Soy escort y estoy enamorada de mi perro (Mi historia real)
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En realidad, siempre supe que soy una mujer mas cachonda de lo normal, desde que comence a coger con chicos me encanto el sexo y quería experimentar de todo. Tuve parejas de todo tipo, desde chicos de mi escuela, maestros, papás de mis amigas, amigos de mi papá, chicos que solo vi una vez, etc. Después deje la prepa sin que en mi casa lo supieran por algún tiempo y me metí a trabajar de puta en una casa de masajes. No necesitaba dinero para nada importante, solo para comprar tonterías y salir a divertirme, pero me gusto tener siempre dinero por hacer algo que me gustaba mucho. Aunque la verdad, los clientes no siempre eran agradables, la mayor parte de ellos, si conseguían ponerme cachonda y yo lo disfrutaba mucho. Tiempo después se enteraron en mi casa de todo, que me había salido de la escuela y que trabajaba de puta. Lógicamente se enojaron mucho conmigo, mi papa me castigo, mi mamá lloraba mucho y siempre estaba queriendo aconsejarme y a mis dos hermanos, pues les valió madres y dijeron que ya se imaginaban que iba a terminar así.
Me obligaron a hacer la prepa abierta y trabajar durante toda la semana con un conocido de mi papá al que también me lo termine cogiendo. Pero ya no aguantaba vivir en mi casa, así que, con ayuda de una chica que se llama Monse que conocí en la casa de masajes, me salí de mi casa, me fui a vivir con ella y regrese a trabajar a la casa de masajes. La verdad es que tenía la ventaja de que desde chamaca tuve buen cuerpo y de cara, pues no estoy tan tirada, por lo que me iba muy bien. Digamos que fui haciendo carrera de puta, salía con varios de mis clientes por fuera de la casa de masajes y entre lo que ellos me daban y lo que ganaba en la casa de masajes, sentia que podia tener lo que fuera. Fue una época muy chida, donde a cada rato teníamos orgifiestas con Monse y chicos que nos gustaban. Nosotras pagábamos todo el chupe, botanas, condones y lo que se necesitara sin que eso nos preocupara o nos molestara. Un tiempo después, la duela de la casa de masajes se dio cuenta que le estábamos robando clientes y nos corrió a las dos de su puto negocio de mierda.
Mi amiga y yo pusimos anuncios por nuestra cuenta en un chingo de paginas y redes sociales, pero nos daba miedo no tener tantos clientes como cuando estábamos en la casa de masajes. Por suerte nos comenzó a ir muy bien, las dos teníamos mucho trabajo y cobrábamos mas caro sin necesidad de dividirlo como antes. Dedicarte a ser acompañante de forma independiente tiene muchas ventajas y prácticamente ninguna desventaja. Pero como dábamos los servicios en nuestro departamento, a veces llegaba algún o algunos tipos demasiado borrachos y se ponían un poco necios, pero nada que no pudiéramos controlar. Cada una tenía su novio o novios a los que no podíamos ocultar a qué nos dedicábamos, pero a la mayoría de los chicos, eso no les importa mucho y entienden que es un trabajo. Solo que, como una de varias reglas que teníamos, ellos no se podían involucrar en nada de nuestro negocio, porque entonces sí, podía haber problemas. Aun así, éramos un desmadre y a las dos nos gustaba seguir haciendo nuestras orgifiestas a veces invitando a los novios y otras sin que supieran.
Ya tenía dos años desde que me había salido de mi casa y había dejado de ver a mi familia, pero me sentía contenta y no me faltaba nada. Es mas, diria que si me hubiera quedado con mi familia, nunca hubiera tenido tanto como ya tenía a los 19 años. Durante ese tiempo, me había tocado todo tipo de clientes, incluso unos medio enfermos, pero una debe adaptarse y sacar provecho de todo lo que piden. Entonces una mañana recibí una llamada medio extraña de un tipo que preguntaba demasiado. No era el clásico cliente que pide informes y queda de confirmarte, ese tipo preguntaba otras cosas y no terminaba de concretar nada. Hasta pense que era de esos curiosos morbosos que solo quieren excitarse por teléfono y estuve a punto de colgarle. Ya saben, preguntaba que si era cachonda, que si me gustaba lo pervertido, que si en verdad me excitaba con los clientes, que si cumplia fantasias, etc. Pero cuando estaba por cortar la llamada, me dijo que estaba interesado en el servicio, pero que lo que el buscaba era una chica que se animara a coger con uno de sus perros y que estaba dispuesto a pagar bien.
