Me cogí a mi amante frente a su casa con el marido adentro
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Gaby es una compañera de mi trabajo que esta muy buena, tiene 22 años, es casada y tiene una pequeña de 2 años. Comenzamos a hacer una buena amistad, pero ya saben, cuando tienes una “amiga” que te gusta, pues realmente buscas la forma de sacar algo mas que “amistad”. Yo me llamo Edson, tengo 38 años, soy casado y trabajo en el banco de una tienda departamental, de la cual no creo prudente decir el nombre.
Comencé a ofrecerme a llevarla a su casa todas las noches al salir del trabajo y cada vez los temas de conversación eran mas íntimos, hablábamos sobre la relación con nuestras respectivas parejas y experiencias del pasado con otras personas. Su esposo sabia que yo la llevaba porque mi casa esta un poco mas adelante, por lo que no se molestaba que la bajara justamente enfrente.
Una de esas noches, después de que me estacione enfrente de su casa, continuamos una platica un poco mas intima que las de costumbre y sin importarnos que su marido nos pudiera ver, nos besamos en la boca y no fue un beso nada corto.
Nos calentamos mucho, Gaby me saco la verga y me la comenzó a jalar mientras yo metí mi mano bajo su falda del uniforme del trabajo y le frote la panocha, mis dedos automáticamente se hundían en ella, solo fueron unos pocos minutos porque Gaby se monto sobre mi y mi verga se le metió en su suave y cálida panochita.
No voy a negar que yo estaba nervioso, aunque estaba muy excitado cogiendo con Gaby, no podía dejar de voltear a la puerta de su casa por el temor de que su marido se asomara, aun así seguí disfrutando de los movimientos que Gaby hacia sobre mi verga.
Su calle es oscura y poco transitada, pero estábamos justo frente a su casa y su marido se podía ver caminar desde la ventana aunque tenia las cortinas cerradas. Mis nervios me hicieron decirle a Gaby que si quería nos fuéramos a otro lado, pero ella no quiso, no dejaba de ensartarse en mi verga y me decía que no me preocupara y que me la siguiera cogiendo.
Estuvimos un buen rato afuera de su casa cogiendo en el coche, hasta que me vine dentro de ella, se quedo sobre mi unos segundos mas mientras nos besábamos como para despedirnos, una vez en su lugar de pasajero se acomodo la ropa y se limpio el maquillaje que se le había corrido. Nos despedimos con un ultimo beso y me dijo que pensara mucho en ella.
Al día siguiente le pregunte si no había tenido problemas con su esposo y me dijo que para nada, que ni enterado de nada. Las cosas a partir de esa noche fueron a mas, todos los días y es literal, todos los días cogíamos, algunas veces cerca de su casa en el coche o en algún motel, aunque cuando lo hacíamos en el coche ya no me estacionaba frente a su puerta a menos que ya se fuera a bajar.
Gaby y yo fuimos tomando confianza, a ella le encanta que la trate rudo, que le jale el pelo, que la insulte mientras me la cojo, que le de nalgadas, tiene unas tetas muy grandes y le gustaba que se las chupara hasta dejarla marcada, decía que su esposo era un pendejo que no se daba cuenta porque solo se montaba en ella y se venia muy rápido, casi nunca la llegaba a desnudar.
Me di cuenta que Gaby era una chica alocada, descarada hasta cierto punto, pero eso me tenia loco, era como regresar a ser mas joven donde todo te vale madres, por ejemplo, el coger a metros de su casa, o desnudarse por completo dentro del coche para que la dedeara mientras manejaba son cosas que parecen de adolescentes, pero a nuestra edad, sobre todo la mía, eso era llevar las cosas a un erotismo que a los dos nos encantaba.
Entonces paso algo que cambio todo, en muy pocas ocasiones su esposo pasaba por ella, cuando eso pasaba, ella me daba unas mamadas de verga hasta que me viniera en su boca antes de salir de la oficina, nos íbamos al baño o la bodega y ahí me la mamaba, pero un día de esos que su esposo paso por ella y la estaba esperando, nos atrapo el gerente de la tienda y se armo un escandalo.
Alguien le dijo al marido lo que había pasado y Gaby tuvo muchos problemas con el, ese y en días posteriores, también mi esposa se entero un tiempo después y desde luego que tuve muchos problemas, en el trabajo nos separaron, nos enviaron a diferentes sucursales, aun así, agradezco que no nos despidieron.
Mi relación con Gaby sigue hasta la fecha, pero ahora solo nos vemos una o dos veces por mes y no voy a negar que ambos hemos pensado en dejar a nuestras parejas para vivir juntos, pero aunque Gaby me hace sentir cosas que mi esposa ya no, es difícil cambiar tu vida en familia por la calentura de vivir con una chica que es de fuego y si le fue infiel a su marido conmigo, nada me garantiza que viviendo juntos no me haga lo mismo.
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