A mi linda y caliente hijastra le gusta coger amarrada
1,463 Lecturas
Mi nombre es Gil, tengo 35 años y quiero compartir como Romy mi hijastra se volvió la más caliente de las amantes que nunca he tenido. Yo estoy casado desde hace 5 años con Lulú de 38 años, ella tiene dos hijos de su primer matrimonio, uno es Rolando de 13 años y Romina de 19 años. Con Rolando siempre me llevé muy bien, pero con Romina nunca pude tener una buena relación porque estaba muy apegada a su papá y era bastante grosera conmigo. Lulú siempre intento que nos pudiéramos llevar bien, pero parecía imposible, mucho menos soñar con que Romy me dijera y mucho menos me viera como papá y yo entendía su situación.
Para los padres, los hijos siempre son buenos y en lo relacionado con la sexualidad, son prácticamente puros, castos e inocentes a pesar de lo que podamos ver. Romina es una niña con una carita muy linda, pero al mismo tiempo su rostro expresa mucha cachonderia, de cuerpo a pesar de que tiene un culito redondo y bien paradito, no mide ni 1.50 y es flaquita, por lo que aún parece una niña inocente. Incluso, cuando la vez al lado de sus amigas de la escuela, Romy aparenta ser la más jovencita. Sin embargo, cuando eres el padrastro puedes ver otra cosa en los hijos de tu pareja, pero no puedes involucrarte mucho cuando los hijos no te aceptan. Algo así pasó con Romina, pues yo no me tragaba sus permisos para quedarse a dormir a la casa de sus amigas según para estudiar y menos viendo lo corta y ajustada que usaba su ropa, incluso el uniforme de la prepa. Pero como su mamá le dio permiso de tener un novio, pensaba que a lo mejor se escapaba con él y finalmente, no era mi problema.
Como dije antes, nunca me llevé bien con Romy pero hace como 2 años las cosas ya parecían más relajadas entre nosotros y hasta platicábamos un poco o nos hacíamos pequeñas bromas. Hay que tomar en cuenta que, durante la convivencia en familia, siempre hay momentos de ligeros tocamientos sin intención o situaciones donde alguien ve más de lo que debería. Esos momentos fueron poco más frecuentes con Romy desde que comenzamos a llevarnos mejor y curiosamente pasaban más cuando mi esposa no estaba en la casa. Lulú trabaja en el departamento de recursos humanos de una financiera a nivel nacional y viaja mucho por su trabajo, así que siempre había mucho tiempo de estar solo con mis hijastros.
No puedo ser hipócrita y decir que siempre vi a Romy como hija, la realidad es que es imposible no darse un taco de ojo cuando una hijastra se arregla para salir o mejor aún, cuando esta con poca ropa en la casa. Pero nunca pasó por mi mente ni por un instante pasarme de lanza con ella, ni tocarla, ni nada parecido, era solo verla discretamente y ya. Sin embargo, a veces me parecía que Romy hacia ciertas cosas como para ponerme nervioso o simplemente para provocarme y yo trataba de ignorarla.
Exactamente en los últimos días del mes de marzo del 2022 recibí una llamada de Romy diciéndome que tenía un problema, que no sabía qué hacer y que si podía pasar por ella para que me platicara. Se me hizo un poco extraño porque nunca me había platicado sobre ningún problema, pero no iba a ser el primero al que me negara escuchar o ayudar. Pase por ella a la prepa y nos fuimos a tomar unos helados a una plaza. Lo que me contó me dejó sin palabras, pues resulta que tenía un retraso en su regla y salió positivo a embarazo en unos test que se hizo. Yo no quería juzgarla para no perder el avance en su confianza, pero cuando le pregunte que, si ya le había dicho a su novio, me dijo que no creía que fuera de él.
