Me termine cogiendo a la esposa y a la hija de mi compadre
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Un domingo mi compadre Miguel me invito a tomar unas cervezas a su casa porque fue su cumpleaños, mi esposa no quiso ir conmigo porque no le cae bien y se quedo en la casa con los niños. Llegue a su casa y solo convivimos Miguel, su esposa Anita y yo (Ángel), aunque en la casa estaban sus dos hijas, Mayra mi ahijada de 17 y Sabrina de 19. Habían sacado una pequeña mesa redonda para comer en su patio, así que las niñas estaban en lo suyo dentro de la casa y no se acercaron mas que para coger comida.
Unas horas mas tarde, mi compadre ya estaba hasta la madre de pedo y se estaba quedando dormido como es su costumbre, aun así trataba de estar en la platica. Mientras estábamos sentados tomando y comiendo, en un par de ocasiones mi pierna había rosado la pierna de mi comadre por abajo de la mesa pues estaba entre mi compadre y yo. Hasta esos ligeros roses todo era accidental y sin ninguna intensión, pero yo ya me sentía algo mareado y comencé a despedirme. Pero tanto Anita como Manuel insistían que me quedara otro rato. Cuando mi compadre ya estaba mas dormido que despierto, nuevamente mi pierna roso la pierna de mi comadre, pero esta vez sentí que no dejaron de tocarse mi rodilla con la de Anita.
Yo creo que por lo borracho me anime a bajar mi mano izquierda por abajo de la mesa y la lleve hacia la pierna de mi comadre. Creo que esperaba que ella hiciera la pierna a un lado, pero no lo hizo, la dejo en el mismo lugar con mi mano sobre su rodilla. Por arriba de la mesa estábamos platicando y por abajo comencé a acariciar su muslo. Anita estaba usando un vestido que le llegaba a medio muslo y podía recorrer toda su pierna con mi mano sintiendo su piel. Me comencé a poner cachondo y no es que mi comadre sea muy guapa, pero tiene un culo bien sabroso que siempre se me había antojado.
Mi mano ya recorría desde su rodilla hasta tocar la tela de su tanga y ella había relajado las piernas y dejaba que lo hiciera. Mientras mi compadre seguía al lado de Anita aun sin dormirse pero con los ojos cerrados aunque de vez en cuando dando un trago a su cerveza.
Entonces mi ahijada nos pego un susto porque llego a pedir un poco de refresco y su mama le pregunto si queria un poco mas de comida al mismo tiempo que se levantaba. Yo pensé que ya había valido madres el manoseo que le estaba dando y le dije que iba a pasar al baño.
Cuando entre a la casa para usar el baño, estaba Sabrina en la sala y le dije “con permiso voy a usar tu baño”, ella se levanto de la sala y me dijo que me esperara, se adelanto a entrar al baño y me quede justo afuera, cuando salió llevaba unos calzones en la mano, se detuvo unos momentos justo frente a mi y me los enseño mientras me decía, “ya Angelito, es que luego se me pierden”. La chiquilla se fue riéndose mientras yo entraba a orinar pensando en que había sido eso.
Termine de mear y salí ya sin pensar mas en lo que dijo Sabrina, después de todo es solo una chamaca irrespetuosa y burlona, pensé yo. Regrese a sentarme al mismo lugar y Anita ya estaba sentada en el suyo, deje pasar unos momentos y platicamos cualquier cosa, Mi compadre medio despertó y me dijo que tomara mas cerveza, que había que acabárnoslas, pero volvió a cerrar los ojos. Me anime a hacer de nuevo el intento de acariciar la pierna de Anita y se dejo como minutos antes, nuevamente fui acariciando sus pierna suavemente hasta que de plato le comencé a acariciar la panocha.
El hilo de su tanga se perdía entre su tremendo tamalote y mis dedos estaban bien mojados por los juguitos que le salían. Era la primera vez que tocaba a Anita de forma sexual y al parecer le estaba gustando porque estaba bien mojada. Por momentos mi compadre volvía tomar un trago de cerveza pero ni cuanta se daba, nosotros solo nos quedamos sin movernos y seguíamos hablando. Llego un momento en que ya le estaba metiendo los dos dedos de en medio a mi comadre y ella tenia las piernas bien abiertas con el vestido levantando hasta donde empiezan los muslos.
Creo que fueron como 20 o 30 minutos que la estuve dedeando y la neta yo ya queria llevármela a coger, pero pues no se podía, en la casa estaban sus hijas y hay frente a nosotros mi compadre. Pero por lo menos si me podía hacer una chaqueta y le jale una de sus manos para ponerla sobre mi pantalón. Anita me comenzó sobando por encima pero me baje el cierre y ella metió su mano para agarrarla directamente piel con piel. Cuando trate de sacármela, Anita no quiso y volteo a ver hacia la casa para ver que no se acercaran sus hijas y pues me tuve que aguantar las ganas de recibir una chaqueta como dios manda.
