Una novia me saco del closet y ahora soy una mujer trans
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Normalmente yo esperaba quedarme solo en la casa y corría al cuarto de mi hermana para ponerme su ropa. Me gustaba sentirme como una chica y me imaginaba que así le gustaría a muchos hombres. No era nada afeminado, incluso me gustaba el futbol y hacia chistes sobre “maricas”, pero en mi interior me moría de ganas de ser una. También tuve novias y tuve relaciones con algunas de ellas, pero algo me faltaba y sabia que era probar con un hombre.
Fue hasta que salí con una chica que se llama Miranda que mi vida cambio por completo. Acababa de terminar la prepa y estaba buscando un trabajo cuando comencé a salir con ella. Miranda después de unos meses de estar saliendo me confeso que su fantasía era hacer un trio con dos hombres gay o con un hombre y un travesti. De entrada no le dije nada de que yo podía ser el que cumpliera su fantasía, pero cada que estábamos cogiendo le pedía que me platicara como se imagina su trio.
Un día me arme de valor y le dije que si queria, podíamos hacer el trio juntos y que yo participaría. Ella se emociono y me pregunto si en verdad me cogería a un travesti o a un hombre. Mi respuesta fue que lo haría por ella pero en realidad yo queria ser el travesti o el hombre que hiciera de pasivo, pero aun no me animaba a confesárselo. Mientras todo esto pasaba, yo ya tenia cierta privacidad en la casa de mis papás y tenia ropa de mujer escondida. A veces me encerraba en mi cuarto, me vestía de mujer con lo poco de ropa que tenia y me masturbaba metiéndome en el culo un consolador que escondía como mi mayor tesoro.
La verdad yo sabia que era gay, o mas bien transexual porque en verdad deseaba con todo mi ser verme y sentir lo mismo que una mujer. Deseaba no haber nacido con verga, aunque fuera fea, eso era lo de menos, pero ser una verdadera mujer. Solo que eso era imposible y no tenia el valor de salir del puto closet. Ni siquiera había tenido el valor de buscar algún amante hombre aunque fuera una sola vez. Mucho aceptar que me gustan y siempre me han gustado los hombres.
La propuesta de hacer el trío con Miranda se postergo varios meses hasta que conocimos a un chico abiertamente gay y en una peda lo invitamos a irnos a un motel. Este chico era muy afeminado, obviamente no era el tipo de chico que me gusta pero era la primera vez que tendría contacto real con un hombre. Cuando entramos, Miranda no perdió mucho tiempo y comenzó a chuparnos la verga y casi por instinto me bese con ese chico. Me excite muchísimo solo con besarlo, las mamadas de Miranda me gustaban pero lo que me tenia cachondo era saborear la boca de un hombre por primera vez.
Este chico decía que estaba loco por dejar que una mujer le chupara la verga, pero yo lo bese y le dije que entonces solo pensara en mi. Cuando Miranda juntaba mi verga con la de nuestro invitado para mamarlas juntas, me gustaba la sensación de sentir la verga de otro hombre aunque fuera afeminado. Yo comencé a cogerme a Miranda de misionero pero ella mamando la verga de nuestro amigo que estaba hincado a un lado de su cara. En algún momento Miranda saco la verga de su boca y me la ofreció para que la chupara y fue la primera vez que mame la verga de un hombre. Miranda y yo hicimos buen dúo mamando la verga del chico al mismo tiempo mientras seguimos cogiendo.
Después el chico me pidió que me lo cogiera y se puso a cuatro patas, le puse mi verga en el culo y se la deje ir. Miranda se puso abajo de nuestro invitado y mientras me lo cogía hacia un 69 con ella. No voy a negar que me lo cogí como si me cogiera a Miranda o cualquier otra mujer, pero yo aun deseaba estar en su lugar. El encuentro termino con Miranda encantada de lo que paso, pero yo aunque disfrute sentir el cuerpo de otro hombre, no me termino de llenar. No me había atrevido a pedir que me cogiera y aunque lo hubiera hecho, el aclaro desde el principio que solo era pasivo. Nos despedimos y guardamos su numero de teléfono por si después nos animábamos a invitarlo de nuevo.
Miranda estaba agradecida conmigo por hacer realidad su fantasía y me dijo que si yo queria después buscáramos un travesti para que me sintiera mas cómodo con alguien que pareciera mujer. Los meses pasaron e hicimos un par de tríos mas, uno fue con un travesti y otra con un amigo que nos presento nuestro primer invitado. Fue poco después de que cumplí un año de novio con Miranda que le dije que hiciéramos un juego y que me cambiáramos roles. Ella se esmero para vestirme y maquillarme como mujer mientras ella se puso ropa de hombre. Miranda estaba sorprendida de que en verdad pareciera una mujer y me dijo que tendría mucho éxito con los hombres si en verdad fuera gay. Fue el día que le confesé que me gustaban los hombres aunque estaba enamorado de ella y me dijo que se lo imaginaba pero que no estaba segura y que no le importaba.