Yo no era ninguna ignorante del tema de la zoofilia, pero se me hacía algo muy enfermo y aunque había visto algunos videos en internet, no se me hacia nada excitante. Pero tampoco era algo que no haría por la cantidad correcta, tomando en cuenta que Monse y yo cobrábamos $1500 por un servicio de una hora, pues debía cobrarle bastante más. Como no me gustaban los perros y me daban miedo, lo primero que le pregunte fue cuántos eran, que si no mordían y que si eran tranquilos. me dijo que tenia dos, pero que con que cogiera con uno era suficiente, y a todo lo demás me dijo que no había problema, que eran muy tranquilos y que el los iba a mantener siempre sujetos. Negociamos el precio y lo mas que aceptó pagar fueron $6000 por 2 horas, mas $200 del taxi, siempre y cuando se llegara a concretar la penetración. Además me dijo que me daría propina si me portaba bien con el y su perro, pues el trato era de tener una relación con el perro y una con el tipo. Aunque no acostumbraba pedir adelanto, esa vez le pedí que por lo menos me depositara $500 para asegurar que se hiciera el servicio y si me los transfirió casi de inmediato.
Cuando le platique a Monse que tenía un servicio para coger con un perro, al inicio dijo que estaba loca, pero cuando supo cuánto me iba a cobrar, pues dijo que ella también hubiera aceptado. Me arregle, le llame al Uber que siempre nos llevaba y salí para ir al domicilio que me dio el tipo. La verdad, si iba un poco nerviosa, pero durante el tiempo que llevaba ya me habían pedido un chingo de cosas bien raras y esa era solo una más. Era una colonia bien fea y hasta dude que fuera cierto, pero como el Uber me conocía, le pedí que se esperara hasta que saliera a decirle que todo estaba bien. El domicilio era un portón mal pintado, toque el timbre y unos perros empezaron a ladrar y eso me puso mas nerviosa. Salió un tipo gordito, de unos 40 años y me dijo que pasara, pero antes de meterme le pedi el pago por adelantado y el me dijo que me completaría la mitad y la otra parte si se hacía todo como habíamos acordado. Estuve a punto de cancelar todo, pero la verdad se veía un tipo tranquilo y acepte la mitad, salí a decirle al Uber que todo estaba bien y regrese a la casa.
Una vez adentro el tipo se presentó como Julian y me hizo varias preguntas sobre si ya había cogido con un perro antes, que cual era la cosa mas pervertida que había hecho y tonterias asi. Para nosotras platicar con los clientes nos conviene porque se va el tiempo del servicio mas rapido, asi que le seguí la plática. Luego de un rato metió a dos perros a la casa, me los enseño para después preguntarme con cual quería coger y le dije que me daba igual, pero escogí al más chico. Creo que no eran de ninguna raza y los dos eran casi del mismo tamaño, solo que el que era un poco más grande se veia mas malo. Despues supe que ese perro, el que seria el primero en mi vida se llamaba Floki y el otro que me daba miedo era Kato. Dijo que primero queria que me cogiera su perro y después el, asi que saco al otro perro y subimos a su recamara. Yo me quite la ropa y el me dijo que me pusiera en cuatro patas en la cama y subió a Floki, pero el pobre perro ni me fumaba. Julian trataba de que el perro me montara, solo que no estaba interesado y se bajaba, entonces me dijo que lo masturbara y comence a jalarle la verga pero no pasaba nada.
Francamente pensé que no iba a pasar nada con el perro, lo malo de eso es que si no se hacia, solo me iba a pagar lo de un servicio de dos horas, osea $2500, aunque no le pensaba regresar los $3000 que ya me había dado. Yo intente que la verga del Floki saliera, pero por mas que lo masturbaba no pasaba nada, así que nos tomamos un descanso. Me platico que ver a una mujer coger con un perro y después cogérsela, era su mayor fantasía, pero que nunca había hecho. Me invitó un par de líneas de perico que acepte para agarrar valor y volver a tratar. Mientras platicabamos el Floki estaba en la cama echado con nosotros, Julian me dijo que abriera mis piernas y dejará que el perro me olieran la panocha y pues lo hice. Eso funcionó bien, el cabrón perro solito se acercó a mi panocha cuando pase mi mano por ella y se la di a chupar. Me dio algunas lamidas, pero aun asi se distraía con cualquier cosa y Julián tenía que volver a poner su hocico en mi panocha. Pero con todo y que el Floki ya comenzaba a chuparme, no me sentía para nada excitada y eso que siempre me he excitado fácilmente. Creo que aun no podía entender el gusto por la zoofilia y todo eso se me hacia muy extraño.
Para el segundo intento nos bajamos de la cama y nuevamente masturbe al Floki, pero esta vez, Julián me ayudó a sacar la verga del perro. Cuando ya la tenia de fuera, vi una cosa tan blanca como la leche, con algunas venas que contrastaban mucho por lo rojo, no era algo agradable, pues me parecía una verga super rara. Entonces Julián me dijo que se la chupara para ayudarlo a excitarse y pues ni modo, era mi trabajo y me hice a la idea de no pensar en lo que estaba chupando. Primero pase mi lengua por un lado de esa verga, como para ir calando que tan feo me sabría, pero para mi sorpresa, no sabia a nada en especial, aunque si me llegaba el olor a perro de su piel del cuerpo. Otra cosa que me llamo la atencion fue que la verga estaba muy caliente, no es como la de los hombres. Total que comence a chuparla un poco, solo que comenzó a sacar semen, pero como era muy liquido, me asuste porque pense que se estaba orinando. Cuando le dije a Julián me dijo que no estaba orinando, que así era su semen y volví a chuparla, tratando de que no me cayera en la boca.
