Los besos de lengua de mi esposa al primer tipo que se la cogió frente a mi, me excitaron
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Nunca podre olvidar la primera vez que vi a mi esposa Julia besándose con otro hombre y un rato después, escucharla gimiendo por la cogida que el tipo le ponía. En aquel entonces, eso fue muy excitante, pues era nuestra primera experiencia juntos de ese tipo, pero no era la primera de ella. Tratando de hacer que nuestra relación siempre fuera sincera, me platicó, cuando teníamos unos 6 meses de novios, sobre un exnovio que la había compartido con varios de sus amigos. Enamorado como ya lo estaba, le hice ver que su pasado no me importaba, que nunca la juzgaría, criticaría, ni le reprocharía nada anterior a mí, pero que me gustaría saber todo. Aunque no podía entender, como un wey, podría disfrutar compartiendo a quien ama, escuchar sus historias, me excitaba. No le oculte a Julia, la excitación que me producía, pero que, al mismo tiempo, me sabía celoso, por lo que, creía que reventaría a madrazos a quien la tocara.
Duramos poco más de año y medio de novios antes de casarnos, no me importaba su pasado, aunque seguía siendo muy celoso con Julia. Durante ese tiempo, nunca me dio un solo motivo para desconfiar de ella y al contrario, supe cada detalle de lo que había hecho. Cuando le decía que me excitaba escuchar sus experiencias, ella decía que, una cosa era fantasear y otra muy distinta, hacerlo real ya siendo pareja. Agregaba que, nunca lo haría, aunque yo se lo pidiera, porque me conocía bien y sabía que no aguantaría. Luego aclaraba que, no era porque no quisiera hacer algo conmigo, que si hizo con otro, pero que me amaba de verdad y pensaba que eso podría romper nuestra relación. Eso me daba confianza de que, a pesar de todo, ella quería proteger lo que tenemos y que no se atrevería a engañarme, aun cuando le diera permiso. Pero con el tiempo, mis deseos de ver a mi esposa, haciendo algo como lo que hizo con su exnovio, se fue metiendo cada vez más en mi mente y siempre se lo dije.
Fue cuando aún estaba embarazada de nuestro primer hijo, que le pedí, directamente, que cogiera con alguien más frente a mí. Le dije que, ya con un hijo de por medio, yo me sentiría mucho más seguro de ella, porque siempre tendríamos un lazo. Ella no quería, me decía que un hijo no garantizaba nada y me daba las razones, para que no lo hiciéramos. Lo principal, era que sabía sobre mis celos, los que nunca había perdido y que, una vez hecho, yo podría cambiar con ella. Me decía que, si lo hacíamos, no había vuelta atrás y que algún día, podría reprocharle y tarde o temprano, eso nos iba a cambiar y a lo mejor, hasta destruir como pareja. Yo sabía que tenía toda la razón, pero, por un lado, me excitaba escuchar sus aventuras anteriores a casarnos. Por otro, quería que ella, por lo menos una vez, hiciera algo similar a lo que hizo con su exnovio, para no sentir, que conmigo no quería hacerlo. Ante mi insistencia, me sugirió que hiciéramos algo muy suave después de que naciera el bebé, como verla solo besando a otro. Después de eso, podríamos hablar de como me sentía y de, si debíamos hacer algo más o no.
Cuando ella abrió esa posibilidad, me sentí animado a experimentarlo, porque sabía que ella tenía razón y que a lo mejor, por mis celos, no aguantaba ni verla besando a otro. Pero no habría gran cosa por la que reprocharle y aunque saliera mal, sería más fácil rescatar nuestra relación. Durante el último par de meses de su embarazo, hablamos los detalles de como debíamos hacerlo y con quién. El solo planificarlo, me ponía cachondo y no sentía ni pizca de celos. Sobre con quién, ella decía que le daba igual, porque no iba a sentir nada sentimental con nadie, pero prefería que fuera alguien que no nos conociera. Me explico, que con su exnovio, lo que hicieron fue con sus amigos y después, se sentían con derecho de manosearla y querer coger con ella a solas. Entendí eso y estuve de acuerdo con ella, pero en donde, tuvimos desacuerdos. Ella decía que fuera en algún lugar público, donde simplemente la pudieran besar, sin riesgo a que el tipo se calentara. Yo, decía que mejor en un motel, donde nadie conocido pudiera verla, pero sobre todo, donde pudieran pasar las cosas a un poco más, si no me sentía incómodo.
