¿En verdad mi esposa, nunca había hecho una doble penetración antes?
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Somos una pareja con 4 años de casados, mi esposa Sandra tiene 25 años, yo me llamo Gerson y tengo 27. Aunque hemos tenido una relación más o menos swinger, donde ocasionalmente, invitamos a una tercera persona, apenas hace unos días, Sandra disfruto su primera doble penetración. Quede impresionado por la facilidad con la que mi esposa recibió las dos vergas dentro de ella, una por la vagina y la otra por el ano. Incluso me sorprendió, con la intensidad que se excito, como pedía que no dejáramos de cogérnosla y como gritaba pidiendo que le diéramos más duro. Literalmente, era otra mujer, una que yo no conocía y aunque me gustó mucho la experiencia, después, me entro cierto grado de desconfianza, de no saber realmente, lo que ella ha hecho antes.
Tampoco voy a decir que no sabía que ella, tenía cierta experiencia en sexo abierto, pero me juro que nunca había hecho dobles penetraciones. De hecho, jura que casi todo lo que hizo antes de conocerme, con un par de novios anteriores, había sido con otras chicas. Ella es bisexual y me platicaba que le gustaba estar de vez en cuando con alguna chica y el que fuera su novio. También me conto de tríos con hombres, pero supuestamente fueron únicamente 4 veces, donde los habia atendido de uno en uno, solo chupando al que no se la cogía. Nunca vi la necesidad de que mintiera respecto a su vida sexual anterior a mí, pues desde que nos conocimos, le deje en claro, que yo siempre he creído en relaciones abiertas. Después de hablarle de eso, ella misma se sinceró y me platico algunas de sus experiencias con más de una persona.
Duramos poco más de un año de novios, donde hicimos algunos tríos con amigas de ella y un par de prostitutas, que algunas veces contratamos, cuando no había alguien disponible. La iniciativa de hacer algo con alguien, era variada, a veces mía y a veces ella, pero ninguno de los dos decía que no, cuando el otro tenía ganas. En la relación íntima entre nosotros dos, se supone que yo fui el primero con el que tuvo sexo anal y fue un proceso de algunas semanas para conseguirlo bien hecho. Sin embargo, todo lo demás que incluye nuestras prácticas habituales, ella misma me dijo que ya las había hecho. Entonces, no tenía por qué dudar de nada que Sandra me dijera, pues había cosas que para mí eran más relevantes que las hubiera hecho, que algo como una doble penetración. Digamos que, antes de casarnos, hicimos el acuerdo de contarnos todo de nuestra anterior vida, sin secretos, para realmente saber con quién estábamos por hacer una familia.
Entonces, ¿Cuál es mi duda? Pues, realmente, me sorprendió todo de Sandra, desde la facilidad con la que recibió nuestras vergas, saber perfectamente como acomodarnos y hasta su desesperación porque lo hiciéramos más duro. No es la primer doble penetración que hago a una chica, de hecho, antes de Sandra, tuve un par de novias con las que las hacíamos con cierta frecuencia. Además de participar varias veces con una pareja de amigos para hacerle dobles a ella. Si tú también las has hecho, sabes que hay cosas como colocar las piernas en una posición adecuada donde no les estorben a los demás. Que a veces, metes la verga y la otra se sale o simplemente, te cuesta trabajo que la tuya entre, cuando la del otro ya está adentro. Incluso cuando haces la doble vaginal, no siempre es tan fácil como se ve en las películas porno. Tambien está el hecho de que, dependiendo de la chica, algunas con mucha experiencia, aguantan casi el tiempo que sea, pero otras, después de unos minutos, piden que se las saquen. Incluso las más aguantadoras, no empezaron aguantando dos vergas adentro por largo tiempo desde la primera vez.
Pues, con Sandra, fue algo extremadamente sencillo, casi natural para ella, e incluso, ella nos indicó como acomodarnos y donde poner los pies, para que no estorbaran. En esos momentos, estaba montada sobre el tipo que contactamos por Instagram y era su primera cogida con él. Yo me iba a colocar atrás de ella para metérsela por el culo, pero desde que me acerque, Sandra, sin dejar de moverse sobre el chico, le pidió que cerrara las piernas. Fue como si tuviera ojos en la nuca y hubiera visto que me estorbarían si las dejaba como las tenía. Luego me puse de pie sobre ellos y cuando me estaba agachando para acercar mi verga a su culo, ella me dijo que sería más fácil si solo me arrodillaba con una pierna. En serio, ¡Guau! de verdad fue así, me acomode casi en automático como ella sugirió y mi verga quedo exactamente en la entrada de su ano. En cuanto le di un par de piquetes, ella misma con sus manos abrió sus nalgas y su culo se abrió ligeramente, dejando que mi verga entrara sin ningún problema y sin ni siquiera pedirle al invitado que dejara de moverse (que también es algo que pasa casi siempre, que el que ya está adentro, debe quedarse quieto para que el otro pueda meterla).