Nuevamente me dijo que me pusiera en cuatro y levantara el culo, entonces Julián puso al Floki sobre mi. Esta vez si pude sentir la punta de esa verga dando piquetes contra mi panocha y era muy diferente a la de un hombre, porque podía sentir una punta delgada. La verdad es que cuando se la estaba chupando, pensé que no era una verga tan grande y que no tendría problemas pues me habían tocado tipos tan vergones que me dolía mas que disfrutarlo. El pinche Floki ya estaba haciendo el clásico movimiento que hacen todos los perros cuando están calientes, su verga me picaba una y otra vez la panocha sin entrar, hasta que en una de esas se metió. ¡Azo puta madre! me dolió un chingo y trate de quitarme, pero Julián me dijo “No te muevas, ya entró, tranquila”. Pues ni pedo, me quede lo más quieta posible, porque no queria volver a intentarlo y que me volviera a doler. Mientras el Floki me cogía, yo pensaba en porque me dolía si no la tenía tan grande, pensé que como no estaba excitada, a lo mejor no estaba bien lubricada, pero ya ni que hacerle. De todas formas, no llevaba lubricante, pues aunque muchas siempre llevan, yo nunca tuve la necesidad porque siempre he lubricado muy fácilmente. Ya con el tiempo entendí que a veces duele porque entra mal, siempre es mejor que una misma la ponga bien derechita y asi no duele.
Increíblemente, después de que la verga se acomodo y me dejo de doler, me comence a excitar un chingo. El Floki me la empujaba con fuerza pero ya no me dolía, sino todo lo contrario, me comence a sentir bien cachonda. Podía sentir el calor que tiene la verga del perro, era algo que nunca se siente con un hombre. Poco a poco se fue quedando quieto y comence a sentir palpitaciones dentro de mi panocha, nunca hubiera imaginado lo delicioso que se sentía eso. Aunque yo casi siempre me excitaba aun con mis clientes, esa vez, estaba especialmente cachondisima, solo podía pensar en que me estaba cogiendo un perro. Yo me repetía una y otra vez que un perro esta dentro mio y que se sentia super riquisimo y cuando comence a sentir su semen llenándome por dentro, no pude controlar un orgasmo super intenso. Incluso algunas veces, el Floki se queria quitar y yo le decía a Julián que no lo dejara quitarse y me preguntaba si me estaba gustando y yo le respondía que me encantaba.
A lo mejor no lo pueden entender a menos que ya se los allá cogido un perro, pero es impresionante cómo se siente cada vez que su verga lanza chorros de semen dentro de la panocha. Además de sentir el calor más alto de su verga, te sientes bien llena, sientes las palpitaciones y lo mas rico es que puedes sentir un liquido caliente que te va llenando. Por lo cachonda que estaba, ni siquiera me había dado cuenta que Julián se estaba masturbando. pero cuando me acerco su verga a la boca, mientras su perro aun estaba penetrándome, no lo pensé dos veces y se la chupe. Creo que no le di más de 3 chupadas profundas cuando Julián se vino en mi boca y aunque por lo regular no dejaba que se vinieran en mi boca a menos que pagaran por eso, en ese momento no me importo. Todavía el Floki me penetro por unos minutos, hasta que ya se movía mucho y se quito sacando su verga de mi. De inmediato salio un monton de su semen de mi panocha, era impresionante ver la cantidad de semen que había echado dentro de mi, pero lo cachonda no se me bajaba. Hasta ese momento pude ver lo grande y gorda que se había puesto la verga del perro y todo eso había tenido adentro.
Julián aunque se acababa de venir, se le había puesto dura luego, luego y me pregunto si me podía coger y le respondí que si. Ni me acordé de pedirle que se pusiera un condón, pues nunca doy una relación sin el preservativo, a menos que paguen muy bien y me de confianza el cliente. Yo me había acostado completamente en el piso y abrí mis piernas para que Julian se pusiera sobre mi. Yo seguía igual de caliente no se me bajaba pero ni tantito y sentir las cogidas de Julian me estaban ayudando a venirme de nuevo. Mientras me empujaba la verga dejando caer todo su peso con fuerza, me dijo que se la mamara al Floki e intento acercarlo, pero no pudo hacer que se acercara y no queria dejar de cogerme. Pero la verdad, estaba tan caliente que si queria mamarle la verga al perro, mientras Julian me cogia. En verdad, no exagero, sentía una necesidad de chupar esa verga como no lo había hecho al principio, pues ahora si queria sentir su punta tocando mi garganta.