Aun así, mi comadre me la chaqueteo mientras yo la seguía dedeando hasta que me hizo venirme en su mano. Ya desahogado y al parecer ella también, saco su mano y se la limpio con una servilleta y para ese momento el compadre estaba hasta roncando durmiendo en la silla. Anita se levanto y me dijo que iba al baño, tardo unos minutos y fue que me vi el pantalón manchado por la deslechada. No me preocupe mucho pues mientras estuviera sentado en un rato se tenia que dejar de notar.
Estaba clavado en mis pensamientos cuando sentí unas manos delicadas en mis ojos al mismo tiempo que me decían “¿quien soy?” y de inmediato supe que era Sabrina. Ella miro a su papá dormido y me dijo “Ya vi lo que hacías con mi mamá y con mi papá aquí enfrente, que malos son!” Pero me lo estaba diciendo sonriendo, no parecía enojada, sin embargo me puse nervioso y lo negué. Entonces Sabrina volteo a ver si no regresaba su mamá y me dijo “Supongo que no quieres que le diga a mi papá lo que vi verdad”. En esos momentos escuchamos la voz de su mamá y Sabrina se levanto de la silla que antes uso su mamá y me dijo en voz baja “no le vayas a decir a decir lo que te dije a mi mamá o le digo a mi papá, di que vas al baño”.
Yo pensé ¡En la madre!, pinche mocosa cabrona me va a chantajear, pero no no le dije nada a Anita y espere a que se fuera Sabrina para la casa. Le dije a Anita que pasaría a su baño a limpiarme y le enseñe las manchas en el pantalón, me pregunto si me abria otra cerveza y le dije que si, me levante y me dirigí al baño.
Afuera estaba Sabrina, me acerque a ella y abrió la puerta del baño después de mirar que no bajara su hermana que estaba arriba. Nos metimos y la pinche chamaca me dijo sin pelos en la lengua “si no quieres que diga lo que vi me vas a hacer lo mismo que le haces a mi mamá y te vas a quedar callado”. Entonces sin dejarme decir nada me dio un beso en la boca al mismo tiempo que con una mano me agarraba la verga sobre el pantalón. Yo le respondí el beso pero estaba en shock, no fue largo pero fue un beso profundo y cachondo. Al separar nuestras bocas aun me acaricio la verga un poco y me dijo “Entonces Angelito, te veo mañana afuera del Oxxo cuando regreses del trabajo, ¿a que hora sales?”. Le respondí como sombi la hora a la que salgo y alcance a decirle que no había pasado nada con su mamá, pero Sabrina solo se salió del baño.
Me quede algunos minutos limpiando mi pantalón con una toalla mojada y pensando en lo que había pasado, yo siempre vi a las hijas de mi compadre como unas niñas tranquilas e inocentes. Pero claramente Sabrina al menos, no era tan inocente como pensaba y por otro lado, me había metido en broncas con mi compadre, no podía ni imaginar como se pondría si sabia que había dedeado a su vieja y menos si se enteraba del beso con su hija.
Cuando salí del baño no tenia cabeza para intentar algo con Anita, aunque todavía estuve en su casa como una hora y con el compadre bien dormidote. Cuando llegue a la casa, creo que se me notaba que estaba preocupado, pues mi esposa me estuvo preguntado si nos habíamos peleado Miguel y yo, porque me veía raro. Solo le dije que estaba mareado y que me queria dormir, pero no podía pensando que le diría a Sabrina al otro día y mi cabeza comenzó a pensar cosas que no debía. No es que Sabrina este muy bonita, pero tiene el culo de su mama y aunque esta un poco llenita, pues su cuerpo luce rico con sus nalgotas. Por otro lado pensé que esta bien chamaca, ella tiene 19 años y yo ya casi cuarenta, que podría querer de un hombre mucho mas viejo que podría ser su papá cuando tiene su novio de su edad, seguramente me queria sacar dinero o algo mas con todo eso.
No me quedaba de otra mas que ir y hablar con ella. pase a recogerla al Oxxo en el que acordamos y se subió al coche dándome un beso en la boca mientras me decía “¿a donde me vas a llevar?” Le dije que a platicar y me dijo que no fuera aburrido, que ella no queria platicar, le pregunte que queria y me dijo que lo que me dijo ayer. Le trate de explicar que nunca había hecho nada con su mamá y que lo de ayer había sido la primera y única vez, pero porque estábamos borrachos. Ella solo se reía en forma muy burlona y me dijo “pues ni modo, yo los vi y como no puedo saber si es verdad o no, de todas forma me tienes que cumplir lo que acordamos”.