Julia, no estaba muy de acuerdo en que fuera en un motel, porque pensaba que las cosas se podían salir de control, pero estaba de acuerdo, en que, era mejor que nadie conocido, la pudiera ver. Ahora me parece tonto, hacer tantos planes y discutir tanto, solo por permitir que alguien la besara, pero creo que ambos teníamos miedo a mi reacción. No queríamos pagar a un escort, debido a que podía tener ciertas conductas que no nos gustaban, como atender gays o ser demasiado promiscuo. Así que, finalmente, unos dos meses después de que nació mi hijo, con un pequeño anuncio en una página de internet, explicando que solo queríamos unos pocos besos con ella, elegí a uno de muchos que respondieron. Aunque nos mandaron fotos, la mayoría de sus vergas, yo elegí al que se veía más educado al escribir. Nos pusimos de acuerdo en las condiciones y después, en la fecha, hora y lugar para vernos.
Un día antes de la fecha acordada, Julia y yo, hablamos mucho de como debía pasar todo. Julia propuso que llegáramos antes al motel para calentarnos entre nosotros y yo estuviera más excitado que preocupado. Luego, acordamos que los besos siempre serían con ellos vestidos y que si en algún punto, me sentía incómodo, simplemente se lo dijera. Estuve de acuerdo, pero le dije que, si ella veía que yo no decía nada, tenía toda la libertad de permitir un poco de manoseo. Un poco en broma y otro tanto en serio, me pregunto, ¿qué pasaría si se calentaba? y le respondí, que mientras yo no dijera nada, ella podía seguir con lo que quisiera. La verdad es que yo estaba confundido y creo que respondí en función a eso. Ósea, por un lado, me excitaba la idea de que ella cogiera con otro y no solo se besara o incluso fajara con él. Pero por el otro, sabía que Julia tenía toda la razón, en que yo era demasiado celoso y a lo mejor, dejarse llevar, no era la mejor idea. Si creía que, si pasaba algo más, yo podría reprochárselo más adelante, cuando me enojara con ella.
Llego el día y unas horas antes, Julia se comenzó a arreglar para la cita, mientras yo, la ayudaba. Desde esos momentos, ya estaba excitado, pidiéndole que se pusiera el vestido más sexi que tenía y que pocas veces se ponía. La ayudé a elegir unas zapatillas de tacón alto y yo mismo se las abroché. Ella se maquilló con muy poco maquillaje y cuando le pregunte, porque no se ponía colores más intensos, me respondió, que no sabíamos si el tipo era casado y lo meteríamos en problemas si lo manchaba. ¡Wow!, a mí, ni por un segundo me había pasado esa idea por la cabeza, pero por alguna razón, me calentó imaginar que, a lo mejor, mi mujer, en unas horas, estaría besándose con un tipo casado. Poco después, me arregle, la ayude a subirse al coche y la vi, extremadamente hermosa y sexy, por lo que no pude dejar de pensar, en lo que iba a disfrutar el tipo, aunque fueran solo besos. Iba muy nervioso de camino al motel y Julia creo que se dio cuenta, porque me preguntaba, si quería cancelar todo. Cuando le asegure que estaba bien, me dijo que podía detener todo en cualquier momento y que me amaba más que a nada en el mundo. Aquí, ella me pidió que nos detuviéramos a comprar condones, aunque le dije que no serian necesarios, ella insistió, diciendo que, aunque no los usáramos, seria mejor estar prevenidos.
Al estar solos en la habitación, ella y yo nos tiramos en la cama y comenzamos a darnos pasión. Yo me puse tan cachondo, que quería coger con ella antes de que llegara el tipo, pero ella no quiso, porque dijo que era mejor que me mantuviera cachondo. Prometió que después de que el tipo se fuera, podríamos coger todo lo que quisiéramos. Fue mientras la besaba, que lleve mi mano por debajo de su corto vestido, que sentí de inmediato, que su tanga estaba empapada, desde antes de que la tocara. Era evidente que estaba excitada y se había mojado mucho más que otras veces, pero no me molesto, imagine que también para ella, era una situación excitante, aunque ya lo había hecho antes. Varios minutos después, el tipo me marco para decirme que ya estaba llegando y Julia, corrió al baño a volver a arreglarse y darse una pasada de su labial. Finalmente, el tipo llego y aunque lo habíamos visto en foto y claramente si era él, lo que no hablamos, era sobre su estatura y era más bajito que Julia, que apenas mide 1.58 m, aunque podía ser por las zapatillas. No es que importara mucho, creo que para mí, entre menos atractivo, me hacía sentir menos inseguro, pero fue una sorpresa para Julia y para mí, aunque ella no lo demostró.