Julián me cogía mientras me decía que me sentía llena de mecos de su perro y eso me calentaba aún más de lo que ya estaba y fue cuando llegué al segundo orgasmo. Julián no tardó mucho en venirse de nuevo y esa vez adentro de mi, pero aunque son contados los clientes a los que les permito venirse adentro, aunque hayan pagado bien, en esos momentos no me importo para nada. Nos quedamos ahí tirados en el piso a un lado de un charco de semen del perro. Me sentía más cansada de lo normal y estaba sudando (algo rarisimo en mi) y miren que había tenido cogidas largas y muy intensas con otros clientes. No podía creer lo mucho que había disfrutado, estaba completamente sorprendida de que me gustara tanto e incluso aun me sentia muy cachonda. Julian me preguntaba que si me había gustado y no podía negarlo, le explique que nunca me había sentido así de excitada y me dijo que si yo aceptaba, que lo repitiéramos más adelante y le dije que si.
Nos levantamos para darnos unos pases, pero de hecho, se pasaron las dos horas y no me fui. Creo que fue en esos momentos que estabamos animandonos, cuando me di cuenta de varios rasguños que tenía en las pantorrillas y a la altura de mis costillas, ni siquiera los había sentido. Repetimos la experiencia y nuevamente me cogió el Floki después de que lo pudimos poner cachondo de nuevo. Ya no me daba asco su verga, se la mame un buen rato y lo hice venirse de nuevo solo con mis mamadas. Su semen aun no lo aguantaba mucho en la boca, porque era muy salado, pero ya no me molesto que me lo echara. El cabrón Floki, aun tuvo energía para volverme a montar igual de rico que la primera vez y nuevamente me hizo gozar como nunca y aunque Julián participó haciendo que le mamara la verga, a mi me tenia loca de cachonda el puto perro.
Lo que iba a ser un servicio de dos horas, se hizo de 5 sin que le cobrara mas, solo me dio una propina de $1000 y quedamos en que me llamaría de nuevo para repetirlo. Antes de llamar al Uber para que pasara por mi, Julian me platicó que había intentado anteriormente con un par de veces con otras escort, pero que nada más le habían sacado dinero y que lo más que habían hecho era masturbar a sus perros. No me lo dijo antes, porque pensó que yo haría lo mismo, también por eso me había dicho que me pagaba completo solo si se lograba la penetración y quedó encantado conmigo. Ya de regreso en el Uber, normalmente el señor me platicaba cosas y esa vez, yo ni lo escuchaba, tenía la mente en todo lo que había hecho. Al llegar queria platicarle a Monse, pero cuando llegue estaba atendiendo a un cliente y me encerré en mi recamara, no pude aguantarme las ganas de masturbarme y me quede dormida pensando en lo rico que me había cogido el perro.
Al dia siguiente le platique todo lo que había pasado y ella estaba impactada por lo que le estaba contando y obvio me pendejeo por no cobrarle más. Le expliqué que no se veía que Julián tuviera dinero, se había portado amable conmigo y ademas me habia encantado la experiencia, así que, no se me hizo justo cobrarle más. Ella me dijo que si le daba curiosidad probar con un perro, pero que no sabía si a la mera hora se atrevería. De las dos, siempre fui yo más atrevida para atender clientes raros, incluso muchas veces ella decía que haría un servicio y al final me lo pasaba a mi porque le daba miedo. Obviamente mi amiga estaba llena de preguntas que me fue haciendo durante días. Por extraño que parezca, me gustaba platicar con ella sobre eso y muchas veces o mas bien, casi siempre, terminaba excitada. Conforme pasaron unos días, me di cuenta que esa no había sido solo una experiencia más con un cliente extraño, en realidad me había despertado mucha curiosidad y no dejaba de pensar en eso.
Aunque la pornografia siempre me dio un poco igual, osea, ni me gusta ni me molesta, tampoco me ha servido nunca para excitarme, pero aun asi comence a buscar videos de zoofilia. Encontré un mundo completamente nuevo, con chicas de todo tipo, desde comunes hasta muy hermosas cogiendo con todo tipo de animales. Para mi era impresionante como una mujer está diseñada para disfrutar con varias especies de animales, pero especialmente con perros. Es como si desde siempre, perros y mujeres hubieran estado preparados para coger. Vi muchos videos de mujeres cogiendo con toda clase de animales. Pero especialmente, ver una chica con un perro, me hacía recordar lo que sentí en mi primera experiencia y me excitaba demasiado, tal vez al saber perfectamente lo que ellas estaban sintiendo. Unas semanas después, se me fue pasando lo obsesionada con el tema, pero nunca por completo. Digamos que a veces se me antojaba ver videos de zoofilia y me volvía a calentar mucho. Algo que note y que estaba fuera de mi control, era que, no podía evitar al ver algún perro por la calle, mirar hacia su verga y sentir una ligera excitación. Solo lo puedo comparar como cuando ves un chico guapo por la calle y te gusta, pero no dices nada y solo lo ves.
