El marido de mi mamá me cogió por el culo en el baño mientras todos dormían
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El marido de mi mama se llama Alfredo, es 5 años menor que ella que tiene 51 y es un cabron hijo de puta, nunca le dije a ella, pero desde antes de que se casara con el, me comenzó a hacer propuestas y me manoseaba cuando podía. Siempre pude mantenerlo a raya conmigo, pero eso me confirmo que no quería tanto como decía a mi mama, aun así, yo nunca dije nada para no lastimar sus sentimientos o terminar de pleito con ella.
Un día, mi esposo Fernando, mi hijo y yo, nos quedamos en la casa de mi mamá y Alfredo porque tuvimos un festejo, por la noche dormimos en la recamara que alguna vez fue la mía y cerca de las 3 de la mañana me dieron ganas de orinar y salí al baño.
Cuando iba saliendo del baño, el cabron de Alfredo se metió y cerro la puerta, yo me asuste y le dije que me dejara salir o que gritaría como loca. No tenia idea si me había estado espiando o solo tuvo la oportunidad por casualidad, pero me tenia encerrada en el baño con el y me quería besar.
Yo trate de salirme pero no me dejo, me abrazo con fuerza y me decía en voz muy baja que me quería coger, yo no quería que se dieran cuenta de lo que pasaba pero tampoco quería dejar que el hijo de puta me hiciera lo que quisiera.
Trataba de besarme en la boca y yo quitaba la cabeza, una de sus manos se metió por abajo del camisón de dormir que estaba usando y me comenzó a frotar la vagina, era asqueroso y no me sentía para nada excitada, al contrario, sus manos me lastimaban, sus dedos eran muy rasposos y como no estaba lubricada me estaba lastimando.
Entonces entre sus manoseos, el cabron me metió uno de sus dedos en mi culo, honestamente no me lastimo, simplemente era algo raro sentir una parte de su dedo entrado en mi ano, me lastimaba mas cuando me metía los dedos en la vagina, aun así, no lo iba a dejar hacer eso y movía mis nalgas lo mas lejos de el.
En mi mente trataba de pensar que hacer sin que mi mamá o Fernando se dieran cuenta, quería gritar, pero en serio, no es fácil destruir la felicidad de tu mamá al decirle lo que su pervertido esposo me quería hacer.
Entre los jaloneos y los dedos de Alfredo metiéndose en mi vagina y el culo, me comencé a sentir excitada, yo nunca le he sido infiel a mi esposo, nunca en la vida había siquiera besado a otro hombre desde que nos casamos, pero por algo que aun no puedo entender, termine por responder a uno de los besos que Alfredo me intentaba dar.
Casi de inmediato me sentí mas excitada que nunca en mi vida, el seguía metiendo sus dedos en mi, ni siquiera el hecho de que me metiera un dedo en el culo me bajo lo cachonda, pues yo nunca había tenido sexo anal ni con Fernando ni con nadie.
Fueron momentos en los que me desconecte del mundo, no me importo que Fernando o mi mamá pudieran sorprendernos y que se armara un escandalo que terminaría con mi matrimonio y la felicidad de mi mamá, yo solo quería seguir sintiendo ese placer.
Alfredo se saco la verga y con mi mano se la estaba jalando, sus dedos cada vez entraban mas rápido y mas profundo, no se cuantos me estaba metiendo pero ya no quería que dejara de hacerlo.
Por un segundo un ruido nos asusto, nos quedamos quietos y yo me acomode un poco el camisón, como si eso evitara un problema en caso de que nos atraparan, pero era solo el gato que tienen en la casa de mi mamá.
Al confirmar que no era nada mas, Alfredo nuevamente me comenzó a besar, nuevamente comenzó a meter sus dedos en mi y yo no había perdido lo cachonda, también quería que siguiera.
Me hizo ponerme de frente al lavamanos y el se acomodo detrás de mi, puso su verga en mi vagina y me comenzó a coger, yo sentía algo mas intenso que lo que siento con Fernando, ni siquiera sentía simpatía por Alfredo pero sus cogidas me hacían sentir que me recorría sangre caliente por todo mi cuerpo.
Me saco la verga de la vagina cuando mas caliente estaba, creo que me dejo a nada de un orgasmo, puso su verga en mi ano y le dije que por ahí no, porque no me gustaba, pero no me hizo caso y me la comenzó a empujar.
Dio dos o tres empujones que no me dolieron, pero cuando entro, sentí que me partía en dos y por poco y grito, trate de hacerme a un lado para que me la sacara, pero no pude. Continuo empujando su verga en mi ano y me comenzó a gustar, nunca había sentido tanto placer, nunca me había gustado tanto coger como en esos momentos.
Alfredo se vino dentro de mi ano y de inmediato se acomodo la ropa, el cabron me dio un ultimo beso en la boca y me dijo, “Te dije que te a gustar… hijita”, se salió del baño como si nada y yo me quede pensando por unos minutos en lo que había pasado.
Antes de salir del baño me entro un profundo sentimiento de culpa por haber sido infiel a Fernando y no pude evitar que se me salieran algunas lagrimas, no solo por mi marido, también por mi mamá, por haber cogido con su esposo.
Nadie se dio cuenta de lo que había pasado, con los días me fui sintiendo mas tranquila, pero hay algo que se quedo en mi cabeza y es que cuando estoy cogiendo con Fernando, no puedo evitar pensar en los momentos cuando me cogió Alfredo, no es que me guste el estúpido ese, pero me excita recordar lo que sentí cuando me cogía, es la única experiencia de de ese tipo que he tenido en mi vida y creo que es por eso que no puedo dejar de pensar en eso.
Ya paso mas de un año y sigo excitándome cada que pienso en eso, estar encerrada con el, que me cogiera casi a la fuerza, sentirme muy cachonda y haber hecho por primera y única vez sexo anal, son cosas que dan miles de vueltas por mi mente y no quiero volver a ser infiel a Fernando y mucho menos con Alfredo, pero creo que ese tipo de pensamientos no se pueden controlar.
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