La puta de mi gorda prefiere coger sin condón con sus amantes
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Yo no me voy a andar por las ramas, a mi me encanta ver como le meten la verga a mi vieja desde antes de casarme con ella. Se llama Marcela tiene 34 años, es gordita, morenita, chaparrita, super tetona, ultra cachonda y bien puta. Yo soy Paco, tengo 32 años y Marcela es mi primer esposa mientras yo soy el segundo marido de ella. Solo imaginen que tan puta es mi gorda que el día que la conocí en menos de una hora ya la tenia empinada y gimiendo en un motel.
Yo trabajaba de Uber cuando todavía era buen negocio y fui a recogerla a un motel. Ella salió de una de las habitaciones vestida con una minifalda bien apretada, zapatillas bien altas, una blusa normal pero medio transparente que dejaba ver sus enormes tetas y se le marcaban sus grandes pezones negros. Comenzamos el vieja y tuvimos una breve conversación que prefiero poner a detalle para que vean lo puta que es mi vieja.
Ella: No te molesta que me cambie de ropa aquí, ¿verdad?
yo: No, para nada. ¿Chambeando?
Ella: Jajaja! No, vine con un amigo
yo: Disculpa, que pena, es que esas chicas son las que luego se cambian aquí cuando salen del hotel
Ella: No te preocupes, puta si soy pero no de las que cobran, es que no puedo llegar vestida así con mi marido porque no le gusta que use esta ropa.
yo: Ah! ok, eres casada, pues que mal que a tu esposo no le guste que vistas así, te veías bien guapa cuando te subiste.
Ella: Jajaja! ¿Guapa? si todo se me sale por todos lados con esa ropa.
Yo: Pues todo lo que vi se veía muy bien.
Ella: ¿Tu crees? Mas bien dime que quieres ver si es chicle y pega conmigo
Yo: ¿y que? ¿paga o no el chicle?
Ella: Pues si eres puercote y no te molesta batir el atole pues por mi le ponemos un rato.
Yo: ¿Neta?
Ella: Pues si, a menos que te de asquito lo del atole
Yo: ¿Y a donde? el mas cerca es donde te recogí, pero que tal si todavía esta tu amigo
Ella: no creo que todavía este, pero vale madres también lo acabo de conocer hoy
Yo: ah cabron! no pierdes el tiempo
Ella: Yo no, no me gusta darle vueltas a las cosas
Me di la vuelta y regresamos al mismo motel donde la había recogido unos minutos antes, cuando me estacione ya dentro de la habitación le pregunte que se valía y que no. Ella me respondió “Todo se vale mi amor, TODO! como quieras y por donde quieras”. Le he puesto una revolquisa chingona, no se la metí por lo ojos porque ya hubiera sido demasiado.
Siendo francos, a muchos nos gustan las mujeres cabronas, calientes, putisimas y que les guste mas la verga a pelo. Todo eso lo tenia Marcela y no le daba pena admitirlo. Tan solo ese día que la conocí, acabando de coger con el otro cabron acepto irse a coger conmigo y al mismo motel. Incluso ese día mientras estábamos a media cogida su marido le estuvo marque y marque y ella mejor apago el celular.
Nos echamos un par de palos en esa primera vez pero le ofrece hacerle todos los viajes que quisiera gratis y me comenzó a llamar dos o tres veces por semana. Era normal que dependiendo la hora a la que me llamara, después de recogerla de coger con alguien nos fuéramos a echar pata un rato. Fuimos agarrando confianza los dos y ella me contaba sus puterias y yo le confesé que me encantaba que fuera tan puta y que disfrutaba mas de coger con ella con los mecos de otros adentro.
Fui su Uber particular poco mas de un año antes de que se divorciara de su marido. Me la pensé un poco pero al final le ofrecí que se juntara conmigo y unos meses después ya vivíamos juntos. Los dos estábamos de acuerdo en que queríamos lo mismo, que ella siguiera igual de puta que cuando la conocí. Pero estando juntos, con sus hijos viviendo con sus papás y con todo mi permiso de hacer y deshacer, mi gorda comenzó a sacar toda la puta calentura que lleva por dentro.