Pasaron como 3 meses hasta que un día sonó mi celular y en el identificador, vi “Cte Julian Z”. En esos momentos justo estaba llegando a dar un servicio y aunque por lo regular no respondía si ya tenía el cliente enfrente, esa vez, si conteste. Le expliqué rápidamente a Julián antes de que me dijera algo, que estaba ocupada, pero que me marcara en un par de horas. Algo hizo chispa en mi, pues me sentí emocionada de que me llamara. Si me volvio a llamar, pero ya casi de noche y acordamos que nuevamente iría a darles servicio a él y a su perro. Volvimos a repetir todo, casi igual, pero esa segunda ocasión me tocó coger con el Kato que era el que me daba miedo, pero resulto muy mansito. Como igual que la vez anterior me quedé mas tiempo, para la segunda cogida, lo hice con el Floki que me había cogido la primera vez. Pude comprobar que no había sido algo pasajero o porque la ocasión anterior era una nueva experiencia, en realidad me ponia super cachonda coger con los perros.
Antes de irme de la casa de Julián, me dijo que no me podría llamar tan seguido porque no podía darse el lujo de gastar tanto de manera frecuente, pero que me llamaría en cuanto pudiera juntar lo del servicio. La verdad, es que, en las dos ocasiones que había ido, me sentí muy agusto con él y me salia todavía excitada de su casa. Coger con sus perros me encantaba, eran sensaciones nuevas, así que rompiendo todas las reglas que teníamos con los clientes, le dije que no se preocupara y que para las siguientes veces, solo me pagara lo de un servicio normal. Desde entonces, Julián se volvió uno de mis clientes habituales por más de dos años y me encantaba atenderlo a el y sus dos perros, ni siquiera tomaba el tiempo cuando estaba en su casa. Una o hasta dos veces por mes, hacíamos una cita para que le diera el servicio y con el tiempo, más que un cliente, se volvió un gran amigo, pero siempre pago mis servicios.
Durante ese tiempo, platicabamos mucho del tema y a veces me enseñaba videos de zoofilia que no se encontraban en internet. También intentamos muchas cosas locas, como juegos con el semen de sus perros, posiciones diferentes, sexo anal, dobles penetraciones con sus perros, etc. En el caso de las dobles penetraciones, solo pudimos cogiendo con uno de sus perros y el, pues estando los dos perros juntos se terminaban peleando. Aun así, cada visita a su casa era una experiencia excitante y terminaba rendida de tantos orgasmos que conseguía. Le llegue a tener mucha confianza, incluso lo atendi a él y a sus perros estando embarazada de mi único hijo, solo porque confiaba en el. En verdad, a pesar de que físicamente no me atraía ni tantito, era de los clientes que más me agradaban para atenderlos. Incluso llego a hablarme de hacer pareja con el, de registrar a mi hijo como suyo y de casarse conmigo, pero definitivamente no era alguien con quien quisiera vivir o hacer una familia.
Mi amistad y servicios con Julian, terminaron porque desde la primera vez que fui, me negué a que grabara y le deje claro que nunca podía grabar nada. Pero, como se me había vuelto un hobby ver sitios de zoofilia, un día encontré un par de videos mios que había grabado Julian sin que me diera cuenta y los subió. Por fortuna, no se me ve la cara y son de un par de minutos, pero tengo un tatuaje que cualquiera puede reconocer. No es que fuera mamona, pero siempre he creído que ciertas cosas, ciertos gustos de cada persona, no son para compartir a todo el mundo. Por esa razón, muchas veces rechace algunas ofertas para volverme strepper. Pues hasta ahora, considero que es mejor acostarme con cientos de hombres en privado que tienen para pagar lo que les pido, que encuerarme para miles, que pueden ser cualquier hijo de vecino y que con una cerveza ya me verían desnuda.
Además, por esas fechas yo tenía una pareja que apuradamente aceptaba mi trabajo y me apoyaba mucho económicamente. Si se enteraba de esos videos, seguro lo hubiera perdido y no queria eso, aunque al final, solo fue una relación de paso. Pero no voy a negar que llegue a extrañar las noches tan calientes que pasaba con Julian y sus perros. Porque para ser muy honesta, he cogido con muchos hombres y de todo tipo. Desde muy guapos hasta muy feos, vergones y de pito chico, algunos bien enfermos y otros demasiado tranquilos, pero el placer que te da un perro, es algo imposible de encontrar en un hombre. Con el paso de los meses llegué a sentir mucha necesidad de disfrutar una cogida con algún perro. Pero no es como salir a la calle y agarrar al primero que vez, además de que siempre que lo había hecho, estaba Julian ahí para ayudar, aunque sus perros terminaron aprendiendo muy bien.
Creo que ya tenía un año o estaba por cumplir el año de que deje de ver a Julián, cuando mi amiga se fue del departamento para vivir con su novio y me quede sola con mi bebé. No me afectó mucho, pues habíamos dejado de recibir clientes ahí desde que nació mi hijo, solo era un poco más de gasto el pagar yo la renta completa. Pero era un departamento de lujo porque al inicio la finalidad era dar buena impresión, pero como ya no recibiamos clientes ahí y estando sola, no le vi el caso de quedarnos ahí. Alquile una casa sola para mi hijo y para mi y con toda la intención de volverlo mi amante, conseguí un perro al que lo llame Odín. Solo que era un cachorro y no esperaba que creciera tanto, pero durante meses le enseñe a chuparme la panocha y despues a que me montara. Era y sigue siendo una belleza mi bebé, es un husky cafe con blanco, con preciosos ojos café claro. Super jugueton y adora a mi hijo pues han crecido juntos, aunque los dos son igual de traviesos, han roto muchas de mis cosas y tuve que acostumbrarme a siempre estar con la ropa llena de pelos.
