había hecho sexo anal, le pregunte si se la podía meter en el culo y me dijo que si. Saque mi verga de su cuca y la puse en su ano, en verdad lo veía muy cerrado, pero se la empuje y poco a poco se le fue toda. Claudia no se quejo, pero comenzó a gemir mientras me la cogia y también comenzó a decirme que le diera mas duro. Cogerme a Claudia por el culo es lo mas delicioso que he sentido, ella puede ser flaca y chaparrita, pero en verdad traga verga por el culo que da miedo. Supongo que su marido la había entrenado muy bien con las mazorcas. No aguante tanto como aguanto cogiendo con mi esposa, no se si porque estaba muy cachondo o porque estaba nervioso de que llegara, pero me vine dentro de su culito. Cuando se la saque, ella solita se metió mi verga en su boca mientras decía “que rica la tiene don”. En medio de mi relajación por la venida le dije que no me volviera a decir don cuando estuviéramos solos.
No tarde mucho en vestirme y salirme del cuarto de Claudia, aunque mi esposa aun tardo en llegar, no queria arriesgarme. Pero la verdad es que cada vez comence a buscar mas seguido a Claudia y ella nunca se a negado. Ahora hay días que nos quedamos solos por algunos minutos y de volada me acerco a ella, le digo que se baje el pantalon y se lo baja hasta las rodillas, le meto la verga unas cuantas veces y me salgo antes de que llegue alguien. Aunque lo más arriesgado a sido hacerla que me chupe la verga mientras está mi hijo o mi esposa en otra parte de la casa, pero es que ya no puedo dejar de pensar todo el tiempo en Claudia y todo el tiempo me pone cachondo. Ha habido días que le meto la verga dos o hasta tres veces en diferente momentos del día y como dije, ella siempre está dispuesta a complacerme.
Ella sigue cogiendo con mi hijo de vez en cuando y aunque no me gusta mucho la idea, yo le dije hace meses que no había problema y ahora me arrepiento. No quiero que sienta que está prácticamente como nuestra puta, pero no quiero dejar de coger con ella y no quiero decirle que ya no quiero que coja con mi hijo para que él no se sienta despreciado por la chamaca. Hace unas dos semanas llegue a la casa y escuche que mi hijo salia del cuarto de Claudia, supongo que escucho el coche y se asusto, yo me hice pendejo, pero no me gusto darme cuenta. No es lo mismo que ella me diga que cogio con el tal o cual dia a darme cuenta por mi mismo. También me da miedo que mi esposa los atrape y corra a Claudia, la verdad es que me doleria mucho que se fuera. No solo es el sexo, le he tomado muchísimo cariño, no me atrevería a decir que me enamore de ella, porque no quiero pensar eso. Pero por ejemplo, ella es muy tonta en algunas cosas, pero te das cuenta que es porque no estudio y me da muchísima ternura. Me dan unas ganas locas de abrazarla, besarla y decirle que no se preocupe, que yo le enseño, pero por desgracia no puedo hacer eso, al menos cuando esta mi familia.
Nunca hemos podido estar juntos fuera de la casa, ni más de dos horas seguidas, pero tiene un par de meses que quiero planear una salida de trabajo y ver la forma de que ella se escape de la casa. Lo malo es que cuando quiere ir a su pueblo a ver a su familia, mi esposa siempre le dice que la llevamos nosotros, así que esta un poco complicado. Y cuando ella esta en su pueblo, pues yo estoy con mi familia, asi que espero encontrar la forma. No se como decirlo, pero una cosa que me tiene, intrigado, excitado o no se como describirlo, es que Claudia siempre me dice que le pida lo que quiera, que podemos hacer cualquier cosa, pero yo no soy un enfermo como el albañil al que le dice marido. Para mi, el hecho de que muchas veces se lo hago por el culo o que ella a veces recibe mi leche en su boca y se la traga, ya es bastante excitante para mi. No tengo idea de que quiera que le haga, pero se que quiere que hagamos cosas diferentes, pero entre el poco tiempo que tenemos, el que siempre estamos en la casa y que no se que pedirle, no encuentro lo que quiere que hagamos.
Pues les pido una disculpa si me extendi demasiado o los aburri, nunca había escrito algo en estos sitios, pero tampoco me había pasado nada como esto. tampoco es algo que uno pueda andar contando por todos lados, solo intente sacarlo y explicarlo tal como es.
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