Después de presentarnos, el tipo, quiso hacer un poco de plática y yo también estaba haciendo lo mismo, pero Julia no dejo que habláramos más. Directamente, le pregunto si recordaba de que solo se trataba de besos y que cualquier otra cosa, dependía solo de si yo estaba de acuerdo. Cuando el tipo confirmo que sabía las reglas, Julia dijo que mejor comenzaran de una vez y lo jalo hacia ella. Julia agachó la cabeza para poder besar al tipo y comenzaron con un beso con las bocas completamente juntas. No duro poco, y paso de ser un beso suave a uno más profundo. Julia, sin dejar de besarse con el tipo, se quitó las zapatillas y quedo más a la altura del tipo, pero aun así le sacaba un par de centímetros. No voy a negar que seguía sintiendo celos, pero esa sensación estaba completamente superada por mi excitación. Esas sensaciones se incrementaron un par de minutos después, cuando pude ver la lengua de Julia, jugando con la lengua del tipo. Todo mientras ella lo abrazaba más, frotando su espalda y el tipo, metía sus manos entre el cabello de ella.
Mientras el beso transcurría, estaba claro que ambos estaban excitados, por el movimiento de sus cuerpos, repegándose lo más posible con movimientos suaves. Yo también estaba cachondo, pero aún tenía esa sensación de celos y no sabía hasta donde podría aguantar, si es que el chico la tocaba más. Pero el tipo resulto completamente respetuoso de lo que se le había pedido, pues sus manos, aunque recorrían la espalda de Julia, nunca llegaron ni siquiera a su culo. Después de unos minutos besándose claramente de lengua, vi como Julia, dejaba su lengua de fuera, recorriendo todo el contorno de la boca del tipo. Ver eso, realmente me calentó mucho mas, aunque era algo que Julia solo hizo pocas veces conmigo, no sentía celos, solo excitación. Poco después, fue Julia la que llevo las manos del tipo a sus tetas y después de dejar que el se las apretara sobre la ropa, ella se las saco del vestido, ofreciéndoselas para chuparlas.
Durante todo ese tiempo, era como si ambos ignoraran que yo estaba allí, pero solo me molesto un poco al principio. Fue hasta que el tipo le estaba chupando las tetas, que Julia finalmente volteo hacia mi para verme a los ojos y mandarme un beso. Yo no dije nada, creo que estaba demasiado impresionado con la escena, que aunque apenas podría definirse como erótica, me tenia sumamente excitado. Supongo que como vio que yo no me queje o le hice alguna señal de que se detuviera, imagino que estaba bien hasta ese momento. Entonces, ella lo tomo de la mano y lo llevo a la cama, donde, Julia se acostó bocarriba y acostó al tipo a un lado de ella, pero con la parte superior prácticamente sobre su pecho. Continuaron con los besos igualmente apasionados y usando mucho sus lenguas, con el tipo acariciando las tetas de Julia que salían completamente del vestido. Podía ver como Julia, hacia suaves movimientos con su cadera, como si su entrepierna buscara algo para frotarse.
Cuando Julia jalo una de las piernas del tipo para que se metiera entre las de ella, ya con el vestido completamente levantado, era una escena sumamente cachonda. Mi verga estaba mas dura de lo que recordaba haberla tenido alguna vez y ni siquiera era sexo lo que estaba mirando. Pasaron unos minutos con sus besos, interrumpidos ocasionalmente para que el tipo le chupara las tetas, al mismo tiempo que ambos cuerpos se movían suavemente para estar lo mas cerca posible. Creo que por esos momentos, me llego el pensamiento, de si, ¿el tipo alguna vez imagino siquiera besar a una mujer tan sabrosa como Julia? Porque estaba pensando algo así, cuando vi la mano de Julia ir a la verga del tipo, aunque sobre el pantalón, mientras seguían fundidos en besos. Dude en si decir algo para que todo se detuviera, pero realmente estaba mas cachondo que celoso y estaba muy consciente de eso.