Ahora mismo Odín tiene 3 años y aunque he tenido varias parejas, siempre Odin ha sido el mejor amante que he tenido, el más fiel, el más cariñoso y el más apasionado. A el, no le importa a lo que me dedico, no me juzga, ni me reclama nada, igual me da amor todo el tiempo. Es tan noble, que si llevo a casa a algún hombre, ya sea pareja o amigo y estoy cogiendo con él, Odín se queda echado junto a la cama como cuidando que esté bien, sin celos, sin reclamos de nada. A pesar de que me ha costado mucho educarlo en algunas cosas como que, no rompa nada, que cague y orine afuera o que no se jalonee al salir a pasear. Cuando se trata de sexo, el sabe cuando quiero y cuando no quiero coger con el. Aprendió que si me besa en la boca y yo le respondo es un si, entonces es cuando se pone un poco ansioso de querer atención sexual y entonces comenzamos algo. Pero si intenta besarme en la boca y lo quito, el entiende que es un no, así que se hace a un lado, no insiste y espera otra oportunidad para intentarlo… Eso es ser mucho más inteligente que muchos hombres.
Yo he seguido en mi trabajo de escort, he tratado de mantenerme bien físicamente, pero aun así, cada vez hay más competencia y para no bajar mi tarifa, he tenido que incluir algunas cosas por el mismo precio. Pero este trabajo siempre te deja mas que suficiente y he comenzado a ahorrar para poner algún negocio más adelante y si me alcanza, comprar aunque sea un departamento propio. Respecto a Odin, puedo decir que lo amo con todas mis fuerzas, todo me gusta de el. Me encantan sus besos y sentir su larga lengua jugando dentro de mi boca mientras sus colmillos chocan con mis dientes, creo que sus besos son lo que más fácilmente me pone cachonda. Aunque obviamente también me excita fácilmente cuando mete su hocico entre mis piernas. Pero, aunque suene increíble, está acostumbrado a que los besos en la boca, sean nuestra pregunta de si quiero o no coger con el. Incluso, a veces hasta parece respetar que este mi hijo cerca, pues cuando está con nosotros, son menos las beses que busca besarme.
En general, todo me encanta de Odín, es hermoso, apapachable, cariñoso, juguetón, cachondo y muy apasionado. Sobre todo, existe mucha diferencia con los perros de Julián, que puedo comparar con mis clientes. Aunque no lo crean, con Odín, puedo sentirme amada mientras estamos cogiendo, aunque al mismo tiempo me siento sometida por él y eso me excita. Mientras con Loky y Kato, era todo más sexual y realmente se sentía así. De Odín, me encanta todo, me encanta su verga roja y gorda, me encanta su olor a perro de casa y hasta el sabor de su semen, sobre todo el blanco que le sale cuando está más excitado. Les juro que he pasado horas muy cachonda, solo chupandosela y dejando que se venga tanto como pueda en mi boca. También me encanta su forma de coger, no importa si es vaginal o anal, nunca me lastima aunque se ponga a veces muy intenso. Tengo sexo con el prácticamente todos los dias desde que comenzamos a coger cuando era cachorro y a veces, cogemos hasta dos o tres veces el mismo dia. El cabrón es un calenturiento, si por el fuera, estaría todo el santo dia cogiendome, pero le agradezco que sea así, porque aunque a veces estoy de ánimo. Otras, estoy triste, preocupada o enojada y el sabe como bajarme el estrés con unas cogidas. Pero al mismo tiempo respeta cuando definitivamente es un no.
Hace más o menos un año, pasó algo que me dejó pensando mucho en el amor que siento por Odín. Resulta que un conocido me estuvo insistiendo para que le prestara a Odín para cruzarlo con su perra que tambien es Husky. Yo no queria porque él me dijo que debía de preferencia llevar a su perra a la casa un par de días y dejar que estuvieran algunas horas. Cuando su perra estuvo en celo, me insistió tanto que termine aceptando a cambio de un cachorro o $3000 en caso de que solo tuviera dos crías, aunque nada de eso me interesaba. Nos pusimos de acuerdo y el chico llego al dia siguiente muy temprano con su novia y su perra. Dejamos solos a Odín y la perra en el patio mientras observábamos desde la mesa de la cocina, pero nada pasaba, incluso Odín se puso un poco agresivo con la perra. Ella hasta se orinó un par de veces mientras Odín le gruñia, supongo que de miedo. Después de un buen rato y de que cada perro estaban echados en esquinas opuestas, el chico fue al patio y trato de hacer que Odín la montara poniéndolo sobre ella, pero el se bajaba sin intentar nada. Era algo extraño, porque conmigo es super cachondo, apenas me pongo en cuatro o lo pongo entre mis piernas y el inmediatamente busca penetrarme. Yo hubiera pensado que lo mismo seria con una perra (de su especie, porque a esta perra, nunca le niega sexo, jaja), el caso es que pensaba que no iba a dejar de cogérsela todo el día.