Después de darle vueltas al asunto para no hacer algo de lo que me arrepintiera, terminamos entrando a un hotel. Para mi fue penoso que me viera la empleada entrando con una chamaquita, que aunque es mayor de edad, fácilmente pasa por mi hija. Ya en la habitación, Sabrina se comenzó a desnudar sin dudarlo y me dijo que me quitara la ropa pero le insistí en hablar primero y me respondió que ella no esta ahí para hablar de nada. Cuando ya estaba sin ropa se acerco y me desabrocho el pantalón mientras yo desabrochaba mi camisa.
Cuando me quede desnudo, la chamaca se agacho a mamarme la verga y la verdad que rico chupa la cabrona chiquilla. Mi verga reacciono y se pudo bien dura, en esos momentos ya me valía si Sabrina era la hija de mi compadre. me la chupo un rato y me tomo de la mano para irnos a la cama, ella se acostó y yo sobre ella. Nos comenzamos a besar mientras acomodaba mi verga en su panochita y se la fui dejando ir poco a poco hasta que la tenia adentro y comencé a cogérmela.
Sabrina resulto bien cachonda, no paraba de pedirme que le diera mas duro y la puse de piernas al hombro para que le entrara completa. Después ella se monto sobre mi y se movía delicioso, definitivamente no parecía la inocente hija de mi compadre que había conocido desde que tenia como 3 o 4 años.
Me hizo venir mientras me montaba y queria que me la siguiera cogiendo pero necesita tomar un descanso y fue cuando pudimos platicar un rato. Le volví a explicar que con su mama no había pasado nada y que solo la había dedeado, finalmente parece que me creyó, pero me dijo que no le importaba si también me andaba cogiendo a su mamá. También me conto que cuando tenia como 15 o 16 tenia fantasías conmigo cuando los visitaba, pero que como no había tenido relaciones le daba miedo decirme algo. De todas formas le dije que no lo hubiera permitido y que si había aceptado fue porque me chantajeo con decir lo que había visto.
Sabrina me pregunto que no me había gustado y le dije que si, que mucho pero que ella era una niña comparada conmigo y además de ser la hija de mi mejor amigo. Sabrina me comenzó a jalar la verga mientras me decía que no tenia nada de malo y que yo era el primer hombre maduro con el que tenia sexo y que estaba contenta de que fuera yo. Sus caricias y chupadas de verga me fueron calentando y cogimos nuevamente, solo que ahora la puse empinada a cuatro patas y le di tremenda cogida disfrutando de la vista de su enorme culota. Francamente mientras me la cogía me imaginaba que así se vería su mama empinada, pues las dos tienen el culo igual de grande.
Salimos del hotel y la acerque a su casa, llegue todo deslechado por las dos cogidas que le puse a Sabrina. Ya tengo tres meses cogiéndome a Sabrina y cada día me sorprende mas. Resulto ser una ninfómana, la chamaca no se cansa de recibir verga y si pasa mas de un día que no le hablo, ella me busca para que me la lleve a coger. El problema es que tienen mucho mas cuerda que yo y eso que ella sigue con su noviecito y me preocupa que por andar de desesperada buscándome me meta en problemas con mi esposa o con mi compadre.
A la sabrosa de la Anita también le termine dando sus cogidas y no me decepciono, me comprobó que lo cachondas les viene por parte de la mamá. Pero con mi comadre solo se ha podido en dos ocasiones, pero me basta para decir que es un mujeron, con un cuerpo tan rico como el de su hija a pesar de sus 40 años y tampoco se cansa de coger. Lógicamente Anita no sabe que me ando cogiendo a su hija, pero Sabrina no ha dejado de sospechar que me ando cogiendo a su mamá, lo curioso es que le vale, ella dice que mientras le de a ella, no le importa a quien me coja.
Quien iba a decir que me iba a terminar cogiendo a las mujeres de mi compadre, su hija Sabrina y a su esposa Anita y las dos salieron bien cachondas. A veces me siento mal por el y no me gustaría que supiera, pero tampoco es una perita en dulce y como dice el mismo después de que nos vamos con algunas viejas, “Que le vamos a hacer, un hoyo es un hoyo y es pecado desaprovecharlos”. Ojala y no tenga que usar su propia frase para explicarle porque me cojo a su vieja y a su hija.
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buen relato que rico pero no has pensado en proponerles un trio ve cultivando el terreno
Me gustan éste tipo de historias, quien guste intercambiar relatos reales [email protected] y podamos conversar de nuestras vivencias de las cuales tengo varias.