Pasaron algunos minutos mas, donde mientras el tipo ya agarraba las nalgas de mi esposa directamente sin el vestido de por medio y ella prácticamente lo masturbaba sobre la ropa. Me había aguantado de decir cualquier cosa, estaba solo mirando la cachonda escena, con miles de pensamientos en mi cabeza. Por un lado, quería que siguieran, que se quitaran la ropa y comenzaran a coger frente a mi, pues estaba mas excitado que nunca. Pero al mismo tiempo, una pizca de celos me saltaban y pensaba en detener todo, si es que comenzaba a haber mas toqueteos directamente piel con piel en los genitales. Me quede con este ultimo pensamiento, creyendo que era un limite adecuado para una primera vez. Pero unos minutos después, cuando ya estaban acostados completamente de lado, con las piernas entre lazadas y Julia, desabrocho el pantalón del chico y metió su mano, ya no pude hacer nada. No es que no pudiera decirlo, es simplemente que estaba mucho mas excitado y estaba por sacarme la verga para masturbarme, así que los deje.
Lo siguiente fue que el tipo metió su mano por debajo de la tanga de Julia, metiéndola claramente entre sus nalgas y era seguro que llegaba hasta su pucha. Entonces, en mi mente, puse un nuevo limite, que seria si alguno quería tener sexo oral, pero yo ya me estaba masturbando. No me la jalaba muy duro, porque no quería venirme, solo disfrutar mientras miraba a mi linda esposa, fajando a ese grado con el tipo que acabábamos de conocer. Para cuando llego el momento que vi a Julia sacar completamente la verga del tipo y llevar su cabeza a ella para chuparla, yo nuevamente ya no hice nada, mas que seguir masturbándome. La misma Julia se acomodo de forma que el tipo pudiera meter su mano entre sus piernas, al mismo tiempo que se la estaba mamando. Igual que con los besos, ella dejaba su lengua de fuera y recorría cada pedazo de la verga del tipo. Aunque ambos aun tenían toda la ropa puesta, fácilmente pudieron hacer un 69, pero el tipo no se animo a chuparle la pucha a Julia.
Julia no me había volteado a ver desde que el tipo comenzó a chupar sus tetas, pero cuando lo volvió a hacer, me vio unos segundos, mirando que me estaba masturbando y me pidió que le pasara un condón. Sin que ellos dejaran de estar en lo suyo, me levante a buscar uno de los condones que compramos y agradecí, que me pidiera comprarlos. Le pase uno sin decir nada y cuando lo recibió, solo me pregunto si estaba bien y solo moví la cabeza diciendo que si. Ya le había dado el permiso que tanto dudábamos y lo que estaba pensado para ser solo besos, se iba a convertir en mi fantasía completa. Solo que nuevamente me entraron las dudas, aunque pensé que ya era tarde para arrepentirme y solo esperaba que después, no me arrepintiera. Entonces Julia le puso el condón, después se giro para ponerse sobre el tipo y estaba tan mojada, que no le consto nada de trabajo metérselo. No se quitaron nada, el tipo tenia los pantalones y calzones a la rodilla, mientras Julia, tenia el vestido en la cintura y solo se hizo la tanga de lado.
Julia era la que se movía y el tipo, únicamente hacia ligeros movimientos de su cadera hacia arriba, pero era nada comparado con la forma de moverse de Julia. Ella curvaba su espalda mientras se movía y eso hacia que el culo se viera levantado. Como la luz estaba encendida, podía ver el ano de Julia abriéndose mientras la verga del tipo, le entraba completamente en la pucha. A mi me excitaba cuando me la cogía de perrito, porque su ano siempre se abre un poco y cuando le hago sexo anal, prácticamente no me cuesta trabajo cuando esta de esa forma. Por un momento, pensé que en uno de esos sentones, la verga del tipo se podría salir y entrar en su culo fácilmente, pero no quería eso, porque aun pensaba que ese hoyo era solo para mi. Ellos siguieron cogiendo un rato con Julia montada en el, luego solo se giraron y Julia quedo abajo, sin que le sacaran la verga. Esa fue una de las escenas mas cachondas que había visto, ver a Julia con sus piernas bien abiertas y un hombre desconocido, dejándose caer con fuerza entre ellas.