Tuvieron que pasar casi 3 horas, para que el chico consiguiera que Odín se pusiera cachondo y montara por fin a la perra. Yo no dije nada, pero me entro un sentimiento muy raro, era como decepción, como celos o a lo mejor tristeza. Aun así, cuando nos quedamos solos, lo apapache mucho para que supiera que no había hecho nada malo. Pero cuando el me queria besar porque seguramente queria cogerme, no quise, porque realmente no me sentía de humor. Por la noche, estuve pensando que era normal que Odín se hubiera excitado, aunque al principio yo sentí alivio de que no queria cogerse a la perra. También me di cuenta que era estúpido que me sintiera celosa de una perra, cuando yo soy puta y he cogido con muchos, incluso frente a Odín. Finalmente, nada iba a cambiar entre el y yo, la perra dejaría de ir a la casa y yo lo tendría conmigo para siempre. Pero al dia siguiente cuando llegaron los muchachos con la perra, nuevamente me sentí un poco incómoda. ¿Cómo podía sentir celos de una perra? No cabe duda que algunos sentimientos y las inseguridades son muy propios de los humanos.
Ese segundo día, también costó trabajo que Odín quisiera montar a la perra, pero tardo menos que el dia anterior. Pensé que ya por fin iba a terminar eso, pero el chico dijo que tenía que montarla al menos una vez más. Un rato después, Odín nuevamente monto a la perra y yo preferí no ver y mejor platicar con la chica para no estar pensando idioteces. Cuando se iban, la chica le dijo a su perra que se despidiera de su novio y aunque no lo demostré, en mi interior me molesto mucho el comentario. Ahora lo puedo contar como anécdota, pero en ese momento, yo era una clásica novia celosa. Creo que tuvieron que pasar como 3 dias para que se me pasara mi desanimó y volviera a coger con Odín. Aunque siempre supe que no era su culpa, si es parte de su naturaleza, de su instinto. Creo que, aunque yo sabía que amaba a Odín, fue el momento en el que me di cuenta, que no lo amo solo como mascota, ni siquiera como familia. En realidad, creo que lo que siento por el, es lo mismo que estar enamorada.
Para mi, Odín es como mi marido, lo amo más de lo que he amado a algún hombre y me tiene mucho más satisfecha sexualmente que cualquiera. No puedo negar que me siguen gustando los hombres, adoro coger, me sigo excitando fácilmente casi con cualquiera y aunque ya no estoy tan seguido en una, me siguen gustando las orgifiestas. A veces acepto salir con alguien formalmente, pero casi siempre hay problemas por mi trabajo o resultan ser casados que nunca van a querer una vida conmigo. Pero a mis 25 años, con un hijo, ganando más de que la mayoría podría darme y con un precioso perro que me da todo el amor y el placer que necesito, ¿como para que necesito un hombre? No gracias. Tanto amó a Odín, que quiero tatuarme una huellita con su nombre, solo que, aun estoy pensando en que zona ponerla, ¿alguna sugerencia?
A veces me pone muy triste saber que tarde o temprano me voy a quedar sin Odín y se que voy a sufrir mucho, ojala y vivieran lo mismo que nosotros. Por eso trato de disfrutar lo más posible de su compañía y no me refiero a solo lo sexual. También trato de complacerlo en todo lo que puedo y en eso sí, estoy incluyendo también a lo sexual. He llegado a pensar que cuando eso pase y el ya no este conmigo, dejaré para siempre el sexo, porque no creo volver a estar de animo para nadie. En mi vida hay mucha gente que sabe a qué me dedico, pero de mi amor y relacion con mi perro, solo Monse lo sabe. Para ser extremadamente honesta, siempre vivo con el miedo de que alguien lo sepa y me quiten a Odín, pues como las estupidas leyes lo consideran maltrato animal. Quisiera ver que alguien lo ame tanto como yo, que literalmente daría mi vida por el. Lo que si esta feo, es el sexo con las perritas que algunos descerebrados violan, pues aunque me digan hipócrita, no lo soy, porque no es lo mismo. La mayoría de esas perritas no creo que lo busquen o quieran, aunque a lo mejor si hay quienes formaron un lazo de amor, en la mayoría de los casos, no lo creo.
En tantos años dedicándome a la puteria, nunca he tenido otra propuesta como la de Julián y no se si aceptaría, aunque posiblemente sí. En mi vida solo he cogido con tres perros, pero los tres han sido amantes increíbles, los únicos capaces de sacarme orgasmo tras orgasmo. Hasta la fecha, el único porno que me gusta y me excita, es la zoofilia y solo veo de sexo de animales con mujeres, detesto el de hombres cogiendo animalitos. Para finalizar el relato de mi vida, les diré que entiendo que la mayoría no entienda cómo puede existir el sexo y el amor entre animales y humanos. Yo misma fui una de esas que no lo entendía y aunque sinceramente me comenzo a gustar por lo sexual, al final, buscando lo sexual con Odín, termine enamorada de él. ¿Que diferencia hay con los gay, transexuales, lesbianas, bisexuales y todo eso? No es crítica ellos, de hecho me considero bisexual, pero ¿porque las personas como yo siendo minoría, no tenemos los mismos derechos si se comprobara que no existe maltrato? Ojala eso cambie algun dia y si fuera así y me pudiera casar legalmente con Odín, no dudaría en hacerlo.