Bueno, la doble penetración ya estaba en marcha, yo extrañaba esa sensación rica de que se aprieta más de lo normal el esfínter de la chica, por la presión que la otra verga hace desde el interior de la vagina. Además, es delicioso sentir como al otro lado de la piel, se mueve algo (la verga del otro hombre), haciendo que el placer de penetrar a la mujer, sea más intenso. Así que, estaba muy excitado y feliz, que, por fin, después de unos años, estaba haciendo la primer doble penetración con Sandra. Pero tenía en mente, que, en cualquier momento, ella diría que le comienza a doler y pediría que se la sacara alguno o por lo menos, que lo hiciéramos más lento. Pero no fue así, de hecho, ella misma se empujaba cada vez que se daba un sentón sobre la verga del invitado, para que la mía también le entrara muy profundo. Era visible (y audible), que Sandra se fue poniendo cada vez más cachonda. Me pedía que la sujetara fuerte de la cadera y que se la empujara tan fuerte como pudiera.
Podría decir, que, aunque fue extraño que supiera como hacer que el otro tipo y yo, nos acomodáramos correctamente, por lo demás, era entendible que estuviera muy cachonda. Pero los minutos pasaban y nunca se quejó de nada, solo de necesitar que, lo hiciéramos más fuerte. Hasta que hubo una pausa en su intensidad, aunque ligera, digamos que simplemente, se recostó sobre el chico, tomo aire como por medio minuto y se volvió a recargar en sus brazos para continuar empujándose (después me dijo que fue, porque tuvo un orgasmo). Cuando la vi recargarse en el chico, le pregunté si quería que descansáramos o que se la metiéramos los dos por la panocha, pero respondió con un rotundo “¿Estás loco amor? quiero que me sigan cogiendo muy duro, así, uno en cada hoyo, no quiero que se vengan todavía… ¡es delicioso!”. Pues a mi princesa, lo que pidiera y seguimos cogiéndola al mismo tiempo por algunos minutos más en la misma posición.
Francamente, yo me tuve que salir de su culo a propósito un par de ocasiones para no venirme, porque realmente me tenía muy excitado, ver a Sandra, así de cachonda. Pero apenas se me pasaba un poco la sensación de quererme venir, volvía a metérsela en su culo con total facilidad. Era increíble, que apenas unos dos años atrás, le dolía el sexo anal y tuve que ser muy paciente, hasta que por fin se acostumbró. También debo decir que el chico de la semana pasada con el que hicimos la doble y del que no me acuerdo ni como se llama, salió muy aguantador, aunque también tuvo que salirse de Sandra algunas veces. Pero el caso fue, que los tres estábamos empapados de sudor y tratamos de durar lo más posible, hasta que finalmente no aguante más y le llene el culo de leche a Sandra. En cuanto me salí, ella saco la verga del invitado de su panocha y se la metió en el culo para seguir cogiendo, aunque el amigo, ya no duro mucho más y también se vino en su culo.
Aunque Sandra quería que alguno de los dos siguiera dándole batalla, se tuvo que esperar a que yo fuera al baño y regresara para nuevamente comenzar a ponérmela dura. No voy a mentir, le costó un poco más que de costumbre, pero es que realmente en la primer cogida, mi verga dio su máximo esfuerzo, intentando no venirse. Cuando finalmente se me puso dura con las chupadas de Sandra, me puse sobre ella y me la cogí por la panocha. Eso dio oportunidad de que platicáramos un poco y me pregunto si me había gustado, a lo que le respondí que era la mejor doble penetración que había hecho en mi vida. También ella, me dijo que lo que sintió le encanto, que podía sentir cada verga casi individualmente entrando y saliendo de sus hoyos. Yo no me di cuenta, pero dijo que tuvo dos orgasmos y estuvo cerca de un tercero, pero ese ya no llego.
Después de darle yo solo a Sandra, nuestro invitado se acercó para que ella se la mamara y después de un rato, Sandra pregunto si le podríamos dar de nuevo entre los dos. Una nueva sorpresa para mí, cuando le pidió al chico que se acostara, ella se sentó de espaldas a él, metiéndosela en el culo. Luego la acomodo las piernas ella misma y me llamo para que me la cogiera de frente por la panocha. Juro que parecia que sabia perfectamente como hacerlo, porque hasta me dijo que no me dejara caer todo sobre ella, para no aplastar al chico. Debo decir que, de nueva cuenta, los movimientos de culo de Sandra, eran deliciosos. Mas que nada, se empujaba con sus pies, para que su movimiento fuera adelante y atrás, como si se meciera sobre nuestro invitado, no de arriba a abajo. Yo desde arriba de ella, trataba de llevarle el ritmo, pero era ella la que tenía el control de los movimientos. Estando tan cerca de su cara, podía escuchar como decía en voz baja en medio de algunos gemidos, que le encantaba, que sentía delicioso tener dos vergas a dentro y que no quería que eso terminara.