Fue cuando cogían de misionero cuando me vine y la excitación, bajo mucho, haciendo que mis celos regresaran al escuchar como gemía Julia. Me paso por la mente detenerlos en ese momento, sin importarme dejarlos a medias, pero algo me hizo no hacerlo y solo me quede observando. La cosa es que antes de que terminaran, nuevamente estaba cachondo con la verga bien dura y los gemidos de Julia, que me molestaron hacia unos mementos, ahora me excitaban. Ya no tardo mucho el tipo en venirse y cuando termino, Julia solo lo dejo unos momentos, antes de decirle que se ya se fuera. El tipo se levanto arreglándose la ropa y sin verme a la cara se disculpo, diciendo que como no dije nada, pensó que estaba bien seguir. Le dije que estaba bien, que no pasaba nada y le tontamente le agradecí, cuando el dijo gracias y que la había pasado muy bien. Para cuando salió de la habitación, Julia se había acomodado el vestido y antes de que la abrazara, me pregunto si quería que se bañara primero.
Le dije que no hacia falta mientras la abrazaba de la cintura y la comenzaba a besar. No fue un beso de amor, realmente fue un beso apasionado, intentando meter mi lengua en su boca y sintiendo como ella, usaba la suya. La lleve hasta la cama y la acosté bocarriba, sin dejar de besarla. Ella se separo un poco, para preguntarme si estaba bien y si en verdad, no quería que se bañara primero. En respuesta solo la seguí besando usando mi lengua como pocas beses lo hacíamos. Ella nuevamente se separo de mi y me pregunto, “¿No te molesta besarme? Le acabo de chupar la verga sin condón al tipo”. Nuevamente en respuesta, la bese metiendo mi lengua en su boca, y comenzando a quitarle el vestido. Como pude, me quite la ropa y metí mi verga en la pucha de Julia, que estaba completamente mojada y muy suave. Fue una sensación diferente a cualquier otra cogida que habíamos tenido y en verdad, lo estaba disfrutando.
Mientras cogíamos, Julia me dijo que no pensó que dejara que pasara todo lo que paso y que solo estaba esperando que yo dijera algo, pero no lo hice. Cuando me pregunto si me había gustado, le respondí honestamente y que por momentos, sentí celos, pero que luego me excite demasiado. Aun cogiendo, ella me dijo que nunca pensó que yo disfrutara algo así y luego me pregunto, si quería que lo volviéramos a hacer y le dije que definitivamente, si. Cogimos por algunos minutos mas y me vine con una intensidad y placer, que nunca había sentido. Al salir de la habitación y caminar al coche, no podía dejar de ver el cuerpo de Julia, enfundado en ese corto vestido y usando esas zapatillas. Estaba hermosa, sexy y además, yo sabia que se había puesto super cachonda por lo que había pasado. Al subir al coche, ella se fue todo el camino recargada en mi hombro y diciendo que me amaba, pero no quería que lo que hicimos nos afectara. Creo que esos momentos, fueron en los que regresaron algunas dudas en ambos, a pesar de que los dos habíamos disfrutado, cada uno a su manera.
No hablamos mucho de eso durante los días siguientes, pero yo me excitaba mucho al recordar como la había visto coger y solo se lo decía por las noches, cuando estábamos cogiendo. Julia no volvió a preguntarme si quería repetirlo, creo que esperaba que yo tomara la iniciativa, en caso de que quisiera que pasara de nuevo. Paso poco mas de un mes, para que le pidiera que repitiéramos la experiencia, solo que esa segunda vez, ya era seguro que debía de coger con el tipo que invitáramos. Encontramos otro tipo, porque ninguno de los dos, quería que fuera el mismo, para que no agarrara confianza. La noche que acordamos, nuevamente ayude a Julia a arreglarse, elegir vestido, abrochar sus zapatillas y salimos a nuestra cita. Igualmente llegamos antes y esperamos a que llegara el nuevo tipo y al llegar, ambos estábamos ya cachondos. Esa segunda vez, no deje de sentir celos en ciertos momentos, pero la diferencia era que ya sabia que dejaría que pasara de todo entre ellos.