Si eres mujer y tienes la curiosidad de probar con tu perro, de verdad amiga, disfrutalo sin culpas. Solo trata bien a tu mascota y las primeras veces, agarra su verga y tu misma acomodala en tu panocha. Si dejas que él la meta y está muy emocionado, puede doler mucho, pero te aseguro que después se siente algo increíblemente delicioso. Con el tiempo, aprenden a ser más tranquilos y te cogen sin lastimarte. Pero definitivamente, ningun hombre podra nunca hacerte sentir un placer tan extraordinario, como un perro. Te lo dice una puta que ha cogido con muchísimos hombres.
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😲 Impresionante tu historia amiga. Me encanto la forma en la que describes tu amor por tu perro. Yo soy una mujer soltera de 41 años que siempre ha tenido curiosidad por la zoofilia, pero nunca me he atrevido a nada. Leer tu relato me excito horrores y me hizo darme cuenta de que a lo mejor por miedo, estoy perdiendo la oportunidad de experimentar algo hermoso y excitante. Gracias por compartir tu experiencia de vida.
Hola Rocío. Por favor, escríbeme a [email protected]. Me interesa la zoo y quisiera que hablásemos.
Hola me puedes responder porfa
Hola
Hola Rocio
Un placer saludarte!
Te escribo, vivo en la cd. De puebla me encanto mucho leer esta experiencia de zoo, soy soltero, me atraen mucho los temas zoo, me encantaria tener comunicacion contigo,escdibeme a mi correo [email protected]
Escribeme, te aseguro un marabilloso porvenir en tu fantasia. Besos!
Hola Irlanda, respeto tu forma de amar a tu perro y es verdad que se generan sentimientos muy profundos hacia ellos. Yo comence muy jovencita a experimentar con animales y hasta la actualidad a mis 42 años lo sigo haciendo ocasionalmente. Pero nunca he dejado de ver a los hombres y los animales como son respectivamente. Mis parejas son eso y mis perros son como juguetes sexuales (no mal interpretes, no los veo como objetos y los quiero mucho), simplemente son para quitarme las ganas. Pero entiendo que cada cabeza es un mundo, respeto y creo en lo que sientes por el. En lo que estoy completamente de acuerdo, es que debería estar normalizado, pues en esta época, cada quien hace de su culo lo que se le antoja, siempre que no los lastimes. Estamos como los homosexuales hace unos años, escondidas en un closet y catalogadas como pervertidas.
Yo quisiera saber ¿Qué tan normal es sentir mas placer con mi perro que con cualquier otro chico? Soy una chica, tengo 23 años, con suerte para tener novios guapos y creo que he tenido sexo con unos 30 hombres diferentes en mi vida. Comence a tener sexo con perros casi desde que comence a tener relaciones sexuales, aunque solo han sido 3 diferentes. El caso es que por buenos amantes que sean los chicos, nunca consigo excitarme tanto, que cuando tengo sexo con algún perro. Es algo que incontrolable el sentir como me hierve la sangre de sentir al perro excitado conmigo, pero incluso cuando me cuesta excitarlos, el solo agarrar su verga, el chuparla, el dejar que meta su lengua en mi boca y sentir ese olor feo de su hocico, ya me ponen super caliente. Ya ni se diga cuando tengo adentro su verga y siento como se esta viniendo adentro, es tan cachondo que el dolor que a veces se siente cuando la meten e incluso los rasguños que a veces hasta me sangran las piernas, dejan de importar.
La verdad es que no he durado mucho con algún perro penetrándome, por lo regular, aunque pueda hacer que me la vuelvan a meter, son solo un par de minutos seguidos los que los puedo mantener adentro de mi. Creo que lo mas que he tenido a un perro adentro han sido unos 10 minutos, pero el placer y lo fácil que me hacen venir, es increíble. Sin embargo, nunca me he sentido enamorada de algún perro, pero me causa mucha curiosidad el saber ¿Qué tan normal es lo que siento? y por ultimo, comentar que efectivamente, las personas están tan cerradas a este gusto, que da miedo. Yo solamente le tuve la confianza a un solo chico que parecía muy abierto sexualmente. Fue horrible haberlo hecho, paso de meterme miedo por enfermedades y por cosas legales, hasta celos a mis perros, amenazas de acusarme y terminamos terriblemente mal. No lo vuelvo a contar a nadie nunca en mi vida. te felicito por compartir tu historia y ojala pudieras darme tu opinión respecto a lo que siento. Gracias.
Muy buenas historia
Hola que tal me gustó tu experiencia
Que siera que me cuentes más sobre su experiencia mi correo es [email protected]
Interesante aunque no se si sea verdad