Lo lógico fue preguntarle ¿entonces quién es el papá? y después de pedirme que por favor no la regañara, me dijo que no estaba segura porque podía ser de dos personas y ninguno de ellos era su novio. Resulta que con su novio se cuidaba usando condón, pero había cogido sin cuidarse un par de veces con un chico que conoció en una fiesta. Pero lo que me dejó boquiabierto, es que me confesó que ya tenía algún tiempo cogiendo con un amigo de su papá que era un señor casado de más o menos unos 45 años y que ellos nunca se cuidaban. Sentí una molestia un tanto extraña, era como darme cuenta que Romy no era tan inocente mientras su mamá la trata como niña, pero por otro lado, me dio envidia o celos saber que uno más ruco que yo sé la anda comiendo desde hacía tiempo.
Platicamos sobre lo que quería hacer y definitivamente no quería tenerlo, mucho menos quería que su mamá se enterara y me pidió ayuda para abortar. Aunque no soy partidario del aborto, no podía hacer otra cosa que ayudarla y después de algunas citas en una clínica, abortó con casi 9 semanas, pero sin mayores problemas. Incluso antes de darle el alta, hablaron con nosotros, (aunque básicamente la platica era para ella) sobre usar un método anticonceptivo adicional al uso del condón. Al final ella eligió usar parches pues sería más fácil ocultarlos de su mamá y le compre los primeros. Aunque dejándole claro que eran por precaución y que tenía que seguir cuidándose con condón.
Obviamente corrí con los gastos y le dije que estaría al tanto de que estuviera bien. Pues aunque nos dijeron que podía hacer sus actividades sin hacer esfuerzos, al día siguiente antes de irse a la escuela me dijo a escondidas de su mamá que tenía muchos cólicos y que no quería ir. Claramente no podía quedarse en la casa porque se daría cuenta su mamá de que no fue. Le dije que si quería le pagaba un hotel para que se fuera a descansar y regresara a la casa por la tarde.
Me dijo que no quería estar sola y que si podía acompañarla un rato. Aunque debía irme a trabajar, le dije que estaba bien y rápidamente nos pusimos de acuerdo de donde recogerla. Salió con su hermano y yo me apresure a terminar de alistarme para irme supuestamente a trabajar. Pase por Romy como una hora después de que ella se había salido de la casa y la lleve a un hotel familiar no muy lejos de donde trabajo. Lo primero que hice fue llamar a mi trabajo para avisar que tenia un problema en casa y que no podría llegar a trabajar.
Aunque pedí una habitación doble, sentí la mirada del tipo de recepción como pensando porque un hombre de mi edad entraría a un hotel solo con una chica con uniforme de prepa. Sentí la necesidad de aclararle que Romy era mi hija. Fue algo penoso, pero a Romy no pareció importarle y poco después ya estábamos en la habitación platicando mientras mirábamos una película. Así por primera vez platicamos sobre ella, sobre sus novios, sobre su relación con el amigo de su papá y básicamente sobre cosas que antes ni soñando me hubiera contado.
Entonces Romy me agradeció por ayudarle y no decir nada a su mamá, le dije que aunque ella no quisiera, yo estaría para ella siempre que me necesitara. Romy se recargo en mi pecho y ambos quedamos en silencio, ella miro hacia mi y se estiro para darme un beso en la boca. Yo le respondí el beso sujetándola por la cintura y ella se fue poniendo sobre mí sin dejar de besarnos. Era increíble sentir la pequeña y cálida boca de mi hijastra al mismo tiempo que abrazaba su pequeña cintura. Al estar ella prácticamente sobre mi comenzó a moverse provocando que mi verga reaccionara y se pusiera dura. Una de las piernas de Romy frotaba mi verga por encima de mi pantalón. Pero lo que realmente me tenía muy excitado, era sentir el pequeño cuerpo de Romy sobre mí. Aunque Lulú a pesar de sus 38 años sigue delgada y con muy buen cuerpo, no tiene comparación con el joven cuerpo de Romy.
