Me cojo a la futura esposa de mi hijo
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Mi nombre es Mauricio, soy un hombre casado de 42 años y necesito contar lo que esta pasando en mi vida sexual y que me tiene muy confundido.
Tengo dos hijos, el mayor se llama Marcos y tiene 23 años, el tiene una novia de nombre Karla, la chica tiene 21 años y es muy guapa y de buen cuerpo, ellos ya tienen 2 años saliendo. Karla muchas veces nos ha acompañado a paseos que hemos hecho en familia, realmente la veía como a una hija y me daba gusto que mi hijo saliera con una chica como ella.
Hace casi un año, Marcos hablo con su mama y con migo sobre casarse con karla y estuvimos de acuerdo pues todavía faltaba un año y a nuestros ojos, estaban haciendo las cosas bien, pero Marcos me insistió mucho para que le consiguiera empleo a ella en la empresa donde trabajo para que pudieran reunir lo que necesitan para su boda y fue ahí que comenzó todo.
Karla entro al departamento donde estoy a cargo y eso nos dio la oportunidad de platicar muchas veces, incluso algunas ocasiones cuando Marcos no pasa por ella, yo mismo la llevo a su casa, nunca deje que me hablara de “usted” o de “señor”, siempre le pedí que me dijera simplemente Mau como me dicen todos y mas aun siendo compañeros de trabajo aunque sea su jefe.
Por momentos llegue a sentir que no había diferencia de edades entre ella y yo por la forma y los temas que platicamos, pero realmente nunca pensé en algo sexual con ella. Finalmente un día paso algo que ha puesto mi vida de cabeza.
Una tarde salimos del trabajo y Marcos no podía pasar por ella, me dijo que si podía llevarla a tomar algo pues no quería llegar a su casa, nos detuvimos en un café, no era el primer café que tomábamos solos, pero ese día sentí como si me estuviera coqueteando, haciendo comentarios como que ojala marcos se pareciera a mi cuando tuviera mi edad y que mi esposa tenia mucha suerte, por momentos me sentí un poco incomodo, pero solo eso.
Cuando salimos del café, antes de subir al coche, ella me pregunto si podía darme un abrazo supuestamente porque estaba nerviosa por su boda con Marcos aunque aun faltaban muchos meses, me pareció raro, pero le dije que si, ese abrazo fue mas que eso, me acariciaba por la espalda y cuando estábamos por separarnos, ella se me acerco para besarme y mi gran error fue responder a su beso.
Piensen lo que quieran, pero fue algo que no pude evitar, yo soy un hombre maduro y ella una chamaquita de la mitad de mi edad, además de ser muy hermosa y estar muy buena, se que es la futura esposa de mi hijo, pero sentir sus labios en mi boca, me hicieron perder el piso, al final también soy hombre.
Después del beso que nos dimos, Karla me dijo que tenia muchas ganas de besarme desde hacia tiempo, que le parecí atractivo desde que me conoció y que quería hacerlo conmigo antes de casarse con Marcos. No perdimos tiempo y nos fuimos directamente a un motel que esta cerca del café donde estuvimos, ni siquiera llegamos a la cama de la habitación, después de pagar el cuarto, ella se me lanzo a los besos y aun lado del coche Karla se agacho a chuparme la verga.
Era una locura, Karla es una fiera para el sexo, me succionaba la verga como si quisiera comérsela, poco después se acomodo recargada en el cofre del coche y se levanto la falda para que me la cogiera desde atrás de ella, ella es chaparrita y aunque tenia sus zapatillas de tacón alto puestas, me tenia que agachar para cogérmela, hice su tanga de lado y se la comencé a meter por su puchita que se sentía muy mojada.
No estoy acostumbrado a que una mujer hable mientras me la cojo, mi esposa no lo hace, pero Karla no paraba de decir que le encantaba, que no quería que me detuviera, pero lo que hizo que me viniera por primera vez, fue cuando karla comenzó a decir “suegro” y cito, “Así suegro, úsame como tu puta, quiero ser tu amante, tu perra”, no aguante mas y me vine dentro de ella.
Pero Karla quería mas, subimos a la habitación y nos desnudamos, nos tiramos a la cama y no parábamos de besarnos, la verga se me puso dura de nuevo y ella se monto en mi, ni siquiera tuve que hacer nada, ella mismo se metió mi verga en su pucha y se comenzó a mover delicioso, mientras me decía que quería ser mi amante, que quería ser mi puta y que siempre estaría disponible para cuando yo tuviera ganas de cogérmela.
La verdad es que en esos momento no podía pensar en nada que no fuera disfrutar del hermoso y joven cuerpo de Karla, yo a todo le decía que si sin pensar en las consecuencias, pero es que estaba disfrutando como nunca y ella se estaba portando como la mas cachonda de las mujeres, me montaba y se movía como loca, después quiso que me la cogiera de perrito y que delicia de culo se le veía, arqueaba su espalda y levantaba el culo al mismo tiempo que se empujaba para que mi verga le entrara hasta el fondo.
Pero lo que mas me encanto es cuando yo me puse sobre ella y levante sus piernas hasta mis hombros, Karla me pedía que se lo hiciera mas y mas duro, yo dejaba caer todo mi peso sobre ella mientras Karla no paraba de decir cosas sobre ser amantes y coger como locos cada que se nos antojara, la calentura era tanta que me decía que quería que me viniera dentro de ella todos los días.
Nuevamente me vine dentro de ella y al terminar, karla no cambio su idea de que fuéramos amantes, aunque a mi me comenzó a entrar un sentimiento de culpa, se que yo quería que pasara cuando Karla me beso, pero en calma comencé a pensar las cosas y me sentí muy mal por mi hijo, ¿Cómo podría ser amante de su mujer?
El problema mas grande fue que Karla trabaja conmigo y todos los días la veo, los coqueteos a escondidas de los compañeros siempre me ponen cachondo y por mas que quiero no puedo negarme a repetir las cogidas con Karla, pero además ya no puedo dejar de pensar en ella y cuando la veo con Marcos me da un poco de celos, pero es su novia y el es mi hijo, no tengo ningún derecho.
Ellos se casan en febrero del año próximo y no se si pueda seguir con esto cuando Karla ya sea formalmente la esposa de mi hijo, se que no debería seguir cogiendo con ella, ni ahora ni después, pero es tan ardiente, tan hermosa que no puedo resistirme y se que tampoco lo hare cuando estén casados.
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