Esa segunda vez, después de los cachondos besos de Julia a su nuevo “amigo”. la ropa les sobro y ambos llegaron a la cama desnudos. Cuando Julia me pidió el condón, yo ya lo tenia en la mano y abierto, solo esperando que lo pidiera, para dárselo sin perder tiempo. Cogieron en varias posiciones y aunque el tipo, no nos cayo nada bien, la verdad es que supo como poner muy cachonda a Julia. Ese tipo fue mas complicado de correr de la habitación, porque decía que la tenia dura de nuevo y que quería echarse otro palo, pero Julia lo convenció de irse. Ella y yo nos reímos del tipo insistente y comenzamos a coger igual o mas rico que la vez anterior, antes de salir de ahí para regresar a ala casa. A partir de ahí, tuvimos varios encuentros con diferentes tipos, hasta que elegimos a 3 de los que ya conocíamos, para que repitieran con nosotros.
Paso poco mas de un año de encuentros mas o menos uno o máximo dos al mes, a veces con los conocidos y otras pocas con nuevos tipos. Pero Julia quería embarazarse, antes de que mi hijo mayor cumpliera los 2 años, pero no quería coger con nadie mas, aunque siempre se usaban condón. Dejo los anticonceptivos y por unos meses, no cogió con nadie mas, aunque en nuestras cogidas, recordábamos algunos momentos cachondos. Se embarazo, dio a luz a nuestra nena, le ligaron las trompas y para cuando retomamos los encuentros, ya había pasado mas de un año. Durante el tiempo de espera, nuestras fantasías ya habían subido de nivel y mucho, respecto a cuando comenzamos. Ella había hecho tríos con su ex novio y alguna vez, estuvo con 4 tipos al mismo tiempo y yo quería verla en algo así. Durante su embarazo se lo propuse y acepto. Así que nuestra siguiente meta, era que cogiera con mas de uno, pero yo no quería participar. Ya había participado en trio con algunos de los tipos que invitábamos, pero aunque me gusto, me excitaba mucho mas mirándola, para disfrutarla después, cuando estábamos solos.
No nos costo mucho, retomamos las salidas con tipos, citando a dos que eran amigos y venían de fuera. Esa primera vez que vi a Julia cogiendo con los tipos, fue nuevamente, tan excitante, como la primera vez que la vi con otro hombre. Se suponía que no iba a aceptar dobles penetraciones, porque su culito, no se lo había dado a nadie mas que a mi (claro, desde que nos casamos). Pero los tipos salieron de esos insistentes y ella me pregunto, si se la podían coger al mismo tiempo por la pucha. Ya cachondo dije que si y por primera vez, la vi con dos vergas adentro y fue muy cachondo. Sobre todo, me gusto cogérmela al final, cuando estábamos a solas y sentir su pucha mas suave y abierta que nunca. Creo que ahí fue cuando me di cuenta, que parte de lo que me excita, es sentir sus hoyos abiertos después de coger con otros, sabiendo que la tiene así por las penetraciones que le dan. Para dejar que otro le diera por el culo, paso casi un año, después de que retomamos, pero su pucha era suficiente para ordeñar dos vergas juntas.
Actualmente, Julia tiene 29 años y yo 34, ya pasaron 6 años, desde la primera vez que la vi cogiendo con alguien mas por primera vez. Ya ni me acuerdo que se siente sentir celos, me gusta ver a mi esposa disfrutando con otros hombres y poco a poco, hemos avanzado en lo que hacemos. Nunca hemos asistido a clubes swinger, ni lugares de esos ambientes, preferimos las redes sociales, donde ambos los vemos, platicamos y luego los elegimos. No siempre invitamos a mas de uno, solo cuando ambos estamos muy cachondos y queremos un poco mas de emoción. Julia no ha cogido con mas de 4 al mismo tiempo, pero creemos que son suficientes para que ella y yo disfrutemos. También, tenemos “amigos” que invitamos mas de una vez y aunque siempre nos hemos cuidado usando condones, ahora lo que nos excita, es imaginar que se cojan a Julia sin condón. Estamos pensando en escoger a un par de los amigos frecuentes, para hacer realidad nuestra fantasía, aunque hasta ahora, solo los tenemos en la mira, pero seguimos usando condón siempre.
A lo mejor mi historia no es tan excitante como otras que he leído, pero es nuestra experiencia como matrimonio abierto y queríamos compartirla. Quisiéramos pensar que a alguien le pudiera servir, si tiene dudas o es celoso como lo era yo. La realidad es que, el amor es una cosa muy distinta al placer sexual y si tienes la fantasía de ver a tu mujer con otros y a ella le excita, puede ser una forma de comenzar. Solo sugiero que sean honestos, tanto el como ella, deben decir lo que quieren y como lo quieren, antes de hacer cualquier cosa.
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