Yo tenía claro que después de que Romy me confeso tener una relación con el amigo de su papa, de más de 20 años mayor que ella, la diferencia de edad, no era algo que le molestara. Sin embargo, yo si tenía una sensación incómoda, principalmente porque en algún momento volteé al espejo y vi la imagen de ella. Una pequeña chica adolescente, con uniforme de prepa montada sobre mí y además era la hija de mi esposa. Entonces, por muy excitado que estaba no pude evitar decirle que estaba mal, que no era correcto, que deberíamos parar. Incluso le recordé que no debíamos hacer nada porque en la clínica dejaron claro que debía esperar de 3 a 4 semanas sin tener relaciones. Romy con todo el descaro me dijo que la ponía muy caliente y que si no me había dado cuenta que por eso me trataba mal. Dijo que tenia tiempo que se imaginaba cogiendo conmigo, pero que no sabía si algún día pasaría algo entre nosotros. Yo hubiera querido decirle que también la deseaba, pero la realidad es que aunque me gustaba muchísimo verla, había reprimido toda clase de pensamientos sucios hacia ella. Entonces le dije que yo quería mucho a su mamá y que, aunque no era el hombre más fiel del mundo, estaba tratando de no cometer los mismos errores con su mamá que cometí antes con otras.
Entonces Romy me desabrocho el pantalón y metió una de sus manos para sacar mi verga dura mientras me preguntaba que si entonces no me gustaba. Mi respuesta fue que era más que obvio que me gustaba muchísimo, pero que me preocupaba que se enterara su mamá y los dos tuviéramos problemas. Ella se acomodó montada sobre mis muslos y al mismo tiempo no dejaba de ver mi verga mientras me la jalaba. Me dijo que la tenia mas grande que las que había visto y no se la imaginaba así.
Romy se empino y comenzó a chuparme la verga de una forma que no parecía de una jovencita novata. También agarraba mis huevos y los frotaba, ocasionalmente también los chupo y realmente me estaba haciendo sentirme como en un sueño erótico. Algo que fue muy cachondo fue cuando ella alejó su cara con la boca abierta jalando un hilo del líquido que me salía de la verga. Luego lo sorbio regresando hasta la cabeza de mi verga para volver a chuparla. Después de eso se acomodó nuevamente sobre mí, me beso en la boca y me pregunto si en verdad no quería cogérmela. Recalque que no podía tener relaciones tan pronto, todavía no habían pasado ni 24 horas de su aborto y que le podía hacer daño o causar una infección. Mientras yo le explicaba esas razones, ella ya estaba montada justo sobre mi verga y se movía haciendo que su calzón frotara mi verga. Con una de sus manos hizo a un lado la tela para dejar que mi verga rosara su panochita y se siguió moviendo haciendo que yo deseara metérsela en esos momentos. Como pude me aguante y cuando ella intentaba que la penetrara, yo enterraba mi cuerpo en el colchón y la subía de la cintura para que no le entrara.
Termine diciéndole que mejor me la siguiera chupando y que dejáramos pasar unos días para entonces si coger todo lo que quisiéramos. Hizo cara de no estar muy contenta con eso, pero se acomodo para seguir chupando mi verga. Esta vez se quito el uniforme y por primera vez la vi completamente desnuda. Mientras me chupaba la verga la acomode para yo también chupar su panochita e hicimos el 69 mas delicioso del que tengo memoria. Era increíble estar chupando la joven y apretada panocha de Romy, pues por mucha experiencia que tuviera, aun se mantenía cerradita. Sus labios vaginales eran muy delgados, pequeños, con unos vellos púbicos delgados y apenas visibles. Incluso su culito se miraba rosadito a diferencia de su mamá que lo tiene bastante oscuro a pesar de ser de piel blanca. Pero sin duda lo más rico era el sabor que tenía su panocha y su aroma fresco, algo que tenía mucho tiempo que no disfrutaba en una mujer.
Ya no pude mas y le avise que me venía, ella dejo de chupar mi verga pero siguió masturbándome hasta que revente con enormes chorros de leche que le cayeron una parte en la cara, en el cuello y escurrieron por su mano. Un tanto tímida volvió a meter mi verga a su boca como para limpiarla hasta que los dos nos recostamos en sentidos opuestos.