Ella comenzó a llevarme ropa de la suya que ya no usaba y aunque me quedaba chica, comenzamos a coger siempre conmigo vestida de mujer. Hasta que un día dijo que me tenia una sorpresa y cuando ya estaba vestida de chica, me dio a elegir entre algunos escort activos para contratarlos. Los dos estuvimos de acuerdo en el que se veía mas masculino y mas guapo y lo llamo.
Cuando el chico llego, Miranda le pago y comenzamos a fajar con el, pero casi de inmediato Miranda se hizo a un lado y me dejo estar yo sola con el chico. Por fortuna fue muy accesible, nos besamos mucho en la boca y me dejo besar todo su cuerpo, chupar su verga, su culo y sus pies. Miranda se masturbaba a un lado de nosotros mirando como su novio se portaba como toda una puta con ese escort. El chico era mas alto que yo y algo peludo, para mi era como mi fantasía hecha de carne y hueso. Yo le ofrecí a Miranda que se nos uniera, pero ella dijo que lo disfrutara yo y que ella disfrutaría mirando.
Cuando el chico me puso a cuatro patas y levanto mi falda, yo sabia lo que venia y estaba muy excitada. Su verga era enorme comparada con la mía y pensé que me dolería mucho. Supongo que por los varios años que use mi dildo, no fue tan doloroso pero aun así me hizo gritar cuando entro. Por primera vez en mi vida tenia la verga de un hombre dentro de mi cuerpo y era millones de veces mejor que mi consolador. Las manos de ese chico tomándome de la cadera mientras me empujaba con fuerza su verga me hacia sentir un placer indescriptible. Miranda se puso frente a mi abriendo sus piernas para que le chupara la panocha pero apenas podía por los salvajes empujones que me daba el escort.
No recuerdo cuantas veces me vine mientras aun me cogía el chico pero por lo menos fueron 3 veces y era por mucho la mejor experiencia en mi vida. Sentir las medias, sentir el maquillaje en mi cara, sentir las manos rudas de ese chico y sobre todo, su verga entrando en mi cientos de veces me llevo a un estado de excitación que no podía creer. Cuando el chico se vino, yo no me di cuenta por el condón que tenia puesto, pero yo queria que siguiera. Por desgracia el tiempo de su servicio se había acabado y no teníamos para pagarle mas tiempo, aun así, lo disfrute como nada en mi vida.
Mi relación con Miranda siguió casi como siempre, haciendo y tríos ocasionalmente hasta que me mude a vivir con ella. Ella me propuso que saliera del closet, que buscara un medico para comenzar un tratamiento hormonal y me convirtiera en lo que yo queria ser. Decía que estaría a mi lado y que me seguiría amando aun como mujer. Así comencé mi transición y mientras Miranda era mi pareja y mi mejor amiga. Pero las hormonas tienen muchos efectos secundarios que no me gustaban pero no había de otra mas que aguantarlos. Lo malo es que eso también la afectaba a ella. Aun así, se mantuvo a mi lado, aunque por otra parte como pusimos un negocio juntas de diseño e impresión, pues tampoco tuvo muchas opciones.
Pero entre mas femenina te vez, mas chicos se te acercan y entre ellos había un hombre que me volvía loca y Miranda se dio cuenta. Ella sabia que no era el clásico chacal con los que nos metíamos juntas a la cama, el era un hombre mayor pero guapísimo. No era muy obvio pero se notaba sutilmente que me coqueteaba y siempre prefería que yo lo atendiera. Fue el primero y único hombre con el que Miranda sintió celos en toda nuestra relación y eso que en verdad éramos muy, pero muy promiscuas.
Hasta este entonces siempre que yo había estado con un hombre a excepción de un par de veces, Miranda estaba conmigo y cuando no, ella sabia que estaba cogiendo con algún amigo mutuo pero sin ninguna importancia. Entonces este hombre que se llama Isaac, me invito a salir y acepte. Aunque ya había pasado mi etapa de inseguridades, tener una cita con un hombre no era algo que hubiera hecho en mi vida. Dos años en hormonas habían hecho su trabajo y tenia muchos chicos que querían conmigo aunque a la mayoría apenas y los conocía. Incluso Miranda decía que era mucho mas guapa que ella, pero aun así, el día de mi cita me sentía como un orangután travestido.
Estuve a punto de dejar plantado a Isaac tanto por mi inseguridad como por el remordimiento que sentía de hacerlo a espaldas de Miranda. Finalmente me vi con el en la entrada de un parque y me subí a su coche esperando que me llevara directo a un hotel. Pero me sorprendió cuando nos dirigimos a un restaurante, se bajo del coche para abrir mi puerta y me llevo del brazo hasta una de las mesas. Yo había cogido con varios hombres pero siempre había sido al lado de Miranda y eran en su mayoría chacales que nos presentaban solo para coger. Era mi primera cita con un hombre y que no fuera únicamente para ir a coger y eso me encanto de Isaac, no tuvo pena de tratarme en publico como una verdadera mujer.