Si de por si ya era bien puta, viviendo conmigo era un degenere chingon. Me encantaba que cogía con cualquier cabron que yo le pidiera, además ella tenia sus ligues todo el tiempo y nunca le faltaban machos que le dieran verga. Además mi gorda tiene un pinche aguante chingon, puede recibir una verga tras otra o dos al mismo tiempo por donde sea, incluso dos en el culo sin pedos. También me gusto que es bien pinche puerca la cabrona, pues le encanta tragarse los mecos y que la meen en la boca aunque ahí si, con algunos le llega a dar asco porque dice que saben muy concentrados.
Todo estaba chingon, yo me salía a chambear y ella se quedaba a hacer sus cosas por su cuenta. ya los fines de semana invitaba a algunos amigos y casi siempre se la terminaban cogiendo. Pero como a ninguno de los dos nos gustaban los condones, pues la mayoría se la metía a pelo y agarro una puta infección bien cabrona y se me contagio a mi.
Nos salió en una buena lana el tratamiento para los dos y unas semanas de sufrirle hasta para ir a mear, durante ese tiempo ella vio que de verdad si la quiero porque la cuidaba como a una reina. Ella me confeso que cuando se dio cuenta de su infección, pensó que yo ya no iba a querer estar con ella y había tenido miedo de que la dejara. Pero después vio que a mi no me importo lo que paso porque los dos estábamos de acuerdo en todo lo que hicimos y no era justo echarle la culpa solo a ella.
Cuando me confeso que tenia miedo de que la dejara, me decidí a pedirle que se casara conmigo y un tiempo después nos casamos bien casados. El habernos enfermado nos metió un poco de miedo y aunque seguimos metiendo amigos a cogérsela, por un tiempo a todos les pedía que se pusieran condón. También dejo de ligar en la calle, mas bien nos enfocamos en los que ya conocíamos y bajo mucho la cantidad de cogidas que recibía de otros hombres.
Creo que todo el primer año de casados nos mantuvimos muy cuidadosos, pero poco a poco nos fuimos relajando de nuevo y otra ve mi gorda regreso a ser la misma puta de siempre. Los dos pensamos que coger con condón no sabe igual y no se disfruta tanto, así que ella fue agarrando a los que mas le gustaban y solo con ellos lo hace a pelo. Aun así, toda la depravación y las orgias de los primeros meses ya no ha regresado con la misma intensidad y los dos extrañamos eso.
Aun así me siento orgulloso de mi gorda, que con todo y sus kilos de mas, no deja de conseguir machos que se la quieran coger. A mi me encanta ver como se pone de cachonda mientras se la cogen dos o tres cabrones. No hay cosa mas rica y excitante que ver como sus hoyos se llenan de verga y como no deja de pedir que le den mas.
Pues como ven carnales? así de puta es mi gorda y me encanta la cabrona. Puede no ser bonita y estar gorda, pero no conozco a otra mujer que disfrute tanto de la verga como mi Marcela. Ya se que van a salir algunos con sus mamadas de que si las enfermedades, que si es lo mismo con condón y con toda clase de mamadas. Pues déjenme decirles que no, nunca será lo mismo con condón, a los dos nos gusta ver su panochota escurriendo los mecos y ella dice que siente riquísimo cuando alguien se viene adentro de su pepa o su culo. Finalmente no es el culo de ustedes, cada quien disfruta sus gustos y no le ponemos una pistola a nadie para que se la cojan a pelo.
Además, antes de enfermarnos, calculamos que se la cogieron no menos de 300 cabrones y eso nada mas desde que vivimos juntos, así que tampoco es que se coja a unos cuantos y ya se enferme. Tomando en cuenta que ahorita y desde hace un par de años casi no coge con gente nueva, pues es mucho mas difícil que se vuelva a enfermar. Cada quien sus ideas, respeta las nuestras y nosotros respetaremos las tuyas.
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