Romy me dijo que una de sus fantasías era coger conmigo y que ella quería que pasara, que entendía porque no había querido cogérmela y me agradeció por cuidarla. También me dijo que comenzó a fantasear cuando escuchaba los gemidos de su mamá cuando me la cogía y eso la excitaba. Yo por mi parte le fui honesto cuando le dije que, aunque me gustaba mucho y muchas veces la miraba, nunca había querido ni siquiera imaginar algo así, además de todo porque para mí era solo una niña. Le dije que, aunque ella no me quería al inicio, yo quería mucho a su mamá y quería protegerlos y quererlos como hijos. También fue inevitable tocar el tema de Lulú y lo imperante que era evitar que ella se enterara. No solo por evitar todo el drama que causaría, sino también por evitar que sufriera sabiendo que su hija y su esposa eran amantes. Esto mismo también nos llevó a hablar sobre como tendrían que ser las cosas entre nosotros. Yo no quería separarme de Lulú y Romy en sus propias palabras, solo quería disfrutar y aprender cosas nuevas. Así que, ninguno debería reprocharle nada al otro, cada quien, hacia su vida, pero cuando se pudiera y tuviéramos ganas pues disfrutaríamos de ricas cogidas.
Los días siguientes estuvieron llenos de miradas cachondas del uno al otro, pero tratando de que ni Lulú ni Rolando se dieran cuenta. Incluso ella se portaba casi como antes de todo esto, ignorándome un poco y a veces hasta grosera. Sin embargo, si nos cruzábamos en cualquier lugar de la casa donde no nos vieran, Romy pasaba su mano sobre mi verga y yo agarraba su culo o sus tetas. Pero fue hasta casi dos semanas después de su aborto que finalmente nos fuimos a un hotel a coger y desahogar todas las ganas contenidas.
Su uniforme de la escuela no me dejaba olvidar que ella es aun una adolescente, por mucho que se vea sexy cuando se arregla para salir. Y en ese hotel donde estuvimos la primera vez, me sentía tímido a pesar de que ya nos habíamos chupado mutuamente. Pero cuando por fin penetre la panochita de Romy y sentí lo cachonda que estaba pidiendo que le diera mas fuerte y que no dejara de cogerla, la comencé a sentir como a toda una mujer. Aun así, ahora nos reímos de esa primer cogida, que fue mas tierna que apasionada. Nada que ver con ahora.
Las primeras 3 ó 4 cogidas con Romy durante el primer mes, fueron muy ricas, pero apenas estábamos tomando confianza en la cama. Poco a poco me di cuenta que Romy en realidad quería aprender, quería conocer y experimentar cosas nuevas. Aunque ella me lo había dicho claramente, no podía saber que tanta experiencia tenía, ni hasta dónde quería llegar. Increíblemente, fue ella la que tomo la iniciativa cuando me pidió que me la cogiera amarrada a la cama.
Aunque no encontramos nada que sirviera y nos conformamos con solo coger, le pregunté si quería que la amarrara la próxima vez. Mientras le empujaba la verga con fuerza dijo que si y que quería que la tratara como puta. Entonces comencé a decirle que era una puta, una pequeña zorra que iba a usar como mi perra. Romy se retorcía como nunca y me pedía que le dijera mas cosas y me preguntaba si también a su mamá me la cogía como puta. Yo le respondí que no, que mi puta solo era ella y Romy gemía mas rico. Ella me preguntó que si a ella solo la quería para meterle mi verga y echarle mis mocos. Le respondí que sí y me pidió que se lo dijera muchas veces. Yo estaba extremadamente excitado cogiendo a Romy y diciendo eso que ella quería escuchar. Entonces sentí que se retorcía más y dejaba salir un gemido que parecía un grito, me apretó y me enterró sus uñas en la espalda. Yo me apresuré a metérsela más duro hasta que me pude venir dentro de ella. Me deje caer a su lado y ella me dijo que creía que había tenido un orgasmo, pero que no estaba segura porque nunca había tenido uno. Me explico lo que sintió y que había sido lo más rico que había sentido en su vida.