Durante la comida me entere que era casado y aunque me lo imaginaba eso me puso triste porque en caso de que se diera algo mas, yo pasaría a ser la amante. Lo que si me gusto mucho es que Isaac no me hizo las clásicas preguntas “¿desde cuando eres trans?”, “ya te operaste?”, “¿Te piensas operar las tetas?”, “¿También eres activa?” y lo que siempre te preguntan cuando te conocen. Finalmente terminamos de comer después de que me dijera que le gustaba mucho y me pregunto si queria ir a un lugar mas intimo.
Isaac resulto ser un sueño hecho realidad a excepción de que era casado. Es guapísimo, varonil, alto, no es rico pero tiene mas que suficiente para sus gustos y además como cereza en el pastel, tiene una vergota deliciosa y aguanta que da miedo. Me gusta tanto que cuando me dijo que si queria que se pusiera condón, le dije que no, que prefería sentirlo al natural.
Los primeros besos con Isaac me hicieron sentirme como en un sueño, sus caricias eran mas románticas que sexuales pero aun así me puso cachonda bien rápido. Le chupe la verga que también me supo como lo mas exquisito que había probado y aunque no me molesta, se porto respetuoso y no toco mi verga para nada por lo menos al inicio. Cuando se puso sobre mi y acomodo su verga en mi culo, estábamos fundidos en un profundo beso y me entro en medio del beso. Nada que ver con los hombres que me habían cogido en los tríos con Miranda.
No se que tiempo paso para venirme la primera vez, pero fue en esa primera posición de misionero e Isaac seguía cogiéndome delicioso. Después me puso de perrito, luego me monte sobre el y así me vine la segunda vez. Cuando el finalmente se vino lo hizo dentro de mi mientras me besaba y les juro que pude sentir como me llenaba con su leche. Nunca había cogido sin condón y menos se habían venido adentro de mi culo, talvez porque era Isaac y me gustaba mucho, pero sentí mas rico que con cualquier otro hombre.
Nos quedamos abrazados en la cama del hotel y me propuso que saliera con el como pareja y solo me pedía que fuera discreta porque no queria problemas con su esposa. Yo queria aceptar desde el principio pero sentí que debía ser sincera con el y tuve que explicarle que yo tenia una relación con Miranda desde hacia algunos años. Entonces me pidió que saliéramos algunas veces para conocernos mas y después decidiera, pues entendía que estábamos en la misma condición y no podía exigir lo que no podía dar.
Salimos varias veces a escondidas de Miranda hasta que ella comenzó a sospechar porque yo ya no queria ir a coger con nadie. Para mi se habían acabado las orgias con hombres que ni conocíamos y solo podía pensar en volver a ver a Isaac. Comencé a tener problemas con Miranda y un día le solté toda la sopa. Miranda lloro mucho y me insultaba diciéndome que era una malagradecida y una traicionera. Me decía que me iba a arrepentir y que algún día Isaac me iba a dejar por otra mujer o por otro puto y que entonces iba a regresar a buscarla.
Total, tuve que dejar mi trabajo, aunque el negocio era de las dos pero ya no podíamos estar juntas. Miranda me dio un dinero como paga por la parte del negocio y con eso me busque un cuarto donde vivir y comencé a buscar clientes por mi cuenta. Isaac me ayudo mucho en esa época y no solo con dinero, también me recomendó con sus conocidos para que les diseñara logotipos, menús, tarjetas de presentación etc. Nunca hemos vivido juntos Isaac y yo, pero tenemos ya dos años de pareja y a veces se queda en mi casa donde ahora vivo hasta por tres días y son los días mas hermosos. Me gusta ser su mujer, atenderlo, consentirlo, hacerle de comer y sobre todo, darle todo el sexo que quiera y cumplirle las fantasías que su mujer no le cumple.
Yo no se si Isaac este o no enamorado de mi, aunque el dice que si, pero aunque no estuviera, yo si lo estoy de el y me conformo con ser su amante. De Miranda solo he sabido que anda en las mismas de irse con hombres gay a fiestas que casi siempre terminan en orgias y eso es lo que le gusta. Yo lo disfrute por un tiempo, pero entre en eso por ella y para salir del closet, en realidad mi mente esta en hacer feliz a Isaac y ser su mujer el tiempo que sea posible.
Pues esta es la historia de como salí del closet y como me fui convirtiendo en una mujer trans, ahora me llamo Brenda oficialmente con documentos y todo. No crean que soy una desagradecida, aun quiero mucho a Miranda pero como amiga y aunque ella ya no me habla, yo haría lo que fuera por ayudarla. Gracias a ella tengo una profesión y una vida que aunque por un momento estuvo llena de promiscuidad, al final agradezco no haber tenido que caer en la prostitución como le pasa a muchas. Tengo mi pareja al que amo con locura y aunque es casado, se respetar la vida que tiene con su esposa.
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