Pero la verdad es que ya no estábamos al 100 como en el primer palo y el chico no tardó mucho en venirse. Supongo que no es lo mismo aguantarte cuando la metes en la panocha, aunque estes abajo, que estar abajo y tenerla metida en su culo, que se siente más apretado. El caso es que la seguí cogiendo sobre el pobre chico, que ya la tenía aguada y se había salido, pero estaba cerca de venirme y yo no me quise detener hasta vaciarme nuevamente, pero ahora en su panocha. Sandra aún tenía ganas y aunque no era muy obvia, se frotaba la panocha, mientras platicábamos un poco con el chico, sobre ¿qué tal le había parecido la experiencia? De hecho, no nos creyó que fuera la primer doble penetración de Sandra y es que hasta yo lo he estado dudando desde entonces. Un poco después, no sé si porque en verdad se tenía que ir o porque ya le tenía miedo a Sandra, pero el chico se disculpó y dijo que era tarde.
La verdad, es que desde antes de que el amigo se fuera, ya me había entrado la duda, de si en verdad, Sandra nunca había hecho una doble, pero no mencione nada. Con los días, Sandra me ha dicho varias veces, que tiene muchas ganas de repetir la doble penetración y que si podemos invitar esta semana al mismo chico o a alguien más. Ya le dije que sí, pero no se me sale de la cabeza, que, a lo mejor, ella ya la había hecho, pero como no me lo dijo, cuando supuestamente nos sinceramos, ahora ya no me lo va a decir. Ni siquiera es que me moleste que la hubiera hecho, pero eso implicaría que, a lo mejor, el sexo anal, que se supone, fui el primero, también debió de hacerlo antes. No es algo que pueda reclamarle, ni que me moleste como tal si es que lo hizo, pero ¿porque engañarme? Si se supone, que nos contamos todo, incluso cosas que ni yo le pediría que hiciera conmigo, porque se me hacen demasiado desagradables, pero sé que ya las hizo con alguien más. También, si había hecho sexo anal antes, porque fingir que le dolía y tardar un par de meses, para que lo hiciéramos bien. Mi duda más reciente, es ¿porque no quiso experimentar con las dos vergas en la panocha? Si se supone que tampoco lo ha hecho y era la oportunidad de probar que sentía. O ¿acaso, ya sabe que se siente y prefiera tener una en cada hoyo?
En fin, no es algo que vaya a hacer que deje de amar a mi esposa, no es algo que vaya a causarme un gran problema, pues precisamente me enamore de ella, porque era una mujer dispuesta a compartir conmigo estas experiencias. Pero creo que es normal, que cuando te abres y acuerdas no guardar nada entre nosotros, descubrir (aunque no puedo estar seguro), que ha hecho más de lo que dice, me causa un poco de conflicto. Se que la gente que no está dentro de este tipo de relaciones, no entiende que, no somos unos degenerados, ni andamos siempre en búsqueda de con quien coger. Se trata de confianza, se trata de no tenerse secretos, ni en la cama, ni en nuestra vida cotidiana, de compartir esas experiencias que muchas personas hacen a escondidas de sus parejas. Se trata de no dejar fuera de la diversión sexual a tu pareja y dejar que también disfrute tanto de su cuerpo, como lo haces tu. Y aunque estoy bien y muy feliz con Sandra desde hace más de 5 años cuando comenzamos a salir, que espero, que no me esté ocultando nada y sean solo alucines míos. No sé cómo reaccionaría si me entero, que aun después de darle toda la confianza y abrirnos se supone completamente, resulte que hay más que no me platico.
Bueno amigos, creo que, solo quería desahogar mi desconfianza hacia mi esposa, que, aunque se supone, no debería tener, ahora mismo la tengo. Espero que esto nos sirva, para darnos cuenta, que a veces, pensar que somos una pareja abierta y sin secretos, no es garantía de que existan cosas que nos hagan dudar de la honestidad del otro. Dudo mucho que, aunque Sandra, me llegara a decir que antes de mí, si había hecho dobles penetraciones, tenga algún problema grave con ella, más allá de reclamarle, porque no me tuvo la confianza en su momento. Pero me da miedo, descubrir cosas más graves, como que, en realidad, las haya hecho ya estando juntos. Y por si tienen la duda, de si ya le pregunté directamente, pues si, ya lo hice y dijo que no. Dijo que ¿cómo podía pensar eso? si todo nos lo contamos siempre, que había estado así de cachonda, porque realmente se siente extremadamente rico. Pero no le mencione nada de que supo perfectamente como acomodarnos, eso me lo estoy guardando por si lo necesito mencionar más adelante. Pues no tengo nada más por decir, más que gracias por leerme y que, como asiduo lector de historiasxxx, revisare sus comentarios y sugerencias.
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