La siguiente vez no tardó en llegar, fue un par de días después y fui preparado con unas cuerdas que compre ese mismo día en una ferretería. Ella estaba realmente excitada desde que comencé a amarrarla, me decía que la usara como quisiera, que deseaba sentirse como una puta. Ya atada a las patas de la cama con las piernas y los brazos abiertos le chupe todo su rico cuerpo. Lego la puse a chuparme la verga y se la clavaba con fuerza hasta que casi se perdía dentro de su boca. Sentí que Romy se ahogaba y le pregunté si estaba bien y me dijo que siguiera y no me detuviera, que le encantaba.
Así comenzó otra historia diferente con Romy, pues aunque yo nunca fui fetichista de ningún tipo, es super excitante que ella disfrute que me coja amarrada y verla tan excitada. Luego le regale un plug anal (su primer juguete sexual) que ayudó para ir entrenando su culito. Pero eso no fue nada fácil, aunque ella estaba muy dispuesta, siempre le dolía mucho y dejaba de intentarlo. Tuvieron que pasar varios meses hasta que actualmente ya hacemos sexo anal relativamente fácil. Poco después comenzamos a probar la masturbación con mis dedos en su panocha, con algunos objetos y finalmente le regale un dildo que siempre tenemos escondido junto con su plug y otras cosas bajo la llanta de refacción de mi coche. También nos gusta hacer juegos de roles bastante fuertes actuando como si yo fuera su papá biológico, aunque también otros mas suaves como hacerme pasar como su maestro. Esto es divertido y me hace sentir como adolescente, pero al final también es muy excitante.
Pero aunque hemos experimentado diferentes cosas, lo que siempre nos sigue motivando es amarrar a Romy de diferentes formas y me la coja mientras la trato como puta. Incluso le gusta que le pegue en las nalgas y cachetadas no tan fuertes. Le gusta que la escupa y que me orine en su cuerpo mientras está amarrada. Yo no sabía que podía disfrutar tanto del bondage y menos imagine que le gustara tanto a Romy. Creo que a pesar de todo lo más enfermo puede ser hablar de su mamá mientras cogemos y después estar en la casa como si nada. Alguna vez le pregunte a Romy si le molestaba verme cariñoso con su mamá o escuchar que me la estoy cogiendo. Increíblemente dice que eso la excita y que solo le provoca ganas de estar cogiendo conmigo.
En los primeros días de abril vamos a cumplir 1 año como amantes y para mi ha sido el mejor año de mi vida. No voy a negar que miles de veces pienso que me encantaría que mi esposa me dejara por irse con otro y así yo me quedaría con Romy. Pero es toda una estupidez, Romy crecerá y hará su vida, mientras yo me quedaría como pendejo. Amo a mi esposa, pero una tentación tan enorme como Romy es imposible evitar. Y Romy anda en su desmadre con su novio y tal vez con otros más, por lo menos, ella dejo de ver al amigo de su papá, pero dudo que no vea a otros. Al final me quedo con la experiencia de tener como amante a mi linda y cachonda hijastra por el tiempo que sea posible. Hacer esas salidas a pasear o viajes en familia donde actúa como la hijastra que no soporta a su padrastro, pero sabiendo cómo disfrutamos a solas. O los viajes de mi esposa donde Romy espera a que se duerma su hermano para meterse a coger en silencio (bastante difícil de conseguir) en la cama que comparto con su mamá. Todo es como un sueño erótico que nunca creí posible.
Y para los que me quieran criticar les diré, que es muy fácil juzgar desde afuera. Pero en la vida real, esto y muchas cosas más fuertes pasan. No podemos cerrarnos a nada, Romy es mayor de edad, aunque no lo parezca y quiere disfrutar conmigo. Es feo el engaño a mi esposa, pues si, pero es mas feo morirte y arrepentirte de no haber vivido lo que la vida te ofreció.
Califica esta historia:
